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La historia de Julia que cursaba COU

Testimonio 9 de la Campaña Stop Kristeller

Por Julia Díez, Barcelona. Recibido el 2 de diciembre de 2012.

Soy Julia Díez. Cursé COU.

Tenía 20 años y fue en el 2003. En el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona.
No me informaron absolutamente de nada ni pidieron consentimiento alguno.
Me dijeron que se veía la cabecita, que en 3 empujones estaría fuera. No fue así. Estuve unos 45' pujando. Las enfermeras me decían que no ayudaba nada, que no gritara. Yo estaba agotada, eran casi las 23'30 y llevaba de parto desde la noche anterior. Recuerdo que vomité, bilis, y que una enfermera dijo 'ya está bien' y se me sentó encima. Se subió en la camilla y se sentó de lado. Fue un dolor insoportable, en mi vida he vuelto a gritar así. Pero no se bajó y yo llorando que se bajara. Se bajó, molesta, 'vale, vale' y sacaron a mi peque con espátulas.

Me hicieron una episiotomía, casi 30 puntos, que a día de hoy me sigue molestando.
No sé cuánto tiempo estuvo encima, unos minutos, pq yo gritaba cómo un animal en el matadero. No creo que sirviera, porque de hecho la sacaron con espátulas. A mi hija le rompieron la clavícula, pero eso no me lo dijeron hasta pasado unos días, la pediatra en la revisión de la semana. Que mi hija tenía un callo en el huesito y que tenía que ir con cuidado al vestirla. A día de hoy sigue teniendo ese bulto en su hombro y tiene la sien un poquito hundida.

Yo no me quejé, estaba sola y pensaba que habían hecho lo correcto porque mi dijeron que el cuello del útero lo tenía muy inclinado hacía atrás y que si no me hubieran tenido que hacer una cesárea.

No permitiría que me la volvieran a hacer, durante años quedé muy tocada. No podía ver nada que estuviera relacionado con partos sin que se me cayeran las lágrimas. Si me la volvieran a hacer, sin información, sin consentimiento, denunciaría, sin duda.
Yo quisiera añadir que la experiencia de mi primer parto fue horrible, me sentí cómo una vaca, nadie me ayudó, ni aconsejó, ninguna matrona, enfermera, doctora, me dio una palabra de ánimo o consuelo, a pesar de q en ese momento yo tenía 20 años, casi una niña. Me dejé hacer de todo, porque confiaba en los 'profesionales'. Y se aprovecharon de eso. Recuerdo que la puerta estaba abierta del paritorio y que entraba y salía todo el mundo y yo, con mi barriga, con las correas, con la sabanita, postrada y abierta. Hasta un camillero entró a mirar. Que horror, que vergüenza.

Creo que deberían acompañarte en todo el proceso y no cómo si fueras una molestia.
También decir que yo había ido a las clases de preparación, que había buscado información y que todo lo que me habían dicho que cómo sería mi parto, no lo fue. De hecho, ha sido gracias a vosotras que me he enterado de que me habían hecho una Kristeller, porque a día de hoy cuándo explicaba lo de la enfermera sentará encima de mí, la gente se quedaba alucinando. Por suerte o desgracia, en mi segundo parto, ya llevaba la lección aprendida y no me pasó nada parecido, por suerte.

Gracias a vosotras por hacer la labor tan importante que realizáis.