Eva María San José (unverified)
20 Jul 2012

Enviado por Eva María San José (no verificado) el

Enlace permanente
Cuando sucedió todo esto (hace 5 años), me encontré terriblemente sola, como bien dice Eva, no era cuestión de sentirme mejor o peor mamá (no dudo que soy la mejor para mis hijos), tampoco es una cuestión de cesareafobia, es simplemente que me maltrataron y que no encontraba con quien hablar de ello, no encontraba unos brazos que me comprendieran, que me dieran el apoyo para afrontar el puerperio y los cambios hormonales, en todo momento se consideraba algo a olvidar: bebé y mamá sanos, que mas importa??? y te diré, os diré a todos que si que importa y mucho. Importa el respeto por la madre y por el bebé, importa que se respeten los tiempos y necesidades de cada persona, importa que podamos afrontar el comienzo de la maternidad de una forma sana, importa que la bienvenida a este mundo a los seres mas queridos sea de la manera mas amorosa posible, porque unos buenos cimientos son fundamentales, forjar el vínculo desde el disfrute y desde el primer momento. Que los profesionales que atienden partos nos traten con respeto es lo menos que podemos solicitar, están ahí para ello. A nadie se le ocurriría en ninguna otra especialidad médica el maltrato (obstétrico en este caso) al que estamos acostumbrados, pero aquí lo permitimos todo, nos bajamos las bragas y dejamos hacer... es nuestro cuerpo y nuestro hijo y si, son nuestras decisiones. No todo vale!!!! Que ocasiones la cesárea salva vidas?? eso nadie lo duda, es un gran avance médico al que estar agradecidas, pero siempre que no se use de forma indiscriminada y que sea necesaria, porque queramos verlo o no, negamos derechos y privilegios a nuestro hijo cuando elegimos esta forma de nacer. Aún así y volviendo al hilo, no necesité ayuda psicológica porque decidí luchar, informarme e informar (para q nadie mas pase por ello), decidí aún mas mejorar el vínculo q me rompieron y "gracias" a mi cesárea se abrió un mundo de posibilidades a mi alrededor... Sentí apoyo y amor la primera vez q lo conté (Mariana, Che, Rosa M, Irene, Marta, Llanos, Susi y todas mis compis como mamá). Conseguimos formar una tribu, mis chicas de Caricia que parieron conmigo después a mi segundo bebé, y me acompañaron en cada contracción... Conocí a un grupo de personas maravillosas que de alguna manera estuvieron en mi siguiente parto, de la mano (Mireia, Ana Isabel, Anna, Paz, Liliana) y que cada día luchan porque se conozcan y respeten nuestros derechos desde "Por un Parto Respetado" Descubrí que se podía parir de otra forma con Caipi y con una pequeña tigresa, que podías hacerlo de noche y con la Luna de tu lado, en el hospital, en casa o donde mamá y bebé se sintieran mas seguros. Vi que aún sin necesidad de pasar por una operación, que podían hacerte mucho mucho daño pero aún así vi a una gran madre y mujer levantarse y luchar, y estar en mi corazón animandome en mi siguiente parto (Eva F.O. gracias, siempre). Descubrí la maravillosa Asociación El Parto es Nuestro, donde grandes mujeres luchan cada día para mejorar la atención al parto en nuestro país... Que gran y necesaria labor chicas!! Y viví la alegría de acercarse el momento con un montón de mamis que sabían que iba a conseguirlo, mis mamás de diciembre q nunca dudaron. Y así, poco a poco mi corazón se fue haciendo fuerte. Ha sido un proceso, un camino y por fin una culminación cuando he sido capaz de dar a luz a mi pequeña bebé, porque si, por contra de lo que decía mi ginecólogo, parece ser que soy capaz de dilatar... (de hecho en un par de horas) y de parir... he sido capaz de sostener a mi bebé piel con piel desde el segundo 1, sin dejar de mirarnos, darle alimento a su cuerpo y a su alma lactando, y aunque yo no lo creía he sido capaz de sanar mas la herida, ahora ya no lloro contando mi cesarea, si, me la robaron y me dolió mucho, muchísimo pero me he reconciliado con mi cuerpo. Ahora miro a mis hijos y sonrío, ahora 5 años después acepto mi cicatriz. Un camino largo y duro que he tenido la gran suerte de poder sanar... Pero aún me queda mucho, toda una vida para hacer llegar la voz a cada rincón, que se sepa. DUELE, pero también se puede curar. 6 de Julio a la(s) 18:06 · Me gusta · 6 Eva María San José Y por supuesto gracias a mi marido, q aunque no comprende tanto dolor me apoyó en todo momento e hizo suya la preocupación de conseguirlo y darnos a toda la familia una nueva oportunidad (LO CONSEGUIMOS!!) y a mi madre (a mia padres) q siempre está, para aguantar mis neuras y para a veces ponerme los pies en el suelo... siempre preocupada en silencio y siempre deseando que no sufra... siempre queriendome proteger, pero esto era algo que tenía que hacer yo como adulta q soy, y lo he hecho. Pero ella siempre estaba en mi cabeza sabiendo q me protegía. Gracias!!