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Parto de Esperanza. Nacimiento de Modesto. Hospital La Inmaculada, Huercal- Overa, Almería. 2006.

Eran las tres y media de la madrugada, aproximadamente, del día 24 de julio de 2006 cuando note un fuerte cabezazo en la vejiga y sentía la sensación de querer orinar, pero no tenía fuerzas para levantarme, de pronto note como fluía el liquido amniótico fuera de mi, así que ya sabíamos que era hora de encaminarnos hacia el hospital, y así fue, media hora mas tarde (o sea, a las cuatro de la mañana) llegábamos al hospital donde inmediatamente nos acompañaban hasta el paritorio para controlarnos tanto al bebe como a mi en monitores, después de una hora conectada al “monitor” me comunicaban que todavía no había contracciones de dilatación y por tanto el trabajo del parto aun no había comenzado, pero que al haber roto “la bolsa” permanecería ingresada hasta la hora del parto y que a las nueve de la mañana me volverían a controlar en monitores para ver si habían contracciones y dilatación, así que me asignaron la habitación y a esperar para ver si a las nueve de la mañana mi niño tenia ganas de empujar y salir para que lo conociéramos.

Pues bien, llegaron las nueve de la mañana y seguía sin haber dilatación y se me comunica que a las doce de la mañana se me haría el ultimo control y si en este no había dilatación se me suministraría un cuarto de pastilla para provocar la dilatación y si esto no surtía efecto se me pondría un suero con oxitocina, y efectivamente llegaron las dos de la tarde después de controlarme en monitores durante hora y media aproximadamente, cuando me introdujeron el cuarto de pastilla, el cual surtió el efecto esperado y comenzó definitivamente el trabajo del parto (contracciones con dilatación), mientras escuchaba en la sala de dilatación de al lado a otra madre dando gritos que me ponía de los nervios, vino una matrona y me dijo que estaba con 5cm de dilatación y que si quería ponerme la epidural a lo cual yo me negué rotundamente, estas contracciones fueron aumentando en intensidad a la vez que se acortaban en el tiempo.

Luego entro otra matrona, que sería la que después me asistía en el parto, y me dijo que estaba de 8 y solo había pasado media hora, a partir de este momento ya no estaba a gusto de ningún modo el dolor parecía ya insoportable, sentía ganas de hacer de vientre al oír esto la matrona (Sara Sánchez), a la que estaremos agradecidos siempre por su profesionalidad, estuvo en todo momento pendiente de cada movimiento que hacia ya que sabia que el niño estaba a punto de descender y comenzar su viaje desde mi vientre hasta mis manos, la matrona me ofreció la posibilidad de tener al niño sentada en un taburete y me desaconsejó que me pusiese la epidural ya que el proceso de dilatación estaba prácticamente hecho con lo que ya solo quedaba sacar a mi hijo de dentro, yo le informe que era alérgica a determinados medicamentos y que no quería que se suministrase ninguna medicación.

Así que sentada ya en el taburete, prácticamente en posición de cuclillas, de repente sentí la necesidad de “empujar” a mi bebe hacia fuera, lo mejor es que en esta situación entra la primera matrona a querer pincharme un antibiótico (amoxicilina) al cual yo le tengo alergia así que la mande un poco lejos (de lo cual pido disculpas), la matrona que me asistía cerro la puerta, ya que cada vez que alguien se asomaba yo me ponía muy nerviosa.

Cada vez sentía mas fuera a mi bebe yo me tocaba y sentía parte de su cabeza, de nuevo se volvió abrir la puerta y eran parte del personal para decirme que iba a perder la garganta de tanto gritar y también las mande de paseo (de lo cual también tengo que pedir disculpas), mientras la matrona me iba dando una crema, posiblemente vaselina, para facilitar la salida del bebe y mientras yo tomaba fuerzas para el siguiente empujón, le pedía ayuda a la matrona porque ya creía que no me quedaban fuerzas para empujar, pero la matrona me decía que yo podía que empujase una vez mas, y una vez mas se abría la puerta de la sala de dilatación y era mi cuñada, en este momento justo al abrirse la puerta di el empujón definitivo por el que mi niño salió definitivamente al mundo y lo pude coger entre mis brazos, la matrona le dijo a mi cuñada que entrase por la otra puerta, mientras la matrona cortaba el cordón umbilical, y esperábamos a que la placenta saliese, lo que sucedió unos minutos después, ya solo quedaban que me diesen unos puntos en el periné por un pequeño desgarro y que limpiasen al niño, lo pesasen, midiesen, etc.

Todo fue perfecto.

Y así nació mi hijo un 24 de julio de 2006 a las 16:40 horas con 3 kilos y 810 gramos.


Le estoy muy agradecida al personal del Hospital La Inmaculada de Huércal - Overa (Almería). La matrona es parte de nuestra familia ya que nos facilitó el camino para nuestro hijo Modesto

Un abrazo para mi santa SARA.