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Parto Inducido Cesárea Inicio del Covid19

El 2 de marzo por la noche acudí a urgencias en La Milagrosa por lo que parecía una pérdida de líquido amniótico. Tras revisar se comprobó que todo estaba bien y me enviaron a casa. El miércoles día 4, en una revisión rutinaria de monitores el ginecólogo creyó conveniente revisar otra vez el estado del feto y en la ecografía comprobó que no había prácticamente líquido, lo que significaba que la posible rotura de bolsa había debido suceder hacia casi 48 horas. Así pues, son las 10 de la mañana, 40 semanas más 2, y hala...¡inducción al parto inmediata! Sin bolsa de ropa, sin pareja, sin nada más que el móvil me planto en la maternidad y digo que vengo de consultas a inducción. Y en dos minutos ya estoy con la oxitocina. Pero ¿porqué no prostaglandinas? Nadie me lo aclara. Al cabo de un par de horas llega el gine y me explica que la prostaglandina es más difícil de controlar que la oxicitocina y que de hecho yo tengo un útero irritable, es decir, que con poca cantidad de estímulo ya consiguen que contraccione. Por cierto, yo había pasado por un amago de parto prematuro a los 6 meses. Allí pasan las horas, no me duele nada, no dilato nada y me dedico a hablar con mi chico y mis amigas. Las matronas tienen problemas para hacerme los tactos, me comentan que el cuello está algo hacia atrás y que no tocan bien. Yo sigo ahí echada, me levanto, camino, no pasa nada. a las 6 de la tarde una matrona me propone romperme la bolsa si acaso no estuviese rota, para acelerar el parto. Vamos a ello, no estaba rota, la rompe ella y ahora sí, empieza a avanzar el parto. Me concentro en el dolor, sube y baja como las olas, cuando ya no puedo pensar en el mar pienso en que subo el pico de una montaña, cuesta mucho suuubo y bajo, ya queda menos para terminar el camino. Me relaja pensar en un camino en el que avanzo. Pero lo cierto es que casi no dilato. Desde la 10 de la mañana con oxitocina, estoy de 7 cm, me dice la matrona, pero no está segura. Llegan las 8 de la tarde, cambio de turno, la nueva matrona parece más experimentada, me dice que son 5 cm difícile sde palpar, cuello muy hacia atrás y ladeado. No le gusta lo que toca, llama al gine. El gine llega, son las 9 de la noche. Pelvis muy estrecha, bradicardia del niño cada vez que hay contracción, sufrimiento fetal, por si fuera poco cuello con 5 cm nada más y eso que llevo desde las 10 de la mañana, adicinalmente ya se habrían cumplido las 48 horas con bolsa rota (fisurada en todo caso) y yo he empezado con algo de fiebre. Cesárea. A todo esto ya tenía la epidural, para mí fue imposible mantenerme quieta, no podía controlar mi cuerpo, me acercaba la guja y zas! salto, no puedo evitarlo.Una auxiliar adorable acaba abrazándome y acariciándome como si fuese una niña y funciona. Vamos a la cesárea, en poquísimo tiempo estoy en una camilla hacia el quirófano. Allí ya está todo el mundo. Un equipo de al menos7 u 8 personas, están hablando y me resulta interesante sobre los equipos del 12 de Octubre y de La Paz, les cuesta ponerse de acuerdo sobre quiénes son mejores, me gusta que hablan con bastante respeto de sus colegas de la pública. Por si os interesa, gana el 12. Después pasan al Covid, es el 4 de marzo y la gente aún se lo toman con calma, no parecen preocupados , ha llegado algún enfermo a La Milagrosa pero no les inquieta. De repente, veo a mi hijo en volandas, es enoooooorme, una enfermera me lo muestra, y yo estoy ahí, con el vientre rajado, rodeada de gente y un niño al lado. No sé que se supone que se debe sentir. Yo no siento nada, bastante tengo con matenerme serena. Yo nunca me altero cuando llega "el momento", ni en la selectividad, ni cuando me he despedido de una empresa, ni cuando he dejado a alguien, ni cuando me he declarado a alguien, nada. Y ahora, pues tampoco, en esas circunstancias de estrés yo funciono como si viese una peli. Me preguntan si quiero que se lo lleven al padre. Sí claro, mi chico es más emocional en esto, seguro que le sale el cariño a la primera. Y se lo llevan a hacer el piel con piel. Yo me quedo ahí mientras cosen. Me llevan a la habitación, mi chico está piel con piel con el bebé. Me pasan a la cama, me ponen al bebé y bueno, yo no puedo moverme, me cuesta mucho. Pasamos la noche,y me colocan al niño a la teta, de lado, la verdad es que me hace daño pero las matronas me dicen que el agarre es bueno, y es verdad, yo también lo veo, pero me sigue haciendo daño. La cesárea no me duele me han puesto un calmante derivado de la morfina así que bien, necesito ayuda para levantarme e ir al baño, aparte de eso, no hay problema puedo dormir, hablar y acariciar al niño. Cada toma me duele más y más el pecho y me repiten que todo está bien. Al día siguiente ya puedo caminar, pero en realidad necesito dormir, el niño llora mucho, a mí me duele el pecho, me cuesta mucho trabajo ir al baño y tardo mucho tiempo en ducharme. Esa noche, suspenden el servicio de nido por el Covid, (recordemos que en esa fecha se decía que los niños eran asintomáticos) y casi no puedo dormir, el niño llora y llora y vemos que no tengo calostro ya. A los dos días dejamos la morfina y pasamo al paracetamol, y no duele, puedo caminar sin problema, no me creo que dos días atrás estuviese con la tripa abierta y ahora ya esté erguida caminando. Llega el gine y me dice que a casa, que estoy bien, me extraña porque me quedaba aún un día más por protocolo. Todo parece raro, las enfermeras están muy aceleradas, se olvidan de la prueba del talón (lo tengo que pedir varias veces). Al final nos vamos. Todo ha salido bien, el niño está bien, y estoy bien. Al cabo de unos días me llaman, se han cancelado las revisiones, a no ser que tenga un problema no deb acudir a consultas. Me quedo de piedra, pero así es como van a ser las cosas con el Covid, ahora los pacientes tenemos que ser autosuficientes. ¿Cómo sé si la cesárea va bien? No duele, no tiene mal aspecto aunque no se ve nada con los tens (una especie de tiritas de esparadrado que te ponen), no huele mal. Tengo un cuidado extremo con mis movimientos, porque no puedo permitirme que me pase algo y tenga que ir al hospital (¿Y si me contagio y luego tengo que hacer cuarentena de mi propio hijo? ¿Me extraigo la leche? ¿Le retiro la leche y le dejo sin inmuglobulinas justo cuando es mejor no ir al hospital? ¿los estudios sobre lactancia con Covid son concluyentes? ). Empieza a dolerme un lado de la cicatriz, es normal porque resulta difícil no cargar peso cuando amamantas y tu hijo pesa más de 4 kilos con una semana (dejé de amamantar acostada porque SÍ que me salían grietas). Al final, los puntos se absorben solos (bendita sutura intradérmica), el dolor lateral desaparece. Y comienzo a hacer los ejercicios de "fisioterapia online" para prevenir adherencias. Tampoco quiero ir a una clínica y contagiarme o ser yo misma vector de infecci´n, así que en casa. Así pues, a pesar de todo el estrés, de todas las prisas, de tener que gestionar una misma la recuperación, todo salió bien. Quiero agradecer al doctor de la Milagrosa la fantástica cesárea que hizo.Yo sabía que este doctor tenía fama de ser muy bueno, pero vamos, una cesárea sin dolor, con una recuperación rapidísima, y a pesar de no tener seguimiento todo ha ido bien. Tengo clarísimo que el próximo parto, también con él. Un saludo y gracias por vuestra web, la leí muchísmo antes de parir porque tenía un miedo atroz, y la verdad es que me tranquilizó bastante, el truco de pensar en el dolor como un camino que se acaba lo saqué de vuestra página me ayudó mucho. Ah si un día os animáis, también podráis publicar "relatos de lactancia" porque bueno, yo me encontré con un gine que quería retirarme la leche por un mal diagnosticada mastitis, menos mal que pedí segunda opinión con una asesora de lactancia y bueno, fenomenal, llevo ya casi 5 semanas de lactancia exclusiva y sin problemas.