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Reclamación Clínica Teknon de Barcelona

Barcelona, 1 de octubre de 2016

A la Dirección,

Me dirijo a ustedes para expresar mi profundo pesar por algunos aspectos de la atención recibida en vuestro centro médico, en concreto en el servicio de UCI pediátrica y neonatología.

El 15 de junio pasado di a luz a mis hijos gemelos de 34 semanas y cinco días. Gracias a un excelente obstetra de vuestro centro, que me acompañó durante todo el embarazo, y una muy buena matrona, pude tener un parto vaginal que lamentablemente derivó en unas complicaciones posteriores que exigieron una segunda intervención inmediatamente después del parto. Debido a estos problemas, sumados a mi condición ya delicada antes de dar a luz por las complicaciones del embarazo gemelar, perdí mucha sangre y no pude salir de mi habitación hasta unas 30 horas después del nacimiento de mis hijos. Me encontraba muy débil pero consciente y muy alterada porque no me permitieron ver a mis bebes que. por su prematuridad fueron derivados a la UCI pediátrica y pasaron las primeras horas en incubadoras. Finalmente, ante mi insistencia, me trajeron brevemente a los niños a la habitación, mientras una enfermera de la UCI me recriminaba que era una excepción que no se hacía con nadie.

Cuando finalmente pude ir a ver a mis hijos me informaron que solo podía hacerlo cada tres horas en horarios fijos, y solamente durante una hora. Tuvieron que pasar también más de 24 horas para que una neonatóloga se acercara a mi habitación para informarme del estado de mis hijos. Si bien habían nacido prematuros tenían un peso muy bueno, uno de ellos con 2,680 kg y el segundo 2,360 kg. La doctora me informó que hasta que cumplieran la semana 36 no serían dados de alta, ante lo cual, y habiendo sido previamente asesorada por pediatras de la seguridad social y externos a vuestro centro médico, exigí saber cuál era la patología que obligaba a mantenerlos internados esos 10 días. La doctora me dijo que se trataba de prematuros y que esa era la política del servicio, información que me repitieron posteriormente otros médicos de la unidad. Yo expresé mis críticas ante la ausencia de una unidad abierta que permitiera el acceso 24 horas a los padres, así como la realización de procedimientos muy conocidos actualmente para el tratamiento de prematuros como ser el método canguro y el contacto piel con piel. La doctora me dijo que yo podía pedir que me los pusieran piel con piel, afirmación que carece de sentido teniendo en cuenta que solo tenía una hora para visitarlos de cada tres, y en aquel tiempo necesitaba alimentarlos, ya que quería darles el pecho. Como es fácil comprender, no queda tiempo para realizar largas sesiones de piel con piel con un margen tan estrecho.

Si bien expresé en esa primera conversación mi descontento y pregunté qué alternativas tenía, en ningún momento se me informó de mi derecho como progenitora de pedir el alta voluntaria o un traslado hacia otro centro con un servicio de cuidados intensivos más acordes al siglo XXI. Mi estado de salud crítico me impidió en ese momento llevar a cabo las averiguaciones correspondientes, pero luego supe informarme de que en otros hospitales llevan adelante un servicio con una filosofía muy distinta.

Son incontables las razones para quejarme del trato recibido. En varias ocasiones se dirigieron a mi haciendo alusión a una supuesta depresión post-parto, como si en caso de ser cierta esa condición supusiera la pérdida de capacidades intelectuales o de decisión. El trato infantilizante que se da a los padres en vuestro servicio, y que pude observar durante los diez días en los que estuvieron ingresados mis hijos, hace que se cree un clima de adoctrinamiento donde uno tiene que pedir permiso para todo, y en donde es habitual recibir comentarios en tono de broma sobre lo mal que uno coloca los pañales o intenta aprender a alimentar a su bebé. Si bien no dejo de reconocer la profesionalidad y cariño de algunas enfermeras, en otros casos tuve que lidiar con continuos reproches sobre mi tristeza al ver a mis hijos internados, comentarios que me llevaban a intentar esconder mi estado emocional para no escuchar críticas de quién estaba a cargo de mis hijos fuera de mi vigilancia.

Vuestra política de UCI cerrada no respeta una serie de documentos y recomendaciones de organizaciones europeas e internacionales, como la Carta Europea de los Niños y Niñas Hospìtalizados o el Decálogo de los Derechos de los Niños Prematuros. En estos documentos queda claramente especificado que los niños y niñas tienen derecho a estar acompañados por sus padres en todo momento. Si bien es sabido que España no está a la cabeza de los países europeos en términos de servicios de neonatología, eso no es excusa para mantener procedimientos desactualizados en vuestro centro. La separación madre-hijo/a da lugar a muchos sufrimientos para ambos, así como dificulta la lactancia materna. Los especialistas en lactancia están de acuerdo hoy en día que esta debe ser a demanda, y no cada tres horas, por lo que el horario de vuestro servicio se convierte en un verdadero obstáculo. Gracias al posterior consejo y asesoramiento de un grupo de ayuda a la lactancia de otro hospital, pude finalmente conseguir alimentar a mis hijos exclusivamente con leche materna, algo que en vuestro centro me habían llegado a decir que era imposible en el caso de gemelos.

Adjunto a esta reclamación un Manual de Cuidados desde el Nacimiento, editado por el Ministerio de Sanidad y Política Social en 2010 y que puede ayudar a mejorar vuestro servicio de neonatología. También os podría referir a una larga lista de referencias bibliográficas sobre investigaciones en esta línea, pero estoy segura que vuestros profesionales pueden acceder a ellas. Espero que otras familias no tengan que volver a pasar por mi experiencia.

Quedo a vuestra disposición ante cualquier duda o aclaración. He preferido no hacer referencia a personas concretas con nombres y apellidos, ya que no quisiera perjudicar a nadie de manera personal. Solo quiero alertar sobre una metodología del cuidado neonatal que responde a una filosofía no actualizada, pero en ningún caso creo que haya habido mala intención por parte de las personas que me atendieron. Por el contrario, se trata de una falla del sistema que espero pueda solucionarse en el futuro.

Atentamente,

Camila del M. C.