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Cesarea y separación madre-bebé en Málaga

Todo empezó ingresando por urgencias de 36 semanas por sangrado, parecía ser una variz en el cuello del útero. Decidieron que inducir el parto en la semana 37 era lo mejor. 

El personal me trató bien en todo momento, unos más simpáticos que otros como en todos lados pero todos me atendieron bien, estuve acompañada por mi marido en todo momento, no entraban más que lo necesario a la habitación ni me hicieron tactos innecesarios. La cuestión es que me pusieron 2 pastillas de misoprostol y oxitocina desde el principio, a las 6 horas aproximadamente me rompieron la bolsa, y a las 12 horas cesárea por no progresión del parto, con lo que ahora sé, creo que la inducción fue muy forzada y no sé dió tiempo teniendo en cuenta que el cuello estaba muy inmaduro, no se siguieron las recomendaciones de la OMS ni de la SEGO, que recomiendan madurar el cuello y emplear la oxitocina después, y si hubo algún motivo justificado para saltárselas, no me lo explicaron. 

La humanización de la cesárea brilla por su ausencia, no tenía epidural puesta y me sondaron corriendo antes de llevarme a quirófano con los dolores y las molestias porque les costó sondarme, cuando podrían haberme sondado sin problema ya en quirófano con la anestesia y no hacerme sufrir más (una enfermera verbalizó esto mismo), no pude estar acompañada, y no pude hacer piel con piel, se llevaron a mi bebé a nido y tampoco lo pudo hacer con el padre, mi bebé tuvo hipoglucemia pero no grave, estaba despierta y reactiva, el piel con piel entre otras cosas regula la glucosa, y para darle suero oral podria haberle dado pecho, incluso el biberón haciendo piel con piel. Las actuaciones médicas que requiriera el tratamiento de la hipoglucemia no justifica la separación en este caso, se puede tratar una hipoglucemia perfectamente realizando piel con piel, además no se realizó pinzamiento tardío del cordón. 

Después de dos horas en recuperación, cuando me trasladaron a planta me entregaron a mi bebé en el pasillo, en ningún momento nadie me informó si le habían administrado vitamina k o si le habían hecho algo más a pesar de preguntarlo, y tampoco aparece en su historia las actuaciones que hicieron en nido. Esta separación dificultó el inicio de la lactancia. 

Además mi bebé acabó ingresando en cuidados intermedios por un error en el resultado de dos analíticas donde aparecía que tenía anemia, le iniciaron transfusión sanguínea y tuvieron que pararla corriendo al recibir el resultado de una tercera analítica que estaba en curso donde aparecía bien la hemoglobina, todo esto alargó el tiempo de ingreso, la separación, la interrupción del piel con piel, la instauración de la lactancia y por supuesto secuelas psicológicas que arrastro después de un año, una recuperación más tardía por una cesárea que además puede darme más complicaciones en futuros embarazos/partos, se podría haber evitado realizando la inducción según las recomendaciones? Nunca lo sabremos. 

Se podría haber evitado el daño emocional/psicológico con una cesárea acompañada y dándome a mi bebé al nacer? Seguro