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El nacimiento de mi segundo hijo, parto inducido semana 37

Mi segundo hijo nació por parto inducido en la semana 37, en el Hospital de Sant Pau en Barcelona. El parto fue respetado y íntimo, tuve una buena experiencia de inducción.

El motivo de la inducción fue un antecedente de eclampsia y síndrome de HELLP en la semana 39 justo al acabar de parir a mi primer hijo. El segundo embarazo estuvo muy bien monitorizado por expertos en esta enfermedad, que me aseguraron que en el caso que la desarrollara de nuevo la verian venir y actuarían a tiempo.

En la semana 37 ingresé en la sala de partos para que me indujeran el parto. Era lunes a las 11 de la mañana.

Primero me hicieron ecografía, me pusieron un rato en monitores. Me hicieron un tacto y estaba bien “verde”. A las 13h me ponían la primera dosis de prostaglandinas para empezar a borrar el cuello del útero para después empezar con la dilatación.

A las 18h empecé a sentir dolorcito suave como de menstruación. Mientras tanto llevaba el monitor puesto y a ratos me lo quitaban así podía ir al baño, dar un paseo por los pasillos con mi marido, comer, ducharme, etc. Más adelante me pusieron monitor inalámbrico así podía moverme por la habitación con las contracciones y al mismo tiempo estar monitorizada los ratos que ellos consideraban necesarios.

Estábamos en una sala de partos con baño, ducha, la luz se podía regular y me llevé una lista de Spotify en mi teléfono que estuvo sonando todo el rato y me ayudaba a relajarme. A las 01:00 de la noche, me quitaron las prostaglandinas porque ya llevaba 12horas , me hicieron un tacto y vieron que necesitaba una segunda dosis. Aquella noche empecé a sentir pequeñas contracciones y fui perdiendo el tapón mucoso a lo largo de la noche.

Después del desayuno me pusieron los monitores y a las 12h del mediodía de martes, me hicieron un tacto y estaba dilatada de 2cm y faltaba terminar de borrar el cuello del útero. Me rompieron la bolsa de aguas. Al rato empecé a sentir contracciones más fuertes y estaba de 4cm con cuello borrado.

A partir de ahí el dolor era cada vez más intenso. Me sentaba en la pelota de pilates para descansar y pasar la contracción o bien estaba con las manos en la pared y moviendo la cadera. Pedí una colchoneta pero no me sentía bien a cuatro patas en ella. Me trajeron una bolsa de calor para la zona pélvica y me fue bien un rato.

Me ofrecieron Óxido Nitroso (el gas de la risa) y estuve un buen rato inhalandolo cuando tenía contracciones y descansando cuando cedian. Hacia las 18h yo ya estaba súper cansada (llevaba 31 horas de proceso a mis espaldas) me hicieron un tacto estaba solo de 5cm. Ya no me apetecía moverme, solo quería descansar. Además mi mente empezaba a flojear y me venía miedo al recordar lo sucedido en mi primer parto.

Pedí la peridural. Me la pusieron en un momento, no note ningún dolor cuando me la pusieron, y al cabo de poco estaba yo en una posición super cómoda sentada en la cama/silla de partos (tenía un montón de posiciones) y por fin me relajé, descansé, y pude volver a dominar la mente en referencia a mis miedos por la experiencia anterior.

Podía mover las piernas y sentía las contracciones pero sin dolor. En 1hora dilaté solamente 1cm, estaba en 6cm. Eran las 20h. Y las contracciones se habían espaciado. Me pusieron oxitocina en dosis baja. Hacia las 22.30 estaba dilatada de 8-9cm!! La comadrona me dijo que la cabeza del bebé estaba bien baja, que en cuanto terminara de dilatar, serian un par de empujones y listo!! Esto me animo mucho: por un lado había progresado la dilatación gracias a que pude descansar y relajar mente y cuerpo con la peridural, y también por la oxitocina claro, y por otro el bebé estaba cerca de la salida !!

Hacia las 01.00h de miércoles empecé a sentir necesidad de empujar, me miraron y el bebé ya estaba aquí! Me dijeron que si ponía mi dedo le notaría la cabeza, y así fue!! Que ilusión! Me pusieron un súper espejo enfrente, yo estaba en la cama/silla de partos sentada, con piernas abiertas y flexionadas con los pies en unos soportes. Pusieron una baranda en la cama/silla para que pudiera hacer fuerza con mis brazos y reclinarme hacia delante para los pujos. Con la dosis baja de peridural que llevaba seguía sintiendo contracciones pero sin casi dolor. Así que me dijeron: cuando te venga la contracción, empuja!! Y así lo hice, con el super espejo delante viendo como la cabeza de mi niño iba asomando a cada pujo. Cuando el bebé estaba medio fuera, me dijeron “prepara las manos para cogerle! Estás lista?”

Y así fue, yo misma acabé de sacar a mi niño de mi interior. Eran las 1.25 de martes. Y directos al piel con piel, que duró hasta 30 horas después :)) ya que seguí haciéndolo en la habitación. En el mismo paritorio me enseñaron a darle de mamar, y arriba en planta los tres días que estuvimos también me ayudaron mucho con la lactancia.