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Relato de nuestro parto-nacimiento.

RELATO DE NUESTRO PARTO-NACIMIENTO

Estoy sentada en el sofá de casa de mis padres; ha venido mi prima de Santander, a ver si cuela y está aquí cuando nazca la nena, dice ella... me da la impresión de que se va a volver a Santander sin haberla visto... estamos viendo una peli malísima, pero me hace gracia, nos encantaba esa peli cuando éramos pequeños, aunque es tan mala que no recuerdo ni el título... y ahí estamos mi hermano, mi prima y yo, cenando pizza y viendo la peli esa. Y yo estoy muy tranquila, Silvia me dijo el miércoles que no creía que naciese hasta la semana que viene (aunque no me aseguraba nada...), estuve media mañana con el bala en el parque corriendo de un lado para otro... yo me encuentro perfectamente... Uy! Que sensación mas extraña, me he estremecido, ha sido como un calambre... y de pronto lo siento... estoy de parto, no hace falta que me lo diga nadie, miro a mi hermano y a mi prima, y me sonrío... ellos no lo saben, pero sé que A. ha decidido que es hora de salir de mi útero... espero a que termine la película... no quiero que sospechen nada, a ver si se van a ir de la lengua y tengo a toda mi familia dando por saco toda la noche... sigo con esa sensación maravillosa, A. me ha hablado y me ha dicho que ya está lista...

Ahora lo pienso y podría haber dudado, que si las contracciones de Braxton Hicks, que si las falsas contracciones... pero no hizo falta ni pensarlo... yo lo sabía, sabía que ella me estaba dando una señal, una señal clara como la luz del día.... solo había que querer escucharla, estar dispuesta a olvidarme de todo lo que había leído y escuchado a los médicos.

Estoy en la cama, intento dormir, recuerdo haber leído en algún sitio que algunas mujeres se duermen entre contracción y contracción, pero pasa el tiempo y parece que yo no soy una de esas... de pronto, me doy cuenta de que no tengo nada para parir, llevo apenas 4 días en esta casa, no tengo nada sacado de las cajas, la mayoría de las cosas siguen en casa de mis padres, o en casa de los padres de k... me pongo a buscar, no tengo toallas, ni tijeras, ni gasas, ni si quiera un barreño... alicia está fuera de Madrid, y maría no sé donde está, la llamo y no coje y mañana es domingo... me entra todo el agobio, mi parto en casa... que tanto he planificado... creo que me voy a tener que ir al hospital... y ahí creo que entra mi primer miedo... me da tanto miedo el hospital... me vuelvo a acostar y me olvido del hospital y de todo lo que me genera... Bala está acostado conmigo, me mira todo el rato, sabe que pasa algo, y me está acompañando, no se aparta de mi en ningún momento, me mira con sus ojos perrunos y se tumba a mi lado... yo le acaricio...
A las 4 a.m. oigo la cerradura, ya llega k de trabajar. A estas horas ya empieza a dolerme un poquito, pero solo un poquito, hasta ahora eran tan solo como calambres... Cuando k llega a la habitación, me ve apoyada en una silla, a cuatro patas... “¿porqué no me has llamado? ¿te dije que por favor me llamases que me venía del curro... ¿estás bien?” “Tranquilo que no llevo demasiado, estoy bien, tu duérmete...” “qué dices, yo me quedo despierto, como me voy a dormir”, “tú duérmete, que mañana vas a necesitar estar descansado...”. K se acuesta y yo sigo a ratos tumbada y a ratos a cuatro patas, me apoyo en la silla, a veces gimo, lleno la bañera y me meto dentro, no duro mucho, el agua se enfría a la media hora, así que me salgo, pero muy relajada... A las 8 de la mañana le despierto... “ahora si que quiero que estés conmigo, por favor, necesito que estés conmigo...” empiezo a sentir ya cierto dolor, lo suficiente como para pedirle que por favor me acompañe... no hablamos casi, de vez en cuando nos miramos... el se sienta en el sofá y yo estoy de rodillas en el suelo apoyada en sus piernas, el me acaricia y yo voy moviéndome lentamente, al ritmo de las contracciones... gimo cada vez más fuerte, Bala está muy raro no para de mirarme todo el rato... y de pronto... vomita... parece que está de parto el también...
No sé que hora es, pero k llama a Silvia por teléfono, yo les escucho hablar, pero no sé muy bien que dicen, algo de las contracciones, del tiempo... yo sigo colgada del manillar de la puerta cada vez que viene una contracción, de cuclillas colgada del manillar, respirando como”dios me da a entender”, que quiere decir, como me pide mi cuerpo...
"¿Qué hacemos?".. "no tenemos el material aquí.."... "si tenemos que ir al hospital, vamos, no te preocupes".. pero sé que él está preocupado, tampoco quiere ir al hospital.
K vuelve a llamar a Silvia, algo debe decirle, nos vamos al hospital, pero ¿a cual? Torrejón, si Laura me ha dicho que son bastante respetuosos, por algo será... Aunque no sé que tengo que llevar...toda esa parte me la había saltado, nunca me interesó saber nada del parto en hospital...
Al rato aparece k con el coche de mis padres... parece que mi hermano está en el ajo, me monto y nos vamos a torrejón, afortunadamente no tardamos demasiado, y eso que nos perdemos, pero yo estoy muy tranquila... sé que todavía no va a llegar... sé que tenemos mucho tiempo... aunque me da mucho miedo el hospital... no paro de pensar en que yo iba a parir en casa... pero hay que moverse hacia adelante, eso no puede paralizarme..
Entramos en el hospital, después de haber hecho a k memorizar todas las cosas que no deben hacernos en ningún momento (enema, episiotomia, epidural, rasurado, monitorización constante, monitorización interna, vía intravenosa, libertad de movimiento, nada de oxitocina, cortar el cordón cuando deje de latir, yo soy la primera que toco a mi niña, no quiero parir en la camilla con las piernas para arriba, que no me separen, nada de hepatitis b, duerme con nosotros, ni la pesan ni la bañan ni nada...) y me pasan con una matrona rubia, delgada...julia; que después de preguntarme como estoy, me pregunta que si quiero epidural, le digo que no, que quiero un parto lo más natural posible y mientras k saca del bolsillo la lista, me pregunta qué como quiero parir... y veo un rayo de luz y esperanza “¿como que cómo quiero parir?” “Sí , quieres parto en bañera”... casi me pongo a llorar... ¡claro que si!
Poco después voy a la habitación de la bañera... ya está casi llena, hay una pelota de pilates, me cuelga el fular de la puerta, me explica todo y me dice que se va, que si necesito algo que la llame...
Para mi es el mayor regalo... nos quedamos solos k y yo, yo sentada en la pelota de pilates y k de pie delante de mi... yo me agarro a él mientras hago círculos con la pelvis encima de la pelota... me voy moviendo por la sala, me cuelgo del pañuelo, me pongo a cuatro patas en el suelo... k está conmigo todo el rato, no me habla, sé que está ahí, de vez en cuando me apoyo en él... al final decido que me meto en el agua... las contracciones son cada vez más fuertes... me duele mucho, muchísimo... el agua me relaja... me tumbo un poco en la bañera entre contracción y contracción, que calentita está, que gusto.. cuando viene la contracción me pongo a cuatro patas.... las contracciones cada vez me duelen más, me agarro a k que está al borde de la bañera y tiro de él, sé que estoy gritando, me duele muchísimo, siento que me parto en dos, siento que me parto en dos... descanso... llega julia, me acaricia, me dice que el bebé ya está casi, me toco y noto su pelo y un poquito de su cabeza asomando... siguen las contracciones, k me hecha agua en la espalda... sigo sintiendo que me parto en dos... y grito, me parto en dos y grito, me parto en dos y grito...
Le digo a k que llame a julia, la cabeza de la nena lleva muchísimo rato ahí... le pido que llame a julia otra vez, no sé porqué pero de pronto la necesito conmigo, julia viene en seguida, me acaricia, pasado un rato le digo... “no puedo más”, recuerdo poco, recuerdo que me pregunta si hay algo que me preocupe o me bloquee... "no lo sé... que no sale... y llevo mucho rato..." me pregunta si estoy cansada, y le digo que sí que mucho, que me salgo de la bañera, me ayuda y me pregunta que qué necesito, le digo que necesito tumbarme un segundo a descansar ahora que no tengo contracción, me tumbo pero llega enseguida, instintivamente me pongo de lado y me incorporo y me sujeto la pierna en alto, me han entrado ganas de empujar, y empiezo a empujar, y una contracción y empujo, y otra, no sé porqué pero empujo y no sale, sale un poco y vuelve a entrar, así me tiro mucho mucho rato... julia me dice que ya está ahí, me toco con la mano y noto su cabeza... madre mía, mis ojos se medio nublan y sigo empujando, me cuesta menos empujar sujetándome la pierna y haciendo fuerza, noto perfectamente como, después de muchísimo tiempo desde que la cabeza asoma, pasa por mi vagina y descanso, y a echa a llorar, vuelvo a empujar, vuelvo a empujar y noto como sale el cuerpo, lo cojo con la ayuda de julia y me lo pongo encima mientras me acuesto, lo primero que hago es olerla, no puedo parar de olerla, me encanta su olor, el olor de los bebes... gira su cabecita hacia mi y nos miramos... y esa mirada no la podré olvidar nunca, yo la sonrío y la sigo mirando, ella con sus manitas de viejita, pequeñitas y puntiagudas, con esos dedos largos y delicados explorando... miro a k un segundo, está a mi lado, mirándonos a las dos, llorando..., cojo su mano y la pongo sobre la espalda de A, y sigo mirándola, así durante horas... que maravilla que no nos separen...