Diana Montero
15 Mayo 2014

Claro, "señora" matrona, mejor no nos quejemos, no digamos nada, que nosotras no sabemos que por el mundo hay matronas que no merecen ejercer tan maravillosa profesión porque no somos una asociación formada fundamentamente por madres que han vivido partos traumáticos...  Claro, claro.

Ahora le doy la vuelta yo a ver qué le parece a usted: cuando la hayan a usted tratado de "gorda" y asustado durante sus consultas en el embarazo (o hecho una citología sin ningún cuidado antes del mismo), cuando la hayan ninguneado al intentar presentar un plan de parto, cuando haya pasado usted doce, veinte o treinta horas de parto con sus correspondientes contracciones entre comentarios jocosos de los diferentes turnos que se supone que tenían que atenderla, cuando haya recibido insultos y vejaciones ("¿qué te creías que era parir?", "la orina de esta chica huele a antibiótico", "te cortaré si yo digo que es necesario", "calla que se te van las fuerzas por la boca y así no pujas bien", "si sigues gritando voy a llamar al ginecólogo y será peor", todos verídicos y pronunciados por matronas españolas), cuando se le hayan subido en la tripa, cuando le hayan hecho tactos sin ningún tipo de tacto, cuando le haya pasado todo esto, porque no todas las "señoras" matronas se comportan como "señoras"; entonces, solo entonces, venga usted a decirnos que se les falta al respeto.
Un poco de seriedad, por favor. En El Parto es Nuestro SIEMPRE hemos apoyado a las matronas, lo cual no quita que este vídeo nos haya parecido poco acertado a muchas de nosotras. No estamos condenando a todas las matronas, ni mucho menos, sino diciendo que no terminamos de verle ni la gracia, ni la crítica, ni la jocosidad al vídeo de la XV promoción de Madrid. Es más, deseamos fervientemente que esta nueva promoción y las que la preceden nos traten con todo el respeto que merecemos en cada fase de nuestra vida y que podamos luchar codo con codo con ellas para que las cosas cambien.
Por favor, menos corporativismo, que estamos en el siglo XXI y las mujeres, además de "señoras" somos personas.
PD: si no le gusta recibir pellizcos, que tampoco me creo que le pase cada día, quizá podría usted plantearse un cambio de orientación laboral, ¿quizá taxidermista? Se ahorraría esos tremendos malos ratos, ya sabe usted que las "señoras" de parto pellizcan, muerden, dan collejas y algunas hasta gritan... Un desmadre, vaya.