
Por Ángeles Cano
Mucho se ha hablado de los beneficios del cuidado piel con piel entre madre y recién nacido. Se ha comprobado en estudios (Hospital Joan XXIII de Tarragona, Adolfo Gómez Papi, 2005) que el ingreso de los recién nacidos prematuros o enfermos se reducía drásticamente, así como el uso de fármacos durante el mismo. Y que los padres tenían más seguridad a la hora de cuidar a sus bebés tras el alta, cuando ya formaban parte activa de los cuidados dentro de la UCI Neonatal. Y que la lactancia era más fácil y se alargaba lógicamente, si se respeta al máximo la unidad madre-bebé tras el nacimiento, es decir si se promueve el contacto piel con piel ininterrumpido nada más nacer el bebé. Es una larga lista de beneficios para todos los implicados a corto, medio y largo plazo.