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El parto de Ana, nacimiento de Alba. Hospital Virgen del Rocío, Sevilla, 2006.

"Y me llevan a paritorio, por los pasillos le iban diciendo al camillero, donde vas con esa chica de la sala 3, que esta para cesárea, y el iba diciendo que no, que para paritorio."

Hola. Todo comienza cuando decidimos tener un bebe, la cosa no estuvo fácil y tardamos un año y medio en conseguirlo, no fue fácil pero por fin estaba embarazada, éramos muy felices, nuestro sueño se había hecho realidad. A las pocas semanas de saber que estaba embarazada tuve una amenaza de aborto bastante sería, tenía un hematoma retocorial y tuve que estar en reposo durante un mes. Antes de que el hematoma desapareciera empecé a vomitar mucho, y tuve que estar varias veces ingresada por eso. Pero por fin, al cuarto de mes de embarazo, estaba genial.

Yo salía de cuentas el 26 de agosto del 2006 según el ginecólogo, pero por mi salía de cuentas el 23 de agosto, sabía perfectamente que día se había producido ya que fue una FIV. (Fecundación in vitro)

Todo el embarazo lo estaba llevando por lo privado por lo que he comentado antes, y todo había ido muy bien, el ginecólogo era estupendo, pero se iba de vacaciones justo en esa fecha, él me había dejado claro que el hospital donde debía acudir era al Infanta Luisa, hospital que ya conocía porque era donde había estado ingresada antes por los vómitos.

La noche del 21 al 22 de agosto me puse fatal, empecé a vomitar, tenía diarrea, y mi marido se puso nervioso, me habló de ir al hospital, que iba a ser un momento y que me dieran algo para los vómitos. Fui al hospital, me pusieron en monitores y me dijeron que tenía contracciones, yo no notaba nada, ellos me dijeron que eran los pródromos del parto. Y me marché a casa. Por la mañana ya del día 22 expulsé un poco del tapón mucoso, pero yo estaba genial, me encontraba muy bien. Por la tarde caí en la cuenta de que no tenía zapatillas para el hospital y fui a comprarlas ya bien tarde.

A las 10 de la noche del día 22 empezaron las contracciones, eran irregulares y ya otras veces las había tenido y después se habían parado. A las 11.30 decidí acostarme, mi chico se quedó viendo la tele, estaba de vacaciones. A las 2 o así me despertó una contracción, ésta ya mas fuerte, estaba todavía sola en la cama, mi chico seguía viendo la tele. Me quedé un rato más en la cama y me repitió a los 7 minutos o así. Decido levantarme, cuando mi chico me oye bajar las escaleras da un salto del sofá y se me queda mirando y yo le digo “es que no se me han quitado“. Decidimos acostarnos en la cama y él empieza a controlarme las contracciones, todavía no eran muy dolorosas, se soportaban bien. A las 8 de la mañana decidimos irnos al hospital, ya me daban cada 5 minutos, yo hubiera esperado un poco más, pero mi chico ya quería que nos fuéramos y yo la verdad, ni me lo planteé, no había tenido miedo al parto, pero en ese momento me entro miedo.

El 23 por la mañana llegamos al hospital Infanta Luisa, allí hay un matrón bastante seco, y me dice que me van a poner en monitores. Me pone en monitores y me confirma que tengo muy buenas contracciones, que me dan cada 3 minutos, éstas ya son mas molestas, y me dice que me va a hacer un tacto, que me duele horrores, y cuando saca la mano la lleva toda llena de mocos con sangre, y me dice que solo tengo 1cm de dilatación, que yo no estoy de parto y me dice que me vaya a pasear a ver si se acelera.

Nos vamos del hospital, desayunamos y nos ponemos a andar por la calle, los dolores ya son cada vez más fuertes y me tengo que parar y agacharme para aguantarlos, a la 1 decidimos volver al hospital, ya son más intensos. Llegamos y está el mismo matrón, me vuelve a poner en monitores y me dice lo mismo: buenas contracciones, pero que no tengo dilatación, solo 1cm. Me dice que me vaya a casa y que vuelva mas tarde, mi chico le dice que ya estoy mal y que cuando se supone que tengo que volver, que me duele mucho, eso en la misma sala de monitores donde hay otra chica con su marido a la que se le ha roto la bolsa. A la misma vez que hablaba con nosotros también le contaba a la chica mi caso. Mi chico se cabrea bastante y le dice que porque tiene que decirle a ellos nada, nos sacan de la sala de monitores y el matrón tiene la cara de decirnos que yo lo que quería era quedarme allí ingresada. Ellos discuten yo con unos dolores horribles que me tenía que agachar cada vez que me daban. Decido irme del hospital, ya eran las 2, decidimos irnos a casa a comer algo.

Yo no podía comer nada de nada, los dolores no me dejaban, a las 4 de la tarde decidimos irnos al Hospital Virgen del Rocío. Cuando llegamos allí, tienes que pasar para dar los papeles, la mujer nada mas que me ve pide una silla de ruedas, que yo después digo que no la quiero, no me podía sentar. En urgencias había muchas personas, que iban para diferentes cosas. Me ve un ginecólogo y me pide la cartilla de embarazada, yo no tengo nada, solo había ido al privado, le explico todo y le doy los papeles que tengo. Me mira y sigo con el dichoso 1cm, pero me dice que si hay contracciones me quedo.

Tengo que esperar dos horas para que me pongan en monitores, hay varias mujeres y las tienen unos 20 minutos a cada una, la espera se hace eterna, no tengo ni donde sentarme y donde apoyarme, nada de nada, las contracciones eran ya muy fuertes, la única manera que tengo es agacharme, la gente que estaba me miraban todo el rato, parecía un mono de feria, por fin me ponen en monitores y estoy 5 minutos, en este rato me dieron bastantes contracciones ya que me daban cada 2 min. Me dan el ingreso a las 8 de la tarde.

Paso a una sala de dilatación con mi chico, una sala bastante grande con un cuarto de baño y una ducha. Me dejan estar levantada, así las contracciones son mas soportables, pero…llega una enfermera y me coloca los monitores y me dice que ya no me puedo mover. En ese instante entro en un círculo vicioso, donde cada vez me encuentro peor, empiezo a convertirme en una especie de zombie, todo lo que me dicen esta bien, yo no sabía que había otras cosas, no sabía nada, no me dieron opción a nada.

A las 12 de la noche me dicen que me vaya a ver un ginecólogo, y voy andando hasta la sala, una gran alegría porque andando estoy mejor. Mira los papeles de la contracciones y me dice que ya mismo voy a tener a mi niña, las tengo cada minuto y son fuertes, yo no me quejo de nada, no le pregunto nada. Me dice que la epidural, yo le digo que sí. Pero me dice que me tienen que hacer análisis para hacerla, yo solo llevo lo del privado. Pero que con las contracciones que tengo no va a dar tiempo, pero cuando me monto en el potro solo tengo 3cm. Paso a otra sala donde la anestesista me pone la epidural, muy bien la chica, no me dolió nada, me dice que vaya al baño y que me tumbe en la cama.

A los 10 minutos la epidural hace su efecto, en un solo lado del cuerpo, me dicen que me tumbe del otro lado, y por fin me coge bien. En ese rato me quedo dormida, llevaba dos noches sin dormir, estaba cansada y me dolía mucho. Junto con la epidural me colocaron la oxitocina. Quería decir que por lo menos no me pusieron el enema, ni me rasuraron.
A las 3 de la mañana, la epidural desapareció, por mucho que hizo la anestesista que me ponía mas cantidad, ya no volvió, pero lo que si estaba allí era la oxitocina que hacía su efecto. Entonces me encontré, en la cama sin poder moverme, con un dolor continuo e insoportable. Yo empecé a sentirme mal, vomitaba y el dolor no me dejaba ni respirar y empecé a desanimarme, ya no tenía fuerzas.

También empecé a sangrar, me decían que era normal que la niña empujaba y era sangre de la matriz, a mi lo único que me consolaba era que mi niña estaba bien, ella era fuerte y estaba bien. Yo no tuve fuerzas ni de mirar cuanta sangre tenía, ellas me cambiaban las sabanas de la cama y las empapadoras, pero yo no miraba.

Mi chico el pobre solo hacía preguntas a las matronas si era normal, que qué me pasaba. El estaba muy desanimado, lo estaba pasando muy mal. Se sentía inútil.

Había momentos en que tenía en la sala hasta dos matronas y 2 enfermeras y la anestesista.

Entonces me dicen que me tienen que pasar a una sala de cuidados intensivos, donde voy a estar mas controlada, que me iban a poner no se qué. Yo no quería porque entonces estaría sola, yo solo preguntaba por la niña y me decían que estaba bien.

A las 7 de la mañana solo tenía 5cm de dilatación. Me encontraba sin fuerzas y muy mal. Entonces le dicen a mi familia que en el momento que se quede un quirófano libre me hacen una cesárea.

A las 9 de la mañana cambio de turno y aparece un matrón joven y muy amable, y me dice que tengo que empujar, yo le digo que no. Mis únicas palabras a todos los médicos era “me duele mucho“. Entonces se acerca a mi y me dice: “te quieren hacer una cesárea, y eso después de lo que tu llevas pasado es una putada, tu puedes parir perfectamente”.

Entonces él me hacía unos masajes a la vez que yo empujaba, que decir que incluso yo me hacía caca, y él me decía que era porque empujaba bien. A las 10.30 de la mañana estaba en dilatación completa y yo me encontraba mucho mejor, empujar me había hecho sentir mejor. Y me llevan a paritorio, por los pasillos le iban diciendo al camillero, donde vas con esa chica de la sala 3, que esta para cesárea, y el iba diciendo que no, que para paritorio.

A las 10.45 estaba en paritorio, la matrona sorprendida de verme allí me dice que yo estaba para cesárea que lo pone en los papeles. Y me dice que la niña esta muy alta, normal con las horas que llevaba a costada, y que mi chico no podía entrar porque seguramente la sacarían con ventosas porque yo estaba ya muy cansada y no empujaría bien. Yo el mero hecho de mi niña podía sufrir con la ventosa me dio mas fuerzas para empujar, incluso la matrona me decía que podía descansar.

Yo notaba como mi niña iba bajando, y empujaba con más fuerzas, empujar me ayudaba a encontrarme mejor y no quería que tuvieran que sacar a mi niña con ventosas. Entonces empiezan a llamar al padre, conmigo estaban dos mujeres la matrona y otra que la verdad no sé quién era supongo que una enfermera, ésta cogía el teléfono y decía: “Que venga el padre, donde esta el padre”, yo pregunte varias veces por él, pero no llegaba. Entonces empecé a ver que el momento llegaba, notaba a mi niña en la vulva, entonces la matrona se levanto y me practico la episiotomía, noté como salía la cabeza, en otro empujón los hombros y ya se escurrió el cuerpo entero, me la pusieron en la barriga, solo le pude ver el culito y la espalda, entonces todo dolor desapareció y la enfermera la cogió, pero no la sacaron de la sala. La niña lloraba y lloraba, y yo le pregunté a la matrona “esta bien “y me dijo “no la oyes como llora “. La enfermera me dijo que pesa 3.090 y mide 47 cm. Y la pusieron en una cuna junto a mí, mientras la placenta salía, en ese momento entro mi chico en la sala. Yo le dije “aquí esta la niña “, se quedó mirándola, la dejaron cogerla en el mismo paritorio mientras a mi me cosía los 4 puntos que me dieron. Después me la dieron a mí, y yo salí de paritorio con ella en brazos, no me la quitaron en ningún momento, estuvo conmigo todo el rato. Incluso las 4 horas que tardaron en subirnos a planta porque no había camas. Por fin tenía a mi Alba conmigo, era perfecta, una vez que me la dieron no lloró mas. Las enfermeras de planta pasaban de todo, y de la lactancia mas todavía, no me ayudaron en nada. A las 48 horas nos dieron el alta. Y nos pudimos ir a casa.

Aunque pasé mucho dolor y no fue como imaginé haber podido parir a mi hija es lo mas importante para mí, en aquel momento no me hubiera importado la cesárea, estaba metida en un circulo vicioso. Ahora me alegro mucho de aquel matrón que tanto me ayudó y que no le pude dar las gracias personalmente, aunque mi marido si que lo hizo.
Después de haber dado a luz a mi hija, dí con ustedes, y me estoy dando cuenta de muchas cosas, que hubiera pasado si me hubieran dejado moverme…etc. pero lo que si tengo claro es que cuando decidamos tener otro hijo, voy a tener muy muchas cosas muy presentes.

Cuando he escrito mi testimonio hay cosas que no he puesto por extenso, la verdad. Hambre no tenía, pero si tenía sed, pero no me daban nada de nada. Los únicos ánimos que me daban venían de mi marido, que lo paso muy mal. Yo pedí varias veces a las enfermeras que me dejaran ponerme de pie, andar un poco, pero me decían que no podían, que había que saber como estaba la niña en todo momento, a mi, como me preocupaba tanto "mi bebe" (como la sigo llamando ahora aunque tiene ya 2 años) accedía sin rechistar a todo lo que me decían, ya de verdad me faltaban las fuerzas y aunque tengo un carácter fuerte, de verdad discutir para mi en ese momento era impensable.
Incluso cuando empecé a vomitar, no me dejaban moverme, yo intentaba ponerme un poco mas sentada para vomitar en el suelo y no querían. Si me movía lo mas mínimo y el monitor no cogía bien la señal, me reñían.

Lo que no quería es que mi niña sufriera, por eso cuando me dijeron lo la iban a sacar con ventosa, me di cuenta de que le iba a doler, que iba a sufrir y por eso me puse a empujar como una loca.