Laura (unverified)
31 Oct 2012
Buenas noches. Me gustaría expresar lo que ha sido mi peor pesadilla desde hace 14 meses. Después de un embarazo maravilloso, un parto mágico y respetado, una hora piel con piel y enganchada perfectamente al pecho nos tocó subir a planta. Mi hija tenía incompatibilidad de grupo sanguíneo y un nivel un poco por encima de lo que ellos tomaban como referencia de ictericia. Lo primero que vimos fue una enfermera que nos dijo textualmente: por encima de mi esta niña va a estar en vuestra habitación (a pesar de tener el consentimiento deL pediatra a través de la comadrona que nos había atendido en el parto). Se llevan a mi hija... A partir de ahí empieza una lucha constante con las enfermeras de la sala de incubadoras donde tenían a mi bebé. Nos dejaban entrar "cuando quisiéramos" pero a cada momento tenían una excusa para no dejarnos. Si no era la limpieza era la visita del pediatra y si no que " no la molestara que dormía tranquila". Por supuesto no les dejaba salirse con la suya pero había momentos en los que no podía luchar más. Oía repetidas veces frases como "despiertala que tiene que mamar rápido", que no se duerma al pecho que no es bueno, contándome los minutos que podía mamar de cada pecho, tenía puesta fototerapia constante y pedimos que nos dejaran llevarla a nuestra habitación y les pareció una locura, cuando 8 meses antes (reconocido por la propia enfermera) si se podía. Los padres (hombres) no podían entrar a ver a sus hijos si había mujeres dando el pecho y eso significaba poder entrar una vez al día como mucho. El rato que no estaba en la sala con mi bebé si se ponía a llorar le daban agua con azúcar con un biberón a pesar de insistir que no lo hicieran. El tercer día de estar allí me prohibieron darle el pecho, decían que no le bajaba el nivel de ictericia por mamar. Minutos antes de salir del paritorio tenía muy claro que no dejaría que nos separaran, que sería muy importante estar piel con piel y que mamaria a demanda... Perdí toda mi fuerza y sucumbi al sistema... Toda la valentía que tuve pariendo la perdí. Me arrepiento cada día de no haber luchado más. Estoy hablando del hospital Mateu Orfila, espero que algún día cambien las cosas y no tenga que pasar ningún bebé ni madre por esto. Gracias por vuestro apoyo e información constante. Un abrazo