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El nacimiento de Inés en el hospital Miguel Servet

Hola a todos los lectores de "El parto es nuestro":

Comenzaré diciendo que esta página la conocí a través del documental que se emitió en Documentos TV hace 3 años.

En ese momento estaba embarazada de mi hija Inés y me empapaba de todo lo que hacía referencia al embarazo, parto, puerperio y L. Materna. Después del documental, decidí que había algunas cosas que me gustaría que se cumplieran el día del nacimiento de mi hija como, que mi marido estuviera conmigo en cada momento, que me dejaran tiempo para la dilatación si la estaba soportando bien (aún no tenía claro si decidiría ponerme la epidural o no, según umbral del dolor), que me pusieran a la niña encima nada mas nacer y que me dejaran colocármela en el pecho...etc...

El día que me puse de parto llegamos al hospital con 4 cm de dilatación, las contracciones eran dolorosas, pero soportables todavía. Cuando me pasaron a la sala de dilatación, no dejaron que pasara nadie conmigo en un primer momento. Estuve paseando por la sala y me agarraba a la cama cada vez que venía una contracción. La matrona apareció con el consentimiento para la epidural, que firmé muy diligentemente porque ya veía que posiblemente no llegara a soportar los dolores hasta el alumbramiento. Tras esto, me hizo tumbar en la cama, me colocó el gotero con oxitocina, me rompió la bolsa y monitorizó a la niña por dentro....no puedo explicar el dolor tan intenso que todo esto me produjo, en ese momento la niña terminó de apoyar cabeza en el cuello del útero y las contracciones se hicieron insoportables, pensaba que me partía literalmente por la mitad. La Matrona, una chiquilla de mi edad que no había tenido hijos todavía, tuvo la "amabilidad" de acercarse con media sonrisita en la boca y decirme que hiciera el favor de controlarme un poquito ¿controlarme? si casi me tiro de la cama de cabeza para ver si perdía el conocimiento. Más o menos a los 30 o 40 min. apareció el anestesista, me puso la epidural y todo paso....ahhh que placer, por fin no había dolor. Fue entonces, cuando dejaron pasar a mi marido.

He de aclarar, que llevábamos 48 horas sin dormir, ya que empecé con contracciones un viernes por la noche lo suficientemente intensas como para despertarme, pero que no bajaban de 8 min. El sábado a las 16h fuimos al Hospital a ver que me decían y me mandaron para casa porque sólo estaba de 2 cm. Esa noche, tampoco dormimos, las contracciones ya eran mas intensas, y el domingo a las 11:30 a.m ingresé por fin.

Con la epidural puesta, ni me daba cuenta del tiempo que transcurría, de vez en cuando aparecía la considerada matrona y me exploraba....-vaya, parece que la dilatación se ha detenido...voy a aumentar el gotero- ...-oye, que aunque no me duelen, pero no pasa ni un minuto entre una y otra ¿es normal?...- Voy a bajar un poco el gotero-

En una de las exploraciones, cuando ya estaba de 8 cm., la cara de la matrona cambió, miré a mi marido que estaba serio, miré a la matrona que no me miraba. Sale del cuatro y acto seguido aparece con dos ginecólogos, otra matrona y alguien mas que no recuerdo.....-empuja...vamos empuja otra vez..- Por favor que salga el marido...vámonos a quirófano...- Empecé a temblar, me entraron ganas de vomitar y estaba muy mareada. Me pasaron al potro, uno de los gines se subió encima e hizo la maniobra de Kristeller mientras me pedía que empujara. El otro ginecólogo cogió los forceps y sacó a mi hija en un santiamén...... Dios mío que momento.....me dejaron ver un segundo a mi hija y se la llevaron. Mientras, me cosían e intentaban que la hemorragia cediera. Al final me pusieron un tapón vaginal y hielo para el hematoma que ya empezaba a ser evidente.

Como os habréis dado cuenta, en ningún momento explico qué estaba sucediendo, porque fué exactamente así como sucedió. Hasta que la niña ni hubo nacido, la matrona no me explicó que había tenido un desprendimiento de placenta, que estuvieron a punto de hacerme una cesárea y que para evitarlo fué por lo que usaron los forceps. La episiotomía era de un tamaño considerable, encima tenía el tapón vaginal y los goteros me los quitaron a las dos horas de subir a planta. ¿Pues no he sangrado mucho?¿No habría que cerciorarse primero de como están mis niveles de hemoglobina y hematocrito? Y así sucedió, que cuando me iban a dar el alta, la ginecóloga preguntó si se me estaba poniendo hierro intravenoso y que en caso negativo había que ponerme. Yo le pedí que me diera el alta y que me lo tomaría via oral.

Por otro lado, a mi hija me la dieron al poquito de subir yo a planta y pude disfrutar de ella todo lo que quise y más.

Como última pega, el personal que me atendió aquella noche, distó bastante de ser comprensivo, a pesar de ser todo mujeres paridas. No me querían dar más calmantes porque no estaban pautados, no me querían dar hielo porque no estaba pautado...hasta que mi marido salió a hablar con la enfermera y le dijo que yo también era enfermera y sabía lo que pedía. Cómo cambió el cuento, apareció con un guante con hielo que me pude poner en la vulva y , como un exceso, un paracetamol de 500mg. Obviamente mi marido salió a una farmacia de guardia y me trajo una caja de nolotil.

La recuperación fue lenta y dolorosa. Las curas me las hacía mi madre y un día, ups... se quedó con un trocito de carne en la mano. Uno de los puntos se desprendió y se me abrió parte de la episiotomía. Hubo que estar haciéndome curas con desbridamiento e iruxol durante 15 días hasta que el agujero se cerró. Por otro lado, yo seguía sin encontrarme bien, muy dolorida y no sabía por qué. Un día empecé a echar un liquido pestilente por la vagina, a los dos o tres días me hicieron una eco y vieron que no había contraido bien el útero y que estaba empezando a hacer una endometritis. Así que me mandaron tomar unas gotas durante 4 días y la verdad es que a partir de ahí, todo empezó a irme mejor.

Hoy cuento mi historia porque vuelvo a estar embarazada, solo me faltan 2 meses para parir, y anoche se me ocurrió volver a ver el documental. Ha sido cuando me he dado cuenta de cuánto me afectó el parto de mi hija, y tengo muy claro que no quiero que nada de esto me vuelva a suceder. No dejaré que me rompan la bolsa, exigiré que mi marido esté conmigo en todo momento, pediré que me dejen dilatar a mi ritmo y sobre todo, que me dejen tener a mi hijo conmigo desde el principio.

Gracias por escucharme.

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