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La historia de Virginia

Testimonio 20 de la Campaña Stop Kristeller

Por Virginia Pita, España. Recibido el 7 de diciembre de 2012.

A mí también me hicieron una Kristeller en mi primer parto.

Pero en ese momento no reaccioné porque ni sabía lo que era. La matrona se me subió encima con los antebrazos y me hizo doler bastante (a pesar de la epidural). Odié a esa matrona porque ella misma fue la que, sin que yo se lo pidiera y sin avisarme, me subió la dosis de la epidural porque a ella se le ocurrió. Cuando protesté y dije que no sentía las piernas ni nada no me hizo ni caso. Entonces en el momento del expulsivo casi no podía empujar, no tenía fuerza, y me gané la Kristeller y la ventosa.

Ahora reconozco que mi error fue el hacerme poner la epidural, si no hubiera sido por eso, seguramente yo habría empujado mejor.

Lo que no entiendo es por qué muchas matronas parece que favorecen la epidural o te la recomiendan, cuando las parturientas que no la usan les facilitan el trabajo y no son necesarias tantas intervenciones.

En mi segundo parto pude parir rapidísimo un bebé de más de 4 kilos sin epidural y las matronas (buenas) que me tocaron me decían que ni comparación, que mucho mejor.

Ahí os dejo mi testimonio.