María CS (unverified)
31 Ago 2011

Enviado por María CS (no verificado) el

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(Yo tampoco sé por qué no aparece ese botón, en fin) Informadas, lo estamos. En estos foros hay mujeres que saben más que algunos ginecólogos y no lo digo de broma, hay quien se ha rastreado y leido más literatura científica relevante que muchos recién titulados. Lo que viene a decir la prueba científica al respecto es que los médicos no son todopoderosos u omniscientes, sino que a veces hay cosas que están fuera de su control y de su capacidad de actuación, y a veces es peor el remedio que la enfermedad. De momento, es verdad que la única solución para estreptococo positivo y bolsa rota en X días sin parto, es la inducción. Pero muchas inducciones fallan y causan sufrimiento a la madre y al bebé. No hay ningún hospital del mundo en el que la mortalidad infantil sea 0%. Ninguno. Ni siquiera en los que tienen más y mejor tecnología disponible. Pero eso de que "Aunque una mujer sufra una mala experiencia, o simplemente haya cosas que no la informen durante su parto u otros procedimientos" no me gusta. Indica una actitud muy mala y negativa con respecto a la mujer, como si fuéramos un campo de trabajo. Para una mujer, tener un hijo es el momento más importante de nuestra vida, uno muy delicado en el que te sientes muy vulnerable, por eso es FUNDAMENTAL que nos informen muy bien y que, durante el proceso NOS TRATEN MUY BIEN (sea medicalizado por necesidad o no). Porque no somos trozos de carne, ni reses, sino seres humanos. Y hay muchos profesionales que dejan mucho que desear: ser buen profesional de la salud no consiste solo en dominar el conocimiento y la técnica, sino que, además, es esencial dominar el trato humano. Para eso se necesita vocación y cualidades, algo de lo que muchos carecen. Fíjate que de lo que se ha quejado Esmeralda no es de la inducción, sino del trato. Y de la falta de información, que es algo esencial, porque las que padecemos las intervenciones que dejan secuelas graves somos nosotras y nuestros hijos (lactancias fallidas, cicatrices, dolor, depresiones...). Para un médico no somos nada, nadie, se olvida de nosotras en cuanto entra la siguiente, pero nosotras llevamos la herida para siempre: la física y la psicológica.