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Mi parto y sus complicaciones

La verdad que siempre he querido contar todo lo que me pasó, y al final me he decidido.

El parto me parece algo fascinante y lo más bonito que le puede pasar a una mujer. Yo empecé con contracciones a la 1 y media de la mañana y me tumbé en la cama intentando dormir, ya que me creía que me dolía porque me había sentado mal la cena. El caso que a las 8 y media cuando se levantó mi pareja para ir a trabajar, le comenté que me dolía mucho la tripa, entonces al intentar incorporarme rompí aguas, nos fuimos para al hospital, y la verdad que todo el miedo que tenía durante el embarazo sobre la hora de parir se me pasó.

Iba feliz al hospital. Cuando llegué, me dijo la matrona que ya estaba de parto, que ya había dilatado. Llegué a las 9 y media y a las 12:45 estaba dando a luz. Todo iba genial, mis contracciones, los latidos del bebé. Empecé a empujar sin apenas el efecto de la epidural y todo iba bien, quitando los 5 últimos minutos que de repente los latidos del bebé bajaron. Empece a darme cuenta que la doctora se empezó a poner nerviosa, mis contracciones ya no eran eficientes, le sacaron con ventosa, y el bebé nació perfecto. Casi pierdo el conocimiento, y sangré mucho, me l o comentó la dra, pero no le dio importancia.

Cuando llegué a la habitación me empecé a quejar de un dolor en un lateral de la tripa, pero ellos me decían que estaba todo bien. Me di cuenta q algo pasaba, mis pulsaciones eran muy altas y no bajaban, no podía ponerme casi de pie y me faltaba la respiración, me empezó a dar fiebre, veía q pasaban los días y no me daban el alta. Una noche me entró un dolor en la tripa que no era capaz de aguantar, me puse a gritar, me pusieron un montón de analgesicos, y al final un derivado de morfina y nada. Me decían que eran gases que tenía que andar. Lo intentaba, pero no podía.

Al día siguiente me bajó un poco el dolor, y a la semana decidieron hacerme un tac, a la media hora se presentaron un montón de médicos y me dijeron que había que meterme a quirófano de urgencia, tenía roto el utero y no sabían si me lo tenían que quitar. Tenía mucha anemia de la sangre perdida y me transfundieron sangre. Salí del quirófano sin saber si me habían quitado el útero. Para mi alegría me dijeron que no, pero que estaba muy mal, que si hubiese sido un poco más mayor me lo hubiesen quitado directamente.

Empezaron a pasar los días y esta vez me dijeron que tenía el intestino parado, que a veces pasa después de una cirugía abdominal. Me pusieron sonda nasal, y una vía central en el cuello para alimentarme, seguía con fiebre y empecé a tener otra vez anemia, cada vez estaba peor, empezó a dame miedo no salir de ahí, me realizaron otro tac y volvieron a aparecer un montos de médicos y me dijeron que había que volver a operarme de urgencia, pero esta vez no sabía que se iban a encontrar. Pasaba algo en el intestino, tuve miedo, pero sabía que no me quedaba otra.

Cuando desperté de la anestesia tenía unos dolores horrorosos, no los soportaba me estaban poniendo morfina siempre que la pedía. Me dijeron que tenía el intestino perforado, una peritonitis, me quitaron 4 trozos de intestino. La primera hemorragia del utero hizo que se obstruyera y se acabara perforando. A mi bebé no le podía coger, no verla prácticamente. Cuando las pulsaciones empezaron a bajar y la fiebre a desaparecer no me lo podía creer.

Después de un mes ingresada me dieron el alta. Hoy hace un año de todo esto, y sigo de baja, me he quedado mal de la tripa, diarreas todos los días y dolores, no absorbo la comida y me tienen que poner vitaminas. Estoy en tratamiento con antidepresivos, pero estoy mucho mejor y feliz de poder estar junto a mi bebé.

Por cierto, mi pareja me abandonó y dice que cambié a raíz a todo esto que me pasó.

Gracias por escucharme a todo el que lo lea, y aún después de todo esto, volvería a tener un bebé, pero no creo que pueda.