MM (unverified)
28 Nov 2014
No saquemos las cosas de contexto. La muñeca está "rasurada" porque es un robot que se utiliza para aprender a atender partos distócicos o de nalgas. Muchísimas mujeres que vienen a parir o a cualquier consulta de obstetricia vienen depiladas y muchas rasuradas por completo y en mi hospital NO SE AFEITA A NADIE. Ni se oferta ni se insinúa, de hecho, nos extrañamos mucho que alguien nos lo solicite, al igual que un enema. Evidentemente, en un programa que versa sobre la utilización de muñecos y robots en diferentes ámbitos de la vida no van a poner a una actriz a simular un parto, porque el objetivo del espacio se pierde. Me parece una chorrada discutir sobre cómo es la muñeca y "la voluntad" de la misma. Por otra parte, querría decir que se echa mucha culpa al equipo de obstetras de cómo se atiende finalmente un parto pero, ¿qué queréis que os diga? en mi hospital prácticamente todas las matronas atienden los partos así PORQUE ELLAS QUIEREN, no hay ningún protocolo ni ley escrita o no que las obligue a utilizar esa posición (de las miles que tiene nuestra cama de partos) ni esa cama, ya que se puede parir perfectamente de pie, en silla de partos o tumbada en la cama normal de hospitalización. Y, además, el parto no es el momento idóneo (aunque mejor tarde que nunca) para informar a una mujer de cómo es un parto normal y qué opciones tiene, porque, influenciadxs como estamos por los medios de comunicación, las series, las películas, los libros y las andanzas y desventuras de conocidxs solemos tener miedo y "nos dejamos hacer" lo que sea. Es el trabajo de la educación maternal por parte de lxs matronxs de zona el que es imprescindible para que este tipo de cosas cambien. Me cuesta horrores convencer a las mujeres de que un parto después de una cesárea es algo seguro o de que intenten una versión externa cuando el feto está en podálica en vez de decantarse sin más por una cesárea sólo porque les da miedo o les han dicho que es más seguro. No quiero con esto que se interprete que culpabilizo a las embarazadas, pero si lxs profesionales encargadxs de dar todas las opciones y de plantear (de ahí viene el plan de parto) qué quieren y qué no no hacen su trabajo, en el hospital no tenemos la panacea. No confundamos lo normal con la norma. La norma es que haya que hacer pujos dirigidos porque las epidurales dejan a las mujeres tan anestesiadas que no sienten nada, ni dolor, ni presión, ni contracciones y, si no le palpamos el abdomen y le decimos cuándo es fuerte y cuándo es conveniente empujar, el bebé no nacerá. De este tipo de epidurales suele nacer también la necesidad de un parto en litotomía (aunque también podría atenderse en la cama, en decúbito lateral, sosteniendo uno de los miembros inferiores, que, además es una de las posiciones que menos probabilidad de producir un desgarro tiene) y muchas veces una instrumentalización. Estoy harta de leer blasfemias contra lxs obstetras pero no leo nunca nada criticando las actitudes de anestesistas que muchas veces prefieren pegar un buen chute de medicación a tener que estar regulándola cada poco para que se adapte a las necesidades de las mujeres. Convenzámonos de que los equipos que atienden partos son multidisciplinares de una vez y no criminalicemos todo el rato siempre al mismo.