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Nacimiento de Diego

Os cuento mi parto de manera resumida.

Comencé con contracciones el 15 de junio a las 6:00 de la mañana. No eran contracciones normales, eran diferentes a las que llevaba sintiendo los últimos meses de embarazo. El parto iba a ser en el hospital Puerta de Hierro de Madrid. Una antigua compañera de Juan, el papá, es matrona allí y decidimos ponernos en sus manos. Sobre las 9 de la mañana la llamamos para preguntarle qué debíamos hacer. Nos aconsejó que si no cesaban las contracciones fuésemos con calma al hospital para ver si era trabajo de parto o no. Llegamos sobre las 12 allí y me hicieron un tacto que luego me enteré que además me hicieron una Hamilton. Estaba de 3 cm, así que me ingresaron y me pusieron monitorización y una vía. Sobre las 16 de la tarde estaba de 4-5 cm. Entonces La matrona me dijo que estaba dilatando muy lenta y que a ese paso llegaría muy cansada al expulsivo. Me propuso romper la bolsa. Me avisó que las contracciones serían un poco más intensas. Yo confié en sus palabras y me dejé romper la bolsa. Las contracciones no fueron un poco más intensas, fueron demasiado intensas, pude aguantar hasta 6-7 cm y al final tuve que pedir la epidural que no quería en un principio puesto que yo quería un parto natural.

A partir de ahí es todo como un sueño o pesadilla. Me dormí mientras dilataba hasta 10. Después cuando Diego ya coronó de repente me pusieron los pies en alto y tumbada. Le pedí a la matrona estar sentada pero me dijo que no. Me dirigían los pujos porque yo no sentía gracias a la epidural cuándo debía empujar. Y no lo estaba haciendo bien porque de repente dijo: una kristeller. Y yo en mi mente pensé: no quiero una kristeller. Pero no tuve fuerzas de contradecirla. Una chica joven apoyó su brazo en lo alto de mi barriga y me dijo: te voy a ayudar un poco. Y me hizo un daño! Menos mal que solo lo hizo una vez. Luego fueron espátulas y no sé ni cómo conseguí empujar a Diego fuera. Después ya me dejé hacer de todo. Tuve un desgarro II así que me cosieron mientras un señor muy desagradable me manoseaba la tripa. Pero todo me daba igual porque tenía sobre mi pecho a la cosita más bonita del mundo. Al principio pensé que mi parto no había estado mal, pero con el paso de los días iba recordando y me sentía identificada con el protagonista del corto Por tu bien. Me arrepiento de no haberme informado más acerca del proceso y de haber roto la bolsa sin confiar en mi capacidad para parir. Me arrepiento de no haber dicho que no a la kristeller sabiendo en qué consistía, pero no sabía que era tan peligrosa!! Me arrepiento de no haber involucrado más a Juan en nuestro parto porque pensaba que era mío. Él siempre ha estado dispuesto a hacer lo que yo le diga, pero nunca ha tenido esa iniciativa. Me arrepiento de haber confiado en una persona que se suponía cercana pero con la que nunca hablé de su postura en cuanto a ciertas cosas. Y ella sabía que yo buscaba un parto natural. Cómo me recomendó entonces romper la bolsa!!! El tiempo.....Tampoco puedo asegurar que si no hubiese roto la bolsa y hubiese dilatado lentamente, cómo hubiese terminado todo. Quién sabe..... Bueno, ya no puedo cambiar cómo fue mi parto pero estoy decidida a cambiar los partos de muchas otras mujeres. Que puedan ser protagonistas de su momento y no marionetas y números al servicio de otros. He de decir también que los dos días que pasamos ingresados fueron una maravilla. Todo el personal del hospital fueron muy amables y me ayudaron mucho con la lactancia materna. Y me quedo con lo bueno: Diego está con nosotros y nos enamora cada día más!