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La llegada de Santino, relato de Vivian

La llegada de Santino, así tal como fue, no hubiera sido posible sin la llegada de su hermano, Joaquín, 3 años y medio antes.

Durante la gestación de Joaquín me asomé a un mundo totalmente nuevo para mí a través de, entre otros medios, grupos de facebook donde se compartía información sobre profesionales, instituciones, lactancia, fisiología, etc. Descubrí que era muy poco lo que sabía al respecto y todos esos temas rápidamente se convirtieron en mi foco de interés a partir de allí.

El embarazo de Joaquín fue super sano, pero lamentablemente, finalizó en una innecesaria…

Meses antes de llegar el test positivo anunciando la llegada de Santino me propuse conocer algunos obstetras que encontré recomendados en los grupos y ya supe quien nos iba a acompañar cuando llegara el momento.

El positivo llegó por suerte muy rápido y transitamos un embarazo muy sano.

Con 38,2 semanas de gestación, viernes 28/04/17 amanecí en un día agitado...fui a retirar los resultados del laboratorio del último trimestre, me reuní con el jefe de neo del sanatorio para conversar sobre su modo de trabajar y mis deseos respecto de la llegada de Santino y visite a una amiga recientemente madre. Ya durante todo ese traqueteo tenía contracciones espaciadas a las cuales no di mayor importancia.

Aproximadamente a las 15:30 volví a casa y me dispuse a acostarme hasta que llegara mi hijo mayor del jardín. Las contracciones siguieron de forma irregular y dolían en la zona lumbar especialmente.

Hacia las 22 hs, al ver que las contracciones seguían, decido bajarme en el celular una app para así poder registrarlas y tener una vaga idea de cada cuanto venían. Eran cada 5/6 minutos y duraban en promedio 30 segundos. Dolían en la zona lumbar y también en la zona de la pelvis.

Junto con mi esposo pasamos la noche controlándolas dormitando entre una y otra. Cada vez que venía una contracción me despertaba de mi somnolencia... prácticamente no dormí nada.

Aproximadamente a las 4 de la mañana, en una de mis frecuentes visitas al baño, pierdo el tapón mucoso. Fue genial haberlo visto por primera vez en vivo y en directo!!! Y fue una luz de esperanza ya que todas esas contracciones estaban logrando el objetivo.

Como a las 6 am decidimos con mi esposo avisarle a nuestra doula las novedades. Ella nos sugiere descansar lo más posible y hacer algún baño de inmersión o ducha para ver si las contracciones seguían del mismo modo.

A media mañana, cuando mi hijo mayor se despertó, aproveche a meterme en la bañera y él se quiso bañar también. Así que sin querer, de algún modo, hicimos un ritual de despedida de ser hijo único.

En la bañera las contracciones se espaciaron un poco pero al salir continuaron con la misma frecuencia y por momentos, algunas eran más intensas, con lo cual decidimos pedir a mis padres vinieran a buscar a Joaquín y pedir a nuestra doula venga a casa.

A pesar que una vez que pasaba la contracción yo estaba como si nada. Ambos pensábamos que al cabo de unas horas ya estaríamos como para irnos al sanatorio... Que ilusos!!

Joaquín se fue con los abuelos, nuestra doula llegó a casa y seguimos así por horas... en la ducha, sentada en el inodoro, acuclillada, sentada en la pelota, etc. Pasándolas una a una.

Llega la tarde/noche del sábado y creemos conveniente avisarle a la partera las novedades, solo para que estuviera al tanto ya que mi estado era igual. Una vez que pasaba la contracción yo estaba como si nada fuera. Parecía que el proceso iba a durar muchas horas más en tanto no se pusiera aun más intenso.

En la mañana del domingo, ya haciendo 1 día y medio aprox. que todo había comenzado, decidimos encontrarnos en el sanatorio con la partera para chequear Santi estuviera bien y ver cómo iba mi dilatación.

Dejamos super en claro a la partera que si todo estaba ok y mi dilatación era poca volvería a casa.

A las 12 hs nos encontramos con ella, Santi estaba perfecto y mi dilatación en 7! Nadie lo podía creer... ni la propia partera que de ver mi estado nunca lo hubiera sospechado. Si bien la noticia me alegro también me genero mucha ansiedad respecto de cuando me empezaría a pasar eso de irse a "planeta parto"... eso de perder la conciencia que leí miles de veces en diversas notas, artículos y relatos.

Me interné en la misma habitación a donde regresamos después de que Santi nació... me recibieron con hielitos que disfrute mucho comer mientras seguía pasando las contracciones usando una colchoneta, la ducha, el inodoro, etc.

Como yo tenía strepto positivo a las 16 hs me pasaron la primera dosis del antibiótico. Una vez terminó de pasar el medicamento me dejaron la vía pegada a la mano sin limitar movimientos. En ese momento la partera me sugiere realizar el segundo tacto, a lo cual accedo, y ya estaba en 9!

A las 18 hs la partera, mientras yo pasaba una contracción bastante intensa en 4 patas sobre la colchoneta, me pone una almohadilla de semillas calentita sobre el sacro. Ya a esa altura en las contracciones me venían ganas de pujar y en esa oportunidad al hacerlo se rompió la bolsa. Creí que al levantarme iba a correr por mis piernas una cantidad importante de líquido.. Sin embargo apenas salió lo suficiente para mojar la bombacha.

La partera me volvió a revisar y seguía aun con 9 de dilatación. Ya a partir de ahí se puso todo más intenso. Se hicieron las 20 hs y me tocaba nuevamente me pasen el antibiótico. Tacto nuevamente y seguía en 9... y mi cuello con un reborde duro que estaba impidiendo la cabecita baje. La partera me dice que tengo que ayudar a Santi a sortear ese reborde... que tenía que pujar bien fuerte. Mientras me revisaba pujé varias veces con las contracciones luego me metí a la ducha para relajar y ver si eso ayudaba. Se habrán hecho aprox las 22 hs, luego de estar en la ducha ya sin saber qué hacer... como ayudar a que todo avance le hablaba para mis adentros a Santi pidiéndole me indique el camino...

Las contracciones eran fuertes y cuando venían en algunas me desesperaba y respiraba mal, ya no encontraba posición, nada! Estaba perdida...

Decido salir de la ducha ya que veía que no me está sirviendo y la partera sugiere probar pujando en cuclillas agarrada de sus antebrazos. Ni bien viene una contracción lo hago, lo hice varias veces y me di cuenta que eso es lo que debía hacer. Ese era mi norte... pujar para bajar a Santi.

Proponen vayamos ya a sala de partos para cambiar de aire y ver de favorecer el avance. Mientras me trasladan en la camilla me vienen varias contracciones y la necesidad de pujar es intensa, lo hago en cada una de ellas.

Llegamos a sala de partos aprox 22:45 hs y apenas tengo tiempo de pensar en que posición ponerme para pasar las contracciones... paso las primeras acuclillada y agarrada de los antebrazos de la partera. Ya no puedo detener las ganas de pujar ni aunque lo intente... es como querer parar un tren en movimiento.

Venían las contracciones una atrás de la otra y las ganas de pujar irrefrenables. Siento como Santi va bajando. La partera me dice: - ¿Querés tocarle la cabeza? - ¿dónde está? le pregunto. - Mete apenas los dedos en tu vagina. Está en tu vagina.

Lo hago y fue increíble!!! En ese momento dije para mis adentros estoy pariendo!!

Viene otra contracción y mis piernas se agotan... no podía sostener mucho más esa posición. Mi esposo me agarra de atrás y me sostiene en el próximo pujo pero también se cansa de soportar el peso de los dos.

La partera nos sugiere apoyarnos en la camilla así que mi esposo se apoya allí y yo descanso mi peso sobre él, semiparada.

En la siguiente contracción aparece el aro de fuego y la partera me recuerda pujar muy suavemente. En la próxima contracción me dice dale con todo! Y en ese último pujo Santi sale y rota solo. La partera lo envuelve en una toalla calentita y me lo da! Se produjo la magia!!

Se quedó a upa mío unos minutos hasta que terminó de latir el cordón y mi esposo lo cortó. Se prendió a la teta casi al instante en que me lo dieron. Lo pesaron nada más, en compañía de mi esposo y volvió en sus brazos a la sala de partos en donde me estaban suturando un desgarro. Ni bien terminaron conmigo volvió a mis brazos y nos encontramos con su papá en la habitación un rato mas tarde. Las vacunas bcg y hepatitis las recibió en la habitación una al día siguiente y la otra a los dos días. La vitamina k se la administramos por vía oral.

Todo el proceso fue hermoso, no solo el trabajo de parto y el propio parto, sino desde mucho antes. Desde informarme, conocer gente maravillosa en el camino y confiar en mi propio cuerpo que, como el de toda mujer, está preparado para parir.