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El nacimiento de Sara

Antes de nada os pongo en antecedentes, mi parto tenía que estar controlado en todo momento, yo quería un parto en casa, pero aparte de económicamente me era imposible, en enero cogí una infección llamada gangrena de fournier y me tuvieron que operar 4 veces, para quitarme toda la gangrena, y la herida iba desde el pubis hasta el gluteo al lado del ano pasando por el labio izquierdo.

Fue una herida muy profunda, tenía que cerrar poco a poco desde dentro hacia fuera y por el lugar de la herida durante un tiempo el parto iba a ser una cesárea programada, por suerte la herida fue curando mejor que bien y aunque tenía muchas papeletas para una cesárea de urgencia si la herida empezaba a sangrar o había el más mínimo riesgo de abrirse, el ginecólogo decidió que no programaría nada y que intentaríamos un parto vaginal.

Por eso al llegar al hospital me tenían que poner una vía, por si me tenían que dormir entera en cualquier momento para una cesárea de urgencia y no podía parir de pie ni en la silla de partos porque tenían que vigilar mi herida, pero podía elegir la postura que quisiera mientras pudieran controlar como iba todo. Y aquí os dejo el relato.


El nacimiento de Sara

El miércoles 16/04/14 me levanté temprano porque tenía clase de preparación al parto, la de la lactancia, la que más ilusión tenía por ir, parece raro con un teteador en casa de 38 meses, pero como mis inicios con Alex fueron tan duros me apetecía ir.

En la clase empece a notar alguna contracción molesta, pero que duraban medio minuto como mucho y molesta por llamarla de alguna forma, duraron hasta las 14h que me quede dormida con el enano, y a las 17h cuando me desperté estaba como una rosa de nuevo. Nos fuimos a pasear con el fiera y sobre las 19h volví a notar alguna contracción, aunque no tenía muy claro si era contraccion o del peso de la enana, pero rápido deje de notar nada.

Sobre las 22h empezaron a molestarme los riñones y fui al baño y el papel salió como restos del tapón (que llevaba unos días viéndolo) con dos rayitas rojas. No le di mucha importancia porque con Alex pasaron dos semanas desde que vi el tapón con restos de sangre hasta que me puse de parto. Pero la molestia de riñones si que me tenía un poco mosca.

Me dormí cerca de la 1h y a las 2:30h me desperté con ganas de ir al baño, me volví a acostar y entonce me dormía y me despertaba cada poco con contracciones de riñones, así que me levanté y me fui al sofá a sentarme en plan indio y ver como iba la cosa.

Las contracciones seguían, pero no eran muy dolorosas y sabía que en cualquier momento podían parar, estaba muerta de frío y decidí darme una ducha para ver si paraban o no. Salí de la ducha a las 4:20h y las contracciones no paraban, así que dejé de tener dudas y empecé a pensar que mi embarazo llegaba a su fin e iba a ver a mi niña. A las 4:30h sale mi padre al comedor y se estraña de verme en el sofá sentada en plan indio, porque cuando no puedo dormir me salgo al sillón, lo tumbo y me tapo para dormir, pero en el sofá, sentada sin intención de dormir... Me pregunta y le digo que en un rato igual nos vamos a urgencias porque tengo contracciones, despierta a mi madre, se viste y sale mi madre y al principio bien, estamos hablando y de repente me dice "porque no vas a que te echen un vistazo, que tienes las contracciones muy seguidas y sobretodo la herida que la tienen que controlar".

Yo ya me había fijado que las contracciones eran cada 2/3 minutos, pero como no me dolían tanto pues estaba tranquila. Así que despierto a mi marido, me visto, se viste y antes de salir de casa voy a hacer pis y justo acabo de hacer pis y noto que la enana se mueve y sale un chorrillo de líquido, así que ahora si que voy a quedarme ingresada, llamo a mi marido para que me de una compresa y viene corriendo, mi madre detrás y mi padre por el fondo "llamamos a una ambulancia?". Me pongo la compresa y mi padre baja a sacar el coche del parking, ya eran las 5:15h o así. Tenemos 5 minutos en coche al hospital, pero llegando tenemos que parar porque empiezo a vomitar, sólo era agua, pero las náuseas estos últimos días estaban más presentes que nunca que encima al estar acatarrada y con muchos mocos pues aún más.

Llegamos al hospital y le digo a mi marido que vaya haciendo el ingreso que yo me voy avanzando hacia el ascensor, y ahí ya tuve la primera contracción de buf, esto va en serio y mi marido sin venir y es que el se había ido por otros ascensores y ya podía esperarle, lo encuentro y rápido a ginecología, entro por la puerta feliz, voy a conocer a mi hija al fin y la ginecóloga cuando me ve entrar y le digo que creo que he fisurado la bolsa y tengo contracciones me mira y no parece creérselo mucho, así que me pone un espéculo y me dice que tosa y que no sale liquido, pero al pasar la tira reactiva si que es líquido, así que he fisurado la bolsa, me hace un tacto y empieza a cantarles a las dos comadronas cuello borrado, centrado y dilatación 3/4. Por lo que lo de la bolsa es un extra. Me pregunta si voy a querer la epidural y le digo que según como vaya. Así que se va y me deja con las comadronas mientras me intentan poner una vía, como hay riesgo alto de cesárea de urgencia por mi herida me tienen que poner una vía si o si para estar preparados.

Eran la 5:30h y el primer pinchazo pero la chica no tiene suerte, vuelve a intentarlo y nada, mis contracciones siguen cada 2 minutos y tengo ganas de ir al baño (sobretodo de levantarme), la comadrona me pregunta si es pipí y le digo que sí y vale, viene la otra a probar con el otro brazo y entonces noto ganas de hacer caca y se lo digo, me miran y ya estoy de 6/7cm, ahí ya las pobres estaban nerviosas viendo que no me habían podido poner la vía y el parto se aceleraba, me consiguen pinchar en la mano y mientras tengo una contracción gorda gorda y tumbada buf, resoplo y resoplo y las pobres diciéndome que no tan rápido que me voy a marear y pidiendo a la celadora que prepare la sala de partos que no llegamos.

Me noto mareada pero se me pasa rápido y consiguen ponerme la vía en la otra mano, me pongo de pie, bebo un poco de agua, aquí la comadrona me dijo "si bebes agua no te podemos poner epidural", y la otra comadrona se reía y decía "el anestesista llega para coger al bebé como mucho", en ese momeno nos reímos las 3 mucho y otra contracción, y ahí las dos acojonadas diciendo que la iba a tener ahí y el problema era que tenían que controlar la herida, esa contracción fue durilla incluso estando de pie, en cuanto se pasó nos fuimos a la sala de partos, me senté en la silla y a empujar, ahí llegó mi alivio, con las contracciones empujando ya no dolían.

Me dijeron que ya asomaba la cabeza que iba muy bien, y a seguir empujando, me pusieron un espejo para verle la cabecita a mi niña y recuerdo verme los bajos y pensar "que horror de bajos tengo...". El expulsivo duro como 20 minutos pero se me pasó volando, que diferencia de con mi hijo que en ese momento empezaron a bajarle las pulsaciones y hubo que sacarlo rápido y esta vez estaba empujando y empezaron a apartarme ropa de encima y a quitarme las gasas de ponerme el monitor y empuje y note lo que había leído en tantos relatos de parto, como si estuviese cargando un melón y la sensación de que me iba a partir en dos, y salió mi enana entera, y como su hermano con la bolsa entera y se rompió en ese momento y la pusieron encima mío y la vi y me enamoré de nuevo.