Viñeta de Forges
Por Heid
Un fuerte dolor de estómago hizo que apareciese en urgencias obstétricas de la madrileña Maternidad de O’Donell.
Allí me dejaron, montada en una silla de ruedas en medio de un pasillo que era un vaivén de gente. Desde mi puesto, sintiéndome una privilegiada a la que sólo le dolía el estómago, pude visualizar lo que no deseo para mí cuando me llegue el momento de dar a luz a la preciosa bebita que llevo en mis entrañas.
Gota a gota, mujer a mujer, una triste sala con 4 camas, luz mortecina, y una enorme puerta acristalada, se iba llenando de parturientas. Las iban “amontonando” allí, subidas a las camas. Las desnudaban y reconocían allí mismo, sin correr las cortinas. Cualquiera podía ver sus cuerpos desnudos desde el pasillo.