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relato de parto, la historia de Miryam

En una de las citas de rutina con mi matrona me dijo que tenía que ingresar en el hospital de urgencia y que se vería si me quedaba ingresada ya que tenía alta la tensión y proteínas en la orina. Esa misma mañana de la que salí del ambulatorio me fui directa al hospital. Me quedé ingresada y tras una serie de pruebas me diagnosticaron preeclampsia en la semana 36 de embarazo. La solución era inducir el parto en cuanto cumpliese las 37 semanas ya que no se me controlaba la tensión ni con medicamentos.

Al 3° día de ingreso la ginecóloga me realizó la maniobra de Hamilton sin informarme, dado que era necesario provocarme el parto. No sé si fue correcto el hacerlo o no pero me hubiese gustado que me informara en el momento.

Al dia siguiente había dilatado 2 cm y me mandaron al paritorio.

En el paritorio me trataron muy bien todas menos la matrona que tenía un carácter complicado. Me pusieron la oxitocina, me rompieron la bolsa y tras 4 horas con ella pedí la epidural ya que no soportaba el dolor. La matrona me dijo muy seca que se iba a hacer más lento el proceso y que no quería que la pidiese, que mi cara no era de dolor, como si ella supiese si me duele o no.

Yo pienso que eso tiene algo que ver con que fuera sábado ese día y sus pocas ganas de tener que quedarse más horas atendiendo mi parto. A todo esto hasta ese momento solo me miró una vez.

Vino la anestesista me la puso y ví el cielo. Pasadas dos horas sentí una presión muy fuerte y muchas ganas de empujar, llamé a la matrona que vino y según me vio me dijo "solo han pasado dos horas desde que te pusiste la epidural y la epidural retrasa la dilatación es imposible que sientas ya ganas".

Insistí en las ganas de empujar y al final accedió a mirarme. Estaba medio fuera la cabeza de mi niña, tuvo que pedir ayuda a más compañeras porque no le daba tiempo a preparar la habitación para atender el parto. Tras 5 escasos minutos de pujos nació mi niña. No tuve ningún punto. Fue un parto algo complicado por la atención recibida por parte de la matrona solamente, ya que las demás chicas eran majísimas, profesionales y muy comprensivas conmigo.

Sucedió en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, Cantabria. El 30 de agosto de 2016