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Parto Hospital 9 de octubre de Valencia

SABER ES PODER. A lo mejor mi parto, no fue como quise o planeé, pero soy la mujer más feliz y más satisfecha del mundo, porque frente a todo, supe decidir lo que consideré mejor para mí bebé y para mí. Tenía dos opciones: pero al final decidí ir por lo privado al Hospital 9 de octubre de Valencia, con la ginecóloga M. V. V. (previamente habíamos hablado del plan de parto en consulta y me dijo que en principio se podía hacer todo lo que tenía planeado) Tras romper aguas clarísimas a las 9h, llego a las 14h al hospital, (digo que acabo de romperlas), me explora la ginecóloga de guardia y me dice que aún estoy de 1 cm, y que como he roto aguas me van a ingresar. Llamo a C., la matrona que me corresponde, y me dice que está de camino a casa y que si al día siguiente no me pongo de parto que lo inducirá (cosa que me relajó porque me dió toda la tarde y noche de margen). Le pregunto que si no me van a poner monitores o algo para ver si el bebé estaba bien, así que tuvo que volver para ponerme los monitores. Mientras me pone los monitores, le comento que quiero parir sin epidural y de pie. Y me dice que “ella no se iba a agachar a recoger al bebé” yo le digo que V. y yo habíamos quedado en eso, la llama delante de mí, se lo comenta, y no sé qué le responde V., aunque yo me imaginé que le dijo que se ocupaba ella. A los 5 minutos se va a su casa y la ginecóloga de guardia viene a los 20’, firma los monitores y me dice que está todo bien. Nos vamos mi pareja y yo a la habitación, me dicen que como hasta por la mañana no iba a parir (en teoría) que me iban a traer una merienda suave. Mí marido fue al Carrefour y me compró unos macarrones (error porque luego estuve acordándome de los macarrones toda la tarde) Bajamos la persiana, pusimos incienso y al rato empecé con contracciones duras, a las 20h llamé a la matrona y le dije que las contracciones ya eran fuertes y regulares, me dijo que como no quería epidural que ella no tenía nada que hacer, así que asumo que eso es normal y al rato me vuelve a llamar, las contracciones eran tan intensas que le dije que por favor viniera, cuando llegó sobre las lo 21h me exploró y estaba de 6 cm así que bajamos a dilatación. Ahí ya me había convertido en un animal, lo que me decía todo el mundo me entraba por un oído y me salía por el otro, empecé a seguir mi instinto de una manera que no sabía que existía… C., la matrona, intentó ponerme los monitores. Entre contracciones algo podía hacer, pero cuando llegaba la siguiente me empezaba a revolver y me quitaba todo lo que me ponía, así que C., desesperada porque yo no le dejaba hacer su trabajo, me recriminó mi decisión de no querer epidural: "yo no entiendo la moda nueva ésta de todo natural". Empezó a rellenar una hoja amarilla y a preguntarme datos, yo le respondía como podía.. Al rato intenta ponerme los monitores y a explorarme para ver de cuántos cm estaba. Cómo me hacía daño le dije que se fuera, así que se indignó y mi pareja y ella empezaron a discutir fuera de la sala. Entonces llamó a V., la ginecóloga. Cuando llegó yo ya estaba de 10 cm! Le recordé lo de parir de pie y me dijo que no podía ser, que habíamos quedado en dilatar de pie, pero no en parir de pie, "que eso se hacía antiguamente y en la jungla" a mí, en ese momento, ya me temblaban las piernas y yo lo único que quería era empujar y que el bebé saliera. A parte, al no haber monitorizado nada, no sabía si el bebé estaba bien o mal. Accedí y me puse en el potro. Ya en el potro empiezo a empujar, al poco mi pareja me dice que le ve la cabeza, así que la ginecóloga me dijo que si podía usar un kiwi, yo sabía que en esa posición el bebé se podía encajar, las contracciones eran muy fuertes y sólo quería que saliera, así que accedí, empujé dos veces con el kiwi, en apnea y mi bebé salió a las 23:30h! Todo perfecto, dos puntos internos, un bebote precioso y a los 2 días en mi casa. Un problema de pérdida de peso 9% y extreñimiento severo del bebé, provocados por mal agarré y mi inexperiencia en la lactancia (nadie me aconsejó bien) me llevaron a urgencias a los 4 días, cosa que se arregló con una asesora de lactancia, unas matronas de mi centro de salud pública de Bétera maravillosas, y muuuucha paciencia. Mi conclusión es que en mi ginecóloga V. V. y su equipo son súper profesionales a la hora de hacer lo que se ha venido haciendo, pero que a lo mejor, en cuanto a nuevas tendencias de parto normal o natural les falta actualizarse, esto no quita que ante cualquier adversidad su experiencia es un valor añadido y eso da mucha tranquilidad. Aparte no vendría mal algo de asesoramiento a la lactancia más eficiente tras el parto en el 9 de Octubre. Yo me siento muy orgullosa, el parto me dolió mucho, pero ya no me acuerdo del dolor y sé que actúe en base a mí instinto, sin miedo porque en todo momento más o menos sabía qué me estaba pasando, me gusta ver sólo lo positivo para guardar un recuerdo bonito y empoderador.