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Relato de parto Hospital Severo Ochoa

Tuve un embarazo normal, sin problemas, solo al final las típicas molestias de espalda etc...

Estuve informándome y asistiendo a charlas de muchos hospitales, tanto públicos como privados, pues podía elegir cualquiera de ellos. Finalmente me decidí por el Severo Ochoa de Leganés.

Es la ciudad donde vivimos, y les acababan de conceder la máxima acreditación IHAN. Pensé que estaban siendo rigurosos en la aplicación de los protocolos recomendados por la OMS. Todo empezó a torcerse en la consulta del anestesista; pregunté por la walking epidural y me dijeron que no la ponían, pero que no era efectiva, y que no había manera de revertirla en una epidural normal si hacía falta. Les contesté que en el Doce de Octubre habían informado de que si era posible y con malos modos me dijeron que estaría confundida, que ellos eran especialistas y yo no sabía nada, y me despidieron.

Ahí debí tomar la decisión de no pisar más ese hospital. Pero pensé que bueno, que era una pequeña cosa solo. En la semana 38 me mandaron a monitores; alertada por una posible maniobra de Hamilton pedí específicamente que no deseaba que me la hicieran. Cuando me estaba explorando la residente oí como la adjunta le dijo: completa, completa! Sí, me la hizo.

Eran las 12 de la mañana, y 12 horas después me puse de parto, rompí aguas, y no pude evitar llorar pensando lo que me habían hecho. Pero tampoco reaccioné, y fuí al mismo hospital! La dilatación fué muy bien, cuando ya tenía contracciones cada minuto pedí la epidural, que no me durmió la zona del ovario izquierdo, por lo que sentí cada contracción incluso durante el parto.

Me pusieron oxitocina "solo un poquito" me dijeron. A las 6 de la mañana ya estaba dilatada completa, tenía que esperar a que el niño bajara los 4 escalones, pero no había manera. Entró todo el servicio a explorar, pero no se ponían de acuerdo: que si le he tocado la oreja, que si está colocado así, que si asá.

Antes de comenzar los pujos advertí que tenía sensibilidad, y que quería colocarme un poco más vertical (estaba totalmente horizontal) y me lo negaron. En ese momento les vi entrar con una caja, que por su forma me pareció que podía ser para el cordón. Aunque tenía pensado donarlo, se me había olvidado comentarlo. No me pareció correcto que actuaran sin mi consentimiento.

Pensando después, sospecho de cada actuación de este hospital, ¿Consiguen buenas estadísticas falseando datos o realizando prácticas sin consentimiento? Por más que empujé, el niño no salía, y no acertaban con las exploraciones.

La única solución que encontraron fué una gigantesca episiotomía (5 puntos dentro y 5 fuera, meses he estando acudiendo a la fisioterapeuta de suelo pélvico). No me explicaron nada.

Afortunadamente, el bebé estaba bien. El problema vino con la lactancia: no se cogía. A cada rato entraba alguien a estirarme el pecho: si que tienes leche! Y apretaban y metían el pezón en su boquita, pero no había manera.

Tuve que ir unos días después a una asesora de lactancia a que me solucionara los problemas que me crearon, y he estado meses con dolores al dar de mamar. Y eso gracias a mi empeño, porque no pararon de decirme que le diera un biberón y me ponían tetinas de biberón en el pecho.

En definitiva, una experiencia nada recomendable. Que alguien del ministerio revise este hospital, pues no se ajusta en absoluto a lo que publicitan. Y si tenéis opción, no vayáis.