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Mi historia de parto es muy difícil

Leo muchas historias de parto que han sido hermosas y lamentablemente la mía no fue así. Quedé embarazada en agosto del año pasado y estaba muy emocionada igualmente mi esposo, nuestro primer bebé. Empezamos a reunir el dinero para pagar los gastos clínicos ya que vivimos en Venezuela y es sumamente costoso. Tenemos nuestro propio negocio pero por más que trabajamos y trabajamos no logramos completar el dinero y aparte todos los gastos que tuvimos en consultas prenatales, vitaminas y cosas que necesitábamos para la llegada de nuestra bebita realmente se nos hizo sumamente difícil poder reunir el dinero así que tuve que dar a luz en un hospital público, lo cual en este país es lo peor porque te tratan muy mal pero yo rogaba a dios que mi historia fuera diferente a otras que ya había escuchado.

Mi parto iba a ser natural, hasta que en la semana 35 empecé a quedarme sin líquido y la dra que llevaba el control de mi embarazo me recomienda ir al hospital con indicación de cesárea por la complicación, allí me empezaron a controlar y para la semana 37 ya me había quedado prácticamente sin líquido amniótico y me diagnosticaron oligoamnio severo así que mi cesárea fue de emergencia y aquí empezó la pesadilla. Yo era una emergencia pero no tanto como otras 4 mujeres que llegaron después de mi y les hicieron cesárea antes ya que eran más urgentes que la mía. Me internaron a las 11am y me tuvieron desnuda en bata y totalmente incomunicada en una habitación helada con otras 3 chicas más que también iban a cesárea, de vez en cuando iba una dra a revisar el corazón de mi bebita, pasaban las horas y más me desesperaba, no podía comunicarme con mi esposo, me moría del frio, cuando tocaba mi turno el anestesiologo se fue a comer, no sabía cuando me iban a ingresar y mi esposo ya desesperado empezó a preguntar por mi a las enfermeras que veía y ellas no le daban respuesta. Me hicieron la cesárea a las 8pm, hasta esa hora estuve esperando sola, desnuda, sin comer y en una habitación fría. No me permitieron ver a mi niña cuando la sacaron, sólo pude oírla llorar y escuchar que se le llevaban a otro lado. Me sacaron como a las 9pm de quirofano y me llevaron a recuperación, allí pregunté a la dra por mi bebé y me la llevó, fue cuando por fin pude tenerla en brazos por primera vez solo por unos minutos porque estaba temblando del frío y no podía ni sostenerla bien. Cuando dejé de temblar me la volvieron a llevar y la enfermera la colocó encima de mi para que le diera el pecho y se fue. No tenía ni idea de que hacer pero trate de que se pegara al pecho, no podía sentarme, no podía moverme y la bebé no agarraba la tetica así que la deje allí acurrucada encima de mi. Eran las 4am cuando me llevaron a la habitación y esto fue lo peor de todo, por ser hospital público en este país no dejan que nadie se quede contigo, te meten en una habitación con otras mamás y allí tu sola tienes que valerte por ti misma, cuando es cesárea solo te permiten acompañante la primera noche y debe ser mujer, así que se quedó mi hermana conmigo. Mi esposo conoció a la bebé mientras me trasladaban y lo que es su derecho como padre, como ser humano es conocer a su hija, a su bebita que espero con tantas ansias pues para la enfermera era un favor y le dijo: te voy a dar 5 minutos para que conozcas a tu hija solo porque has estado aquí todo el día esperando por ella. Así, uno de los momentos que se supone iba a ser el más feliz de mi vida se convirtió en un recuerdo tan doloroso que me acompaña día a día, no pude ni ver, ni abrazar a mi esposo en 3 días que me obligaron a estar hospitalizada allí porque no había pediatra que le diera el alta a mi bebé. Estuve en una habitación con 11 mujeres más y sus bebés, no había aire acondicionado, no había intimidad de ningún tipo ni una cortina y aparte todas compartíamos el mismo baño. Sufrí mucho maltrato por parte de las enfermeras, de noche no había personal así que pasábamos las noches a la buena de dios con nuestros bebés. Fue la experiencia más terrible de mi vida no hallo la forma de superar tanto dolor. Sólo doy gracias a dios por mi bebita sana y siento que somos sobrevivientes