
Otro año más, se acerca la fecha de la Asamblea de El Parto es Nuestro. Cuando me hice socia no pensé en acudir, me daba no sé qué estar con tantas personas desconocidas… pero a partir de mi primera vez, comprendí que allí podía encontrar mucha inspiración para mi vida, sentí el compañerismo, el cariño y la comprensión de todas las mujeres inteligentes que allí se aglutinan.
En las presentaciones, pude sentir el dolor de algunas de ellas, el dolor transformador, motor de cambio; cómo la vida nos hace más fuertes y cómo podemos transformar esa energía en poder para mejorar las cosas. Pude sentir también la alegría de muchas mujeres que habían aplicado este trance renovador en sus segundos partos, en los partos de sus hermanas, vecinas, amigas…