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Nacimiento de Álvaro, historia de María Isabel. Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas, 18 de agosto de 2009

Conocí vuestra página gracias a la información que la matrona nos fué dando en las clases de preparación al parto. Estuve mirándola y vi los vídeos. Mi parto estaba a término el 17 de septiembre de 2009 y me parecía interesante ver algunos partos; vi uno en una silla de partos, otro en la bañera de partos y la verdad es que me quede un poco acongojada; me retorcía en el sofá de casa pensando que pronto me tocaría pasar por ese gran dolor y la verdad, tenía mis dudas sobre si iba a ser capaz de hacerlo y sobre todo sin epidural, porque al no ser que el parto fuera mal, yo no me la quería poner.

La matrona durante el curso nos iba informando sobre que existe un plan de parto donde puedes expresar todo aquello (que sea viable) para que llegado el momento del parto todo sea mejor tanto para la madre como para el bebé. Todo aquello me hizo pensar que si tenemos unos derechos, por qué no hemos de pedirlos. Yo estaba preparándome para redactar dicho plan de parto. Llegó el día 18 de Agosto a esto de las siete de la mañana y me levanté al servicio; al levantarme me dio un dolor, algo que me pareció raro; empecé a dar paseos a lo largo del pasillo de casa; al poco tiempo me senté en el sofá y empezó a caer una especie de agua por mis piernas (a lo cual me extrañé más todavía), seguí paseando; al poco fui al servicio y encontré dos gotitas de sangre, (a todo esto ya hacía rato me daban dolores muy de seguidos pero me extrañó aún más porque yo pensaba dónde estaban las contracciones que se paraban y no volvían, hasta podría ser días después...) con lo que ya decidí avisar a mi pareja para decirle que nos íbamos al hospital; él decía que creía que nos estábamos precipitando (menos mal que nos fuimos porque si no, hace él de comadrón). Llegamos al hospital a las 7:50 h.; me metieron en monitor; estuve allí hasta las 9:15 h cuando me hizo una exploración vaginal la matrona que en principio me iba a atender; ya estaba de 6 cm. con lo que me mandaron para la sala de dilatación, y allí me quedé, no conocí el paritorio. Pedí la silla de partos, pero estando en la sala de dilatación y sentada en una hamaca, vi que no estaba cómoda y decidí tirarme al suelo y ponerme de rodillas. Así fue como parí; eran las 10:20 h de la mañana de un precioso, pero inesperado día 18 de agosto de 2009, un mes antes de lo previsto. Así llegó nuestro hijo Álvaro al mundo. No puedo dejar de decir que tuve un parto maravilloso y que me lo hizo muy fácil la matrona que me atendió, se llama Salomé y espero que todas las matronas dejen, como ella, que la mujer adopte a la hora de parir, las posturas que para ella sean más cómodas, y le permita a la mamá todo aquello, que dentro de lo que pueda ser viable en un parto que venga sin complicaciones, todo aquello que le haga ese momento más especial aún. Yo pude utilizar la pelota, el monitor móvil, me puse de pie hasta que expulsé la placenta, dejó que el cordón umbilical siguiera uniendo a Álvaro y a mi hasta el momento que dejo de latir, me puso el cd de música que yo había preparado en casa para ese momento, pedí la silla de partos (aunque luego no fuera utilizada al igual que la pelota ni el monitor móvil); me hizo, insisto, un parto más especial si cabe.

Sé que a lo mejor me he extendido demasiado, pero para mí fue muy especial; y nunca habría imaginado la experiencia así, ni por ser madre primeriza ni porque creía que iba a tener el parto que quise.

Estuve en la reunión del pasado sábado aquí en valdepeñas y me emocioné al recordar el parto y contarlo a los asistentes (entre los que estaba "mi matrona").

Espero que cada día se animen más mujeres a pedir todo aquello que les sea mejor para el parto, para SU parto y que también los profesionales se "reciclen" en ese aspecto.

Muchas gracias por todo y espero que nos veamos en la siguiente reunión.

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