Entradas con la etiqueta observatorio violencia obstétrica

Por Francisca Fernández Guillén
Abogada voluntaria de la asociación El Parto es Nuestro

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Sinopsis: Este artículo relata el caso de L.C., que tras ser sometida a una cesárea forzosa acaba de demandar a España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por maltrato y violación de su integridad física y moral.

 

Hoy, 25N de 2016, presentamos el informe anual de nuestro Observatorio de la Violencia Obstétrica

El Observatorio de la Violencia Obstétrica, organismo multidisciplinar de la asociación El Parto es Nuestro, creado en 2014 para denunciar la incidencia de las prácticas que constituyen este tipo de violencia, ha elaborado un informe con los datos recogidos mediante una encuesta digital respondida por 1921 mujeres. En la mayoría de los casos, el plan de parto no fue respetado, las mujeres no fueron informadas de las intervenciones que se les iba a realizar, o directamente se actuó prescindiendo de su consentimiento.

25 Nov '16 · #OVO: 2 años

Por Lola Ruiz Berdún

No sé si es buena o mala noticia que nuestro Observatorio de la Violencia Obstétrica (OVO) cumpla 2 años. 

La parte buena es que, aunque no se trate de una iniciativa estatal, que es lo que debería existir, el OVO permite visibilizar sucesos que parece mentira que aún sigan ocurriendo en un estado de derecho.

Sucesos que de otra manera quedarían ocultos en la esfera de lo privado y lo personal, que es lo que ha caracterizado siempre a la historia de las mujeres. La parte negativa es obvia: el día en que el OVO deje de existir, porque ya no sea necesario, será un día de celebración.

Pero desgraciadamente todavía queda mucho camino por recorrer, muchas mujeres y familias a las que intentar ayudar.

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Por Francisca Guillén 

legal@elpartoesnuestro.es

Este recopilatorio de Jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) está dedicado a analizar la protección que, en distintas sentencias, brinda el Tribunal a la intimidad personal y familiar, la dignidad y el poder de decisión y elección de las mujeres en la atención obstétrica.

Por Serena Brigidi: 

Afirmar que el proceso de embarazo, parto y crianza, así como la violencia obstétrica, se relacionan con el género consiste en reflexionar en torno a los significados y significantes que a ellos atribuimos, a la imagen de la m(p)aternidad, m(p)adre y de las y los profesionales de la salud que esperamos, deseamos o construimos en nuestras sociedades. 
 

Así, el parto, por ejemplo, en el discurso dominante, resulta ser un producto, un acto finalizado, y no está pensado ni estudiado como una experiencia, un proceso de transformación. 
 

Siempre me ha llamado la atención lo poco frecuentes que son las imágenes de un parto natural, respetuoso con madre e hijo, incluso en noticias sobre la humanización del parto. Me imagino que es lo que se ha considerado “normal” durante años, que los periodistas no reflexionan acerca de las imágenes con las que acompañan sus noticias. Creo que es momento de llamar la atención.

Para muestra, un botón:

Separaciones innecesarias, en paritorio, o pruebas médicas con el bebé solo:

Fuente: Diario de Sevilla 

Cada día recibimos en el OVO (Observatorio de la Violencia Obstétrica) relatos narrando situaciones estremecedoras que han vivido las mujeres, los bebés y sus acompañantes en algunos paritorios de toda la geografía nacional. Relatos repletos de malas prácticas, que nos hacen darnos cuenta de todo lo que nos queda aún por avanzar y que, en ocasiones, consiguen desmoralizarnos temporalmente. Sin embargo hoy queremos compartir que también existen muchas y muchos profesionales que realizan buenas prácticas. Hasta tal punto que la OMS ha reconocido su trabajo y ha recogido su protocolo de funcionamiento en el Compendio Europeo de Buenas Prácticas en Enfermería y Obstetricia.

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Este texto lo ha escrito una matrona. Una matrona anónima que lógicamente no quiere salir de su anonimato para no tener que llorar más aún debido a su osadía. Pero probablemente haya bastantes profesionales sanitarios que podrían suscribirlo. La cuestión es ¿cuántas y cuántos? 
Como en tantas otras situaciones inconfesables relativas a las relaciones humanas, empezaremos a avanzar cuando el problema se vaya haciendo más visible y se pierda el miedo a hablar de ello. 
Gracias matrona, seas quien seas, espero que pronto puedas dejar de llorar.