Paula G Salanova
20 Dic 2013

ACLARANDO CONCEPTOS (SOBRE LA CAZA DE BRUJAS)

Por favor, antes de formarse ninguna opinión ruego lean hasta el final.

A raíz de este arículo, han aparecido numerosas opiniones, muchas de ellas de matronas dolidas expresando su disgusto respecto al contenido del artículo.

Como escritora del artículo y socia de El Parto es Nuestro, veo importante aclarar algunos conceptos.

Leo algunos comentarios donde se dice que se está arremetiendo contra toda una profesión para favorecer a otra. Es cierto que el artículo está escrito en un tono muy duro que puede levantar muchas ampollas y que se centra en los aspectos negativos de ciertas profesionales, pero en ningún momento se está diciendo que todo el colectivo de matronas haga mal su trabajo. Es posible que el artículo no deje lo suficientemente claro este aspecto, aunque también tiene mucho que ver la intención que le ponga el lector. En cualquier caso, quisiera aclarar que en ningún momento he querido decir (ni he dicho) que todas las matronas hagan mal su trabajo o lo hayan descuidado. Digo que muchas sí lo han hecho. Muchas. “Muchas” no es “todas”.

Por supuesto que también hay matronas que llevan muchísimos años trabajando duramente para lograr mejorar la atención al embarazo, parto y posparto y para recuperar su lugar. Por supuesto que muchas han dedicado muchísimos años a formarse adecuadamente y han tenido que realizar verdaderos sacrificios personales por defender con honestidad y valentía lo que sabían adecuado.  Por supuesto. Y vaya por delante mi más profunda admiración y agradecimiento a todas ellas.

Pero también es cierto que, como en muchas otras profesiones, un elevado número de matronas han descuidado especialmente el aspecto emocional de la mujer. No es algo que imagino, es algo que constato mes a mes al escuchar los testimonios de las mujeres que acuden a nuestras reuniones, las que escriben en nuestras listas, en nuestras redes sociales o en nuestro blog.

Este es un artículo de opinión, refleja la opinión de una socia, nada más. No está en el apartado de información, ni de evidencia científica, está en el apartado de opinión, donde le corresponde. Por tanto arremeter contra toda la Asociación no me parece justo ni acertado. Si una matrona se decidiera a manifestar su opinión a través de otro artículo, entiendo que también tendría cabida en este apartado.  Y particularmente me encantaría leerlo, creo que si se escribe desde el respeto todo lo que puede aportar es enriquecimiento y diálogo. Si hay intención por todas las partes, claro. La intención es importante. Es fundamental.

Soy consciente de lo dura que he sido en este artículo y sé que muchas matronas amigas se han  sentido muy dolidas por ello.  Y lo siento muchísimo. Como dije, mi intención no fue la de incluir a todo el colectivo, de hecho hago mención a las matronas que quieren trabajar adecuadamente y que en muchos casos se encuentran, a causa de ello, con dificultades entre sus propias compañeras. Pero es evidente que no fui lo suficientemente clara al decirlo. Así que lo hago ahora. Hay matronas maravillosas que trabajan duro día a día, también nuevas matronas concienciadas y bien formadas con la intención de cambiar la situación en España. Y en ellas está nuestra esperanza. GRACIAS.

Respecto a la polémica surgida en torno a la figura de la doula, mi opinión, insisto, MI opinión, es que es una figura surgida a raíz de una demanda de las propias mujeres. Por tanto no me parece adecuado tratar de eliminarla sin contar con la opinión de quienes realmente tienen la última palabra en este asunto, que son ellas, las mujeres. Y últimamente he tenido la sensación de que era eso lo que se estaba intentando hacer por parte de algunos colectivos. De modo que el escrito se escribió con la intención de defender el derecho a elegir por parte de esas mujeres y no con la de apoyar ninguna profesión frente a otra.

Las mujeres no son tontas. No lo son. Y saben muy bien lo que quieren y lo que necesitan. Cuando por fin las nuevas generaciones de matronas se impongan definitivamente en los hospitales y, ayudadas por las veteranas que ya llevan muchos años haciendo bien su trabajo contra viento y marea demuestren que son buenas profesionales y saben atender adecuadamente a una mujer embarazada o de parto de una manera integral, tal y como ya están haciendo en muchos hospitales, no habrá doulas que valgan, ya lo dije anteriormente. Y sé que ese día va a llegar, porque las matronas están trabajando duro en ello. Y se lo agradezco de nuevo. Pero dejemos que las mujeres elijan mientras tanto. Dejemos que elijan siempre. Para todo.

Y aunque ya se ha repetido varias veces por varios medios, que quede claro una vez más:

Una doula no es personal sanitario.

Una doula no toma decisiones ni da consejos.

Una doula no imparte clases de preparación al parto, ni al embarazo, ni al posparto, ni a los cuidados del bebé.

Una doula solo acompaña a la mujer en sus decisiones.

Cualquier mujer que no cumpla a rajatabla con todo lo dicho anteriormente NO ES una doula.

Sirva este texto para tender una mano amiga a todas las matronas que realizan su trabajo extraordinariamente bien cada día, para agradecerles y reconocer públicamente su labor. Y siento no haberlo dejado lo suficientemente claro en el escrito anterior, un error por mi parte.

Como tantas veces hemos proclamado desde El Parto es Nuestro: Una matrona más, una cesárea menos.

Paula G. Salanova.