624

Parto Edric

Nos habían dado fecha para el 26 de julio pero yo sabía que nuestra cita iba a ser un poco antes de lo previsto.

Teníamos cita con la matrona el día que cumplíamos 38 semanas de embarazo y yo ya llevaba unos cuantos días notando las ganas de salir que tenia mi cachorrito, notaba mucha presión, se ponía la tripa muy dura y dolor “como de regla”, la matrona me dijo que eran los llamados prodromos de parto y que pronto llegaría el momento......que nervios!!!....salí de la consulta y llame a mi pareja, no podía contener las lágrimas de la emoción, el pobre se asustó un poco pero echando por tierra todas mis suposiciones, respiró y fue él quien me calmo a mí .

Ese fin de semana se presentó mi hermana en casa, soy de Madrid y allí tengo a toda mi familia. Estaba tan nerviosa y contenta, llevaba todo el embarazo con muchas ganas de enfrentarme a ese momento llamado parto, no lo esperaba con miedo, para nada!!, lo que sentía era más bien intriga: como sería? Como iba a reaccionar cuando viese a mi hijo?me sentiría “madre”?aguantaría el dolor?como iba a reaccionar mi pareja?.....un mar de preguntas, el único miedo que tenía era que le pasará algo a mi pequeño...

Mi hermana se fue el lunes y todavía no había ni rastro de parto activo, llegó el martes, nos fuimos a la cama y esa noche necesitaba mimos y abrazos, nos dormimos abrazaditos hablando de cómo sería nuestro pequeño y al poco tiempo mi pareja empezó a encontrarse mal, tan mal que se fue al sofá un rato....y ahí, en ese momento, empezó todo!!

Era cerca de las 3 de la madrugada y note un dolor que me recorrió desde el ombligo a las ingles y de ahí hasta las rodillas, sentí como un latigazo hasta los riñones. Me acuerdo que me reí pensando que el momento había llegado y que mi chico se había puesto de parto antes que yo!!...seguí en la cama hasta las 5,30 pero la verdad es que los nervios me podían más que el dolor y me levanté a desayunar, me acerqué a despertar a mi pareja Y le dije que se fuese a la cama mejor porque el día que venía iba a ser largo, estaba tan dormido que ni me presto atención y se fue a la cama, yo me preparé una infusión de hojas de frambueso (parece ser que ayudan en la dilatación y en el trabajo de parto) y unas tostadas con aceite para coger fuerzas (tenía muchísima hambre, el cuerpo es muy sabio!). A las 6,20 estaba sentada en mi pelota de pilates cuando noté que se me escapaba líquido, me levanté corriendo y empezó a salir más y más liquido, empecé a llamar a mi chico gritando y entre medias lloraba y me reía sin parar, (os describo la imagen, yo en albornoz con las piernas separadas gritando, riendo, llorando, la cocina llena de “agua” y el perro que miraba al suelo y me miraba a mí en plan : te estas meando en casa y a mí no me dejáis?, la gata maullando....casa de locos!!). Recogimos todo, nos vestimos y nos fuimos de paseito, luego montamos la “comuna hippie” en nuestra habitación (hacemos colecho y juntamos nuestra cama de 135 a una de 90), hicimos pasta a la carbonara para comer y nos quedamos dormidos hasta las 4 de la tarde, había seguido con contracciones pero muy espaciadas, me desperté de la siesta y el dolor era más intenso y cada menos rato, así que me fui a la ducha y a las 6 nos fuimos para el hospital porque notaba tanta presión que no podía ni andar. En el hospital me ingresaron (con bolsa rota no te dejan salir) y solo había dilatado 1 centímetro, el peque estaba muy abajo y haciendo fuerza por donde no podía salir, de ahí la presión que yo notaba. Me ofrecieron oxitocina y epidural pero nos negamos mientras que el peque estuviera bien, así que nos llevaron a la planta de maternidad con todas las mamás y sus recién nacidos (mala opción porque se me paró el parto por completo), me hicieron dos tactos durante la noche y seguía igual, yo sabía que iba a contrarreloj (protoCULOS hospitalarios) me estaba poniendo tan nerviosa que hasta acabé vomitando, entonces me metí a la ducha de la habitación y como tantas veces había ensayado en casa, empecé a respirar profundamente, a visualizar a mi pequeño, a proyectar el parto que quería y a poner en práctica todo lo que había leído....conseguí dilatar hasta 3 en poco tiempo, y al final acepté que me pusieran oxitocina (me estaba agotando porque no me dejaban comer y sabía que si tardaba no iban a respetar mis tiempos) lo acepté siempre y cuando me dejasen ver cuanta dosis me ponían y que fuera lo más lenta posible, me ofrecieron la epidural varias veces diciéndome que no aguantaría las contracciones de oxitocina sin epidural, ellas no sabían que esa frase me empoderaba más, tenía ganas de decirles SOMOS HEMBRAS MAMÍFERAS, CUÁNDO HABÉIS PERDIDO VUESTRO INSTINTO?.

A las 3 del mediodía estaba en 5, gracias a las risas con las matronas y a la mano derecha de mi pareja se me pasó el tiempo volando y de repente me entraron unas ganas tremendas de empujar, me hizo un tacto la matrona y oí “estás entera ahora toca empujar porque tu peque ya está aquí “ oí a mi chico decir “le veo la cabeza cari!”.....de repente tenía tanta fuerza que creo que hubiese podido parir un elefante!!en tres pujos tenía a mi bichito encima, calentito, escurridizo y perfecto, pero yo estaba muy cansada y dolorida, vi a mi chico llorar, mire a mi bebé y me emocioné pero pensé “no siento nada tan maravilloso como lo que cuentan, no voy a querer a mi hijo”....fueron unos momentos muy difíciles, eran las 8 de la tarde, llevaba mucho tiempo de parto, mucho tiempo sin comer, tenía a una matrona encima empujando mi utero para que saliera la placenta, me hacía un daño brutal, mi cuerpo llevaba 12 horas recibiendo oxitocina artificial, me estaban cosiendo los pequeños desgarros que tenía, estaba muy cansada...solo quería estar sola con mi bebé y mi chico, necesitaba mi tiempo para enamorarme. Sentí como me robaron ese momento mágico....pero al llegar la noche, a oscuras y en la cama con mi pareja y mi bollito...ME ENAMORÉ Y ME ENAMORÉ HASTA LAS TRANCAS.

Sin ti, mi amor, no hubiese podido hacerlo, fuiste un compañero excepcional, mis ojos, mis manos, mi apoyo, mi voz....te elegiría mil veces más!gracias por escucharme durante todo el embarazo, por aprenderte todo lo que no queríamos y el porqué no lo queríamos y gracias por luchar cuando yo casi me rendía. Te amo, os amo!

Gracias a Sílvia, por ese curso de AIPAP y ese apoyo incondicional! Gracias a mi matrona Feli por transmitir esa calma durante el curso preparto y gracias a la matrona de Txagorritxu que estuvo conmigo de principio a fin (no recuerdo tu nombre, sé que estabas de prácticas muy lejos de tu familia...sigue así por favor, vas a ser una gran matrona, te deseo lo mejor). Y a todas vosotras que estaréis cerca de vuestro momento, VOSOTRAS PODÉIS!que nadie os diga lo contrario, con epidural, sin epidural, con oxitocina, sin oxitocina....escucharos a vosotras mismas, a vuestro cuerpo y a vuestro pequeño, la naturaleza es sabia!!