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Parto en Valdemoro, Madrid

Hace poco he dado a luz a mi hija en el hospital de Valdemoro; estábamos dudando entre ir a Valdemoro o a Móstoles; ambos tienen plan de parto respetado, algo primordial, y finalmente por cercanía acudimos a Valdemoro.

Nunca habíamos estado en este hospital, yo ni sabía que existía, lo conocí por un documental de partos que vi en Youtube, donde salía una matrona que trabaja en él, busqué información y me lo apunté como opción.

Desde que llegamos la atención fue perfecta; las personas que había en el mostrador para tomar nota de la urgencia fueron encantadoras, el celador que me llevó hasta el área de obstetricia muy amable, la primera matrona que me tomó los datos y me puso monitores igualmente, y la segunda matrona, que vino a recogerme para decirme que me ingresaba, fue lo mejor que me pudo pasar. Una matrona joven, con voz tranquilizadora, explicándome en todo momento lo que íbamos a hacer… Ella iba a ser mi matrona, la que atendería mi parto. Estuve en casa con contracciones fuertes desde las 12 de la noche hasta las 8:30 que salimos hacia el hospital; ya sabía por mis anteriores partos que lo mejor que podía hacer era aguantar en casa lo máximo posible para intentar llegar al hospital dilatada; no quería que me pusieran oxitocina, en el segundo parto la tuve y fue lo peor; tampoco quería epidural, aunque eso ya se vería con la evolución. Al llegar al hospital estaba de 3cm y el cuello borrado, así que esas 9 horas habían servido de algo; me ingresaron porque tenía contracciones cada 3/4 minutos y bastante intensas. Nos dejaron en una habitación muy amplia, donde se dilata y se da a luz; cada cierto tiempo venía la matrona para ver qué tal iba, ofrecerme una ducha, la pelota de pilates... y nos volvía a dejar solos. Agradezco enormemente esa tranquilidad de una habitación solo con mi marido, es la mejor manera de llevarlo. Me duché, usé la pelota y al rato la matrona me dijo que estaría un rato tumbada con monitores para ver qué tal estaba la peque y cómo iban las contracciones. Esa hora se me hizo eterna porque sobrellevar las contracciones tumbada es lo peor, no puedes moverte y duelen mil veces más. Al cabo de la hora le pedí a mi marido que la llamara para que me quitasen los monitores y poder ir al baño; me los quitó sin problema y me dijo que volvería en un rato. Otra ducha... contracciones cada 2/3 minutos súper fuertes, ya me costaba encajarlas... En ese momento, serían sobre las 12:00, le dije a mi marido: -"que venga la matrona a explorarme, como siga estando de 3 cm pido la epidural porque ya no puedo más, estoy agotada"-. Estaba de 8 cm.!! Eso fue un subidón enorme, de verdad. La matrona fisuró un poco la bolsa en un tacto y al poco tiempo empezaron las ganas de empujar; me decía que hiciera lo que me pidiera el cuerpo; así que estando de pie si queria empujar empujaba. A partir de ese momento fue todo muy rápido, me propuso varias posturas, el dolor era insoportable, al final me tumbé, primero de lado, luego hacia arriba, en cada contracción empujaba más y más... costó mucho, pero al final, cuando pensé que no podía soportar más dolor, pude tocar su cabecita, y al cabo de 3 o 4 empujones más salió. Conseguí el parto que quería, sin epidural, respetado y en un ambiente relajado. En el tramo final del parto llegaron a la habitación dos persona más, la encargada de neonatos que tiene que estar por protocolo y otra mujer que no recuerdo quién era, lo siento. Ambas encantadoras, respetando el silencio y dándome ánimos y cariño. La parte donde va a salir la cabeza y después los hombros son las partes más dolorosas de todo el proceso, por lo menos para mi, pensé que no podía más y que iba a morir, literal. La matrona aplicaba compresas muy calientes para ayudar con la dilatación. No hubo episotomía, solo un pequeño desgarro natural. Al final hubo un problemilla y la placenta se quedó dentro, en seguida llegaron 2 ginecólogas, la tuvieron que sacar manualmente (nada agradable) y con un ecógrafo comprobaron que no había rastros por dentro. Dos doctoras igualmente amables, rápidas y profesionales. Por este motivo tuvieron que darme antibiótico, así que, me pusieron una vía, había estado sin ella hasta ese momento. La peque nació a las 14:00, nos dejaron piel con piel un buen rato, no se si dos horas, nos llevaron a una habitación y ahí pasamos 2 noches. Todas las pruebas tanto mias como de la niña las hacen en la habitación, la del talón se la hicieron al pecho y creo que es genial porque aunque lo pasen mal están en el pecho y se sentirán algo más seguros. Lo único que no nos gustó fue que para la prueba de los oídos se la llevaron a una sala enfrente de nuestra habitación, por lo visto ya no les dejan hacerlo insitu, pero no supimos porqué; mi marido fue con la peke y se quedó en la puerta "vigilando". Por lo demás todo fenomenal; todo el personal fue súper amable, puedo parecer pesada diciéndolo, pero a veces te encuentras con cada personaje médico... que cuando la gente es profesional y amable, en momento tan delicados, hay que agradecerlo y decirlo. Además en el embarazo se busca mucha información sobre hospitales y así mi experiencia puede servirle a alguien, yo no encontré mucho sobre este hospital, así pues, mi granito de arena queda aquí. Para nosotros el hospital, tanto por instalaciones como por personal, ha sido de 10. La matrona hizo que mi parto fuera como lo planeé (Muchas gracias Sara); fue justo lo que necesitaba, su calma, su empatía, su trabajo... simplemente perfecto. Y mil gracias a mi marido, porque fue el ayudante de la matrona, me daba ánimos en todo momento, me abanicaba, me decía que SI podía... fue mi apoyo 100%. Un saludo a todas! aprovechad el embarazo para informaros de todo, empoderaros, leer mucho, ir a charlas, no dejéis que manejen vuestro parto, es vuestro momento, disfrutadlo y vivirlo como queráis.