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Mi parto y mi lactancia con coronavirus

Voy a compartir mi experiencia como madre embarazada en el tercer trimestre que se contagió de Coronavirus por si os puede ayudar a todas aquellas que os encontréis en esta situación o tenéis dudas porque pronto daréis a luz. Aunque me han pasado muchas cosas estos días relacionadas con el virus, voy a centrarme en lo que he vivido en mi parto y la lactancia, y los protocolos sanitarios que hoy están funcionando en los Hospitales Materno-Infantiles, en mi caso en Aragón. Embarazada de 35/36 semanas empiezo a tener síntomas leves que duran 10 días y se agravan a partir del séptimo día, me hacen la prueba y me confirman que tengo Covid-19. Al décimo día me ingresan en el Hospital General y estoy hospitalizada 6 días (en planta) durante mi semana 37/38 de gestación (donde me tratan de maravilla todo el personal; son increíbles). En el momento que me hospitalizan me informo de los protocolos sanitarios que se aplicarían y el protocolo de mi Hospital Materno-Infantil de Zaragoza dice que las madres con coronavirus confirmado darán a luz solas, no podremos hacer el piel con nuestro bebé, y al nacer madre e hijo serán separados, la madre irá al Hospital General y el bebé al Infantil a Neonatal el tiempo que la madre esté ingresada por motivo del coronavirus (tiempo indeterminado) o por motivo del parto (en parto vaginal 48 horas; en parto con cesárea 5 días). Yo sólo deseaba terminar mi ingreso, irme a mi casa y dar a luz a partir de la semana 40, así podrían haber pasado los 14 días que hacen falta para que el sistema sanitario te considere curada del virus. Pero todas sabemos que nuestros bebés nacen cuando lo dice la naturaleza y mi chiquitín nació el día que me daban el alta. Cuando empecé con contracciones vino a explorarme por primera vez desde que estaba hospitalizada una ginecóloga para comprobar que estaba de parto (en los días de hospitalización me visitaron médicos/as de urgencias, de medicina interna, y una matrona cada día; pero nunca vino a verme un ginecólogo/a). Me trasladaron al hospital de Maternidad y en la sala de dilatación (se han habilitado dos salas de dilatación de seis para madres con coronavirus confirmado, que no llegan a ir al paritorio), con mi matrona del hospital y una enfermera1 di a luz en 45 minutos a Mario. Nadie más entró, ni anestesista para ponerme la epidural (me dijeron que no daba tiempo), ni ginecólogo/a o pediatra que esperaban todos fuera. Tampoco pudo entrar mi pareja porque no le avisaron de que estaba de parto, yo misma le tuve que llamar cuando había dado a luz para decirle lo que había pasado,nadie le llamó, a pesar de que lo dije tanto en planta como al entrar en el paritorio. Mario lloró nada más nacer, me lo enseñaron, parecía que estaba sano, le cortaron el cordón y me lo quitaron. Por más que preguntaba por mi bebé y que la matrona me trataba de calmar (fue muy cariñosa), me explicaron que se lo llevaban para comprobar que estaba bien y que estaría en Neonatos. Mi parto fue bien, sólo algunos puntos. Ya me pasó con mi primer hijo. Todo bien. Físicamente estaba bien pero psicológicamente estaba muy triste. Volví a mi habitación en el Hospital General, sola y aislada, no sabía nada de mi bebé (la primera vez que lo ví fue 12 horas después por una videollamada que me hicieron el personal sanitario de Neonatos por su iniciativa que eran encantadoras). Siguiendo los consejos de mi matrona de mi centro de salud, empecé a estimularme el pecho para simular que mi bebé estaba conmigo, que estaba mamando. Me estimulaba principalmente con la mano y cuando había pasado un rato seguía con un saca-leches. Alternaba la estimulación del pecho con momentos de descanso (es importante descansar, más aún si te encuentras decaída). En las primeras horas y días tras el parto no sale leche, no llenas el saca-leches, te salen gotitas del calostro (la primera leche), pero nada más. Después de presionar y hablar con todos los médicos, en especial con mi médica de Medicina Interna que me apoyó en todo momento, al final me dieron el alta precoz a las 24 horas, pero tuvimos que esperar otras 24 horas para que le dieran el alta a mi hijo, y por fin nos pudimos ir a casa. Estuve las primeras 48 horas de vida de mi hijo sin poder siquiera verle. Una vez en casa mi hijo y yo tuvimos nuestro primer contacto dándole el pecho (con las medidas de seguridad que debía de seguir durante 14 días después del alta: mascarilla, guantes y, lavarme el pecho antes y después de cada toma). La primera toma fue complicada porque no cogía el pecho, es como si le costase "entender" que tenía que succionar con fuerza para sacar la leche, chupaba el pezón y succionaba pero con poquita fuerza, aún así seguí intentándolo. En la segunda toma, pasó algo parecido aunque yo me estimulaba el pecho masajeándome mientras mamaba y así conseguía que las gotitas de calostro salieran. En la tercera toma, cogió el pecho y estuvo mamando unos 10/15 de cada pecho, y después le dimos el "dedo jeringuilla" o el "pezón jeringuilla" que consiste en preparar biberón y con una jeringuilla dejar que la leche se escurra por tu pezón de forma que le entra en la boca del bebé en el momento que está succionando y así tiene que trabajarse algo más la succión (¿por qué le dí leche de fórmula? En Neonatos le habían alimentado con leche de fórmula cada tres horas dosis de 40ml, y no podía quitársela de repente). siempre primero pecho y después el biberón. Al tercer día mi bebé ya cogía el pecho con soltura y empezó a rechazar la leche de fórmula. Estos consejos me los dieron mi matrona y mi hermana que con su primera hija tuvo complicaciones con la lactancia y salió adelante; yo a mi hijo mayor le di el pecho durante 39 meses pero no tuve prácticamente problemas, siempre es mejor que alguien experto o que haya pasado algo similar te ayude. Estoy feliz porque la lactancia natural ha salido adelante. Estuve 48 horas sin mi hijo y no tenían derecho a quitármelo, además podrían haber causado daños a la lactancia o incluso haberla frustrado. Mi hijo estuvo 48 sin su madre y sin su padre que reclamó que le hicieran la prueba para poder hacer él el piel con piel y poder verle en neonatos. Pero no se la hicieron. ¿Tiene sentido un protocolo sanitario que, a falta de evidencias científicas, lo que hace es separar a la madre del hijo en el hospital los días que la madre esté hospitalizada para luego irse hijo y madre a su casa con recomendaciones positivas sobre la lactancia de madre con coronavirus porque le transmites los anticuerpos a tu hijo? Todos tenemos miedo del virus y hay que extremar las precauciones, pero acaso mi hijo no estuvo expuesto en neonatos a posibles contagios de otras personas asintomáticas o que no supieran que tenían el virus? Solo la madre puede contagiar al bebe? Tan complicado es habilitar habitaciones especiales para madre e hijos con el virus para no separarles? O tan difícil es habilitar una zona para que la madre mientras estén hospitalizados pueda dar de mamar, por ejemplo cada 2 horas al bebé? ¿Se puede entender como trato humano un protocolo que olvida la relación fisiológica entre madre e hijo en el momento del nacimiento? Yo me pongo guantes, mascarillas y me lavo el pecho antes y después de mamar, si hacen falta más medidas las tomo, no quiero contagiar a mí hijo, quiero darle el pecho, ahora más que nunca. Una cuestión personal: mi pareja me ha ayudado y apoyado de forma incondicional. También mi familia en general. También mi matrona. Se necesita apoyo en esos momentos. Lo más importante es que en cuanto tengas dudas consultes a tu matrona, que te rodees de la gente que te apoya y que cuando llegues al hospital les digas con claridad que no quieres que te separen de tu bebé. Porque ninguna madre esté sin su bebé, y ningún bebé esté sin su madre Porque el parto es nuestro Y porque la lactancia natural de una madre con sus hijos es un derecho que no te pueden negar. Un abrazo fuerte María 13 de abril de 2020.