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El nacimiento de mi primer hijo, eclampsia y síndrome HELLP

PARTE 1: Parto natural respetado

Me levanté a las 8 de la mañana con un leve dolor de regla. Fui al baño y expulsé el tapón mucoso. Seguí con dolores de regla que cada vez eran más intensos. Me metí en la bañera de casa, con agua caliente, velas, música tranquila. Los dolores seguían, iban y venían. Pasé todo el día, combinando baños de agua caliente con pequeños paseos dentro del piso y también me iba tumbando en la cama y durmiendo a ratos. Comía y bebía cosas suaves y ligeras. 12 horas después, al llegar las 8 de la tarde, rompí aguas. Entonces las contracciones empezaron a ser fuertes y cada 5 minutos. Mi compañero y yo fuimos al coche, el hospital se encuentra a 20 minutos de casa. En el coche las contracciones ya venían cada 3 minutos y a cada bache o curva veía las estrellas de dolor.

Llegamos al hospital dije que iba de parto y en seguida me llevaron a la sala de partos, me preguntaron si quería silla de ruedas pero dije que prefería ir caminando. Me iba parando por los pasillos para acompañar las contracciones. Al llegar al paritorio eran las 21h. Me exploraron, en el tacto vieron que estaba de 3 cm dilatada y que efectivamente había roto aguas. Dije a la comadrona que quería parto natural. Me pusieron una vía por si acaso y me la dejaron tapada y desconectada.

Estábamos en una sala donde se hace la dilatación, el expulsivo y el piel con piel. Se podía regular la luz y poner música. Había una bañera, me la ofrecieron y sin dudarlo a los pocos minutos ya estaba yo otra vez con mi baño de agua caliente. La comadrona se fue, nos dejó tranquilos, con luz suave y música. Al cabo de un rato la comadrona volvió y me dijo que debía salir de la bañera que me iba a hacer otro tacto y monitorizar al bebé. Estaba dilatada de 6cm. Me dijo que iba muy bien.

Volví a la bañera. Me dijo que si quería la peridural, tenía que ser ya porque el anestesista entraba en un quirófano ahora y ya no saldría. Le dije: “esto va a doler mucho más? Quiero intentar parto natural” y ella me dijo: “creo que vas bien”. Y ahí lo dejamos. Ella se fue. Al cabo de un rato volvió a mirar cómo estaba, tomar tensión, monitorizar al bebé, etc y me hizo otro tacto. Estaba de 9 cm!! Me dijo que el bebé estaba en un plano muy alto todavía, que debía bajar. Me recomendó dejar la bañera y andar por la habitación donde estábamos para que fuera bajando. Fue para mí la parte más dolorosa, sentía que me partía por la mitad pero a la vez me sentía conectada con la naturaleza y con todas las mujeres que generacion tras generación habían sentido lo mismo y habían parido como mamíferas que somos. Dicho así parece extraño pero era un sentimiento muy fuerte e instintivo.

Al rato volvió la comadrona y me dijo “cuando tengas ganas de apretar avísame”. Yo pensé “ ni idea solo se que me parto en dos…” pero al poco rato… sí que quería apretar, era imposible no hacerlo! Mi compañero llamo a la comadrona, ella vino y me ayudaron a colocarme en la cama de partos, que la pusieron en forma de silla. Yo puse las piernas apoyadas en una parte de la cama para hacer fuerza y las manos en otra parte para agarrarme bien.

Los pujos fueron un poco largos, el bebé salía y entraba. La comadrona me quería hacer episiotomia pero le pedí si podía evitarla, me dijo que apretara con suavidad siguiendo sus instrucciones pero que si ella veía que me iba a desgarrar me haría la episiotomia. Le dije que de acuerdo. (Al final no hizo falta episiotomia y me hicieron solamente 4 puntos. )

En el expulsivo empezó a subirme la presión. Vino el ginecólogo y dijo que me fueran controlando que a lo mejor era del esfuerzo. Mi hijo nació a las 2.45 de la mañana (19 horas después de perder el tapón mucoso). Me lo pusieron encima. Expulsé la placenta. Me empezaron a hacer los 4 puntos.

PARTE 2: Eclampsia y síndrome HELLP en puerperio inmediato

En seguida vino el ginecólogo porque la presión seguía alta. Empezó a hablarme y yo empecé a ver borroso, con chispas, y no les reconocía. Me quedé inconsciente. Convulsioné. Me fallaron los riñones, el hígado, se me morían las células de la sangre y se me inflamó el cerebro. Tuve eclampsia y síndrome de HELLP. Al bebé lo pusieron en un rincón de la habitación junto a su padre. Llegaron un montón de médicos. “Bomba de sulfato deprisa!!!”. La vía que me colocaron al principio y que no se usó para nada durante todo el parto, fue usada rápidamente para poner diversa medicación.

Al cabo de una hora desperté del estado de inconsciencia. Reconocí a mi marido y a mi bebé. Los médicos me dijeron que estaba muy grave y que me debían llevar en ambulancia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vall d'Hebron (a 1 hora de nuestro hogar). En otra ambulancia irían mi marido y mi bebé recién nacido, que ingresó en neonatos para estar en el mismo hospital que yo, y porque había pesado 2,500 kg a la semana 39 ( en la última eco de la semana 34 el peso estimado era de 2,200kg así que prácticamente no creció en las últimas 5 semanas).

Al llegar al hospital me hicieron varias pruebas para ver si tenía secuelas graves e ingrese en la UCI. Estuve 7 días. Mi marido iba de neonatos a la UCI y viceversa. A mí me traían al bebé una horita por la mañana y luego otra por la tarde. Después ingresé por 7 días más en la planta de neurología porque tenía el cerebro inflamado. Allí teníamos al bebé durante el día y por la noche lo llevaban de vuelta a neonatos. Al bebé le tuvieron que dar el biberón desde el principio. Una vez estuve un poco recuperada probé darle pecho y tuve subida de leche. Pero al estar separados tanto tiempo y el bebé tomando biberón, la lactancia no funcionó y seguimos con biberón.

La enfermedad se mostró de golpe, aunque ya estaba presente desde el inicio del embarazo según me han explicado doctores expertos en el tema. Durante todo el embarazo fui a todas las revisiones de comadrona y ginecólogos de la seguridad social que me tocaban de forma estandard por embarazo normal de bajo riesgo. Durante el embarazo no hice proteína en la orina no tuve la presión alta, sí que tuve ambas de repente al acabar de parir. El único síntoma evidente durante el embarazo fue que el bebé tuvo un crecimiento intrauterino retardado que al ser a partir de la semana 34 (última ecografía) no se detectó.

De esto ya hace unos años y mi niño está hecho un campeón. Buscamos un buen equipo médico experto en preeclampsia/eclampsia/HELLP para saber si podíamos tener otro hijo con seguridad. Nos dijeron que sí, porque con un seguimiento específico podrían ver venir la enfermedad y podrían actuar en consecuencia, confiamos en este gran equipo de médicos...Y lo conseguimos !! Tenemos otro hijo y el embarazo y parto fueron muy bien. Me monitorizaron muy bien todo el embarazo con seguimiento específico de alto riesgo de preeclampsia con muchas ecografías específicas y analíticas de sangre. Me recetaron Tromalyt desde el inicio del embarazo (reduce riesgo preeclampsia). Me inducieron el parto a la semana 37, dado que el bebé dejó de crecer a partir de la semana 36.

Actualmente somos una familia feliz de 4 :).

Espero que esta historia ayude a otras mujeres y familias