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La historia de Cristina. Una Kristeller en O´Donnell y sus consecuencias.

Testimonio 18 de la Campaña Stop Kristeller

Por Cristina Romero, Madrid. Recibido el 7 de diciembre de 2012.

Como yo digo no parí a mi hija, me la sacaron y a lo bestia.....o esa es la sensación que tuve yo. Fue un parto provocado en la semana 41+3 (hay demasiadas posibilidades de que el bebé se muera, cómo vas a querer que te pase eso, madre mía!!!)

Después de hacerme todo tipo de perrerías el expulsivo acabó en fórceps y con un ginecólogo (un tipo joven, grande y robusto) de la maternidad de O'Donnell (Madrid) subido encima mía apretándome la tripa con el antebrazo....y yo recuerdo que me faltaba la respiración y que le decía que parara.

Ya habían echado al padre de mi hija, ya me estaban haciendo una episiotomía que me marcaría hasta el día de hoy...que estoy de nuevo embarazada de casi 30 semanas y aún no he superado eso....me da miedo tocarme el periné con mis propias manos.

Para mí por aquel entonces no había otro camino que el que los médicos, matronas, me marcaban. No me siento culpable, hice por mi bebé todo lo posible después del parto a pesar de estar más de 2 meses cerrando la episiotomía (la boca del metro me decía mi hermana que parecía) y mi hija me acompañó como un ser humano increíble en ese difícil proceso.

¿Pero es necesario que pasemos por estas cosas? ¿Es necesario que 3 años y medio después tenga miedo? ¿Es necesario que nos sintamos tan mal en un momento tan importante de nuestras vidas?

¿Nadie se da cuenta que esto te marca para siempre?