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Parto de Laura. Nacimiento Eugenia

Para mi segundo parto (Eugenia, mayo de 2014), volví a contar con el mismo ginecólogo pero tuve la inmensa suerte de contar con una nueva matrona que me ayudó a tener el parto que quería. También presenté plan de parto en la clínica. Empecé con contracciones por la mañana el último día de la semana 41, mientras paseaba a Luis. Esta vez mi ginecólogo me había retrasado la fecha de parto 6 días, así que comparando con la FPP inicial me encontraba a dos días de cumplir la 42. Eran intensas pero nada regulares, así que no les di demasiada importancia.
Esa misma tarde tenía test basal en la clínica y al terminar le pedí a mi matrona que me examinara. Estaba de 3 cm. Me puse muy contenta.
Me mandó a casa para que me organizara y me advirtió que Eugenia muy probablemente nacería durante la noche. Por la tarde no noté más contracciones hasta que me acosté con Luis para que se durmiera. Amamantándole tuve 4 o 5 contracciones muy dolorosas, que aguanté estoicamente para no despertarle :) Seguí con contracciones pero bastante irregulares en intensidad y duración durante una hora. Me levanté, paseé, y a la 1:00 desperté a mi marido, ya que prefería ir a la clínica para que me explorasen. Llamamos a la matrona y me duché, al salir de la ducha empecé a temblar, tenía mucho frío. Después de algunas contracciones más me vestí y bajé a la calle, mi marido me esperaba con en coche en marcha.
A la 1:30 estábamos en la clínica. Estaba de 8cm, así que tras ponerme el camisón, caminé hasta el paritorio en medio de contracciones que superaba poniéndome en cuclillas.
En el paritorio bajaron las luces y me trajeron la pelota de pilates, que fue un gran alivio. También aspiré óxido nitroso, que me aliviaba los picos de dolor de las contracciones. Rompí aguas, tenía muchas ganas de empujar. Me sorprendió y fascinó la fuerza tan poderosa de mi cuerpo pariendo. Me subí a la cama, llegó el ginecólogo. No podía empujar, la contracción se apoderaba de mi pero no era capaz de dirigir la fuerza. Hasta que me bajé de la cama y me puse en cuclillas. Mi marido me sujetaba. En tres empujones nació Eugenia, preciosa, gordita y un poco morada. Eran las 2:38. Me pusieron oxitocina para expulsar la placenta. El cordón lo cortaron cuando dejó de latir.
Eugenia cogió enseguida el pecho y pasamos la noche juntas, hasta las 7 de la mañana que vinieron a revisarla. Pesó 4.090kg y midió 54cm. Si me dicen lo grande que iba a ser hubiese entrado con bastante miedo al paritorio. Tuve un pequeño desgarro que está curando muy bien, sin dolores, aunque el momento de los puntos fue bastante desagradable, y también el dolor de pelvis de las horas de después, que se fue con analgésicos.
Fue el parto que había deseado: sin anestesia, rápido, con poco dolor... Y fue posible gracias a la labor de las matronas que me atendieron, maravillosas profesionales que supieron acompañarme, protegerme y respetar mi parto. Ver primer parto.