En abril de 1985, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de Salud organizaron una conferencia sobre la tecnología apropiada para el parto en Fortaleza (Brasil), con la asistencia de profesionales, administradores sanitarios y madres.
De este encuentro surgió la Declaración de Fortaleza, que recoge, entre otras, las siguientes recomendaciones:
- Para el bienestar de la nueva madre, un miembro elegido de su familia debe tener libre acceso durante el parto y todo el periodo posnatal.
- Las mujeres que dan a luz en una institución deben conservar su derecho a decidir sobre vestimenta (la suya y la del bebé), comida, destino de la placenta y otras prácticas culturalmente importantes.
- El recién nacido sano debe permanecer con la madre siempre que sea posible. La observación del recién nacido sano no justifica la separación de su madre.