Semanas 25 a 32

Semanas de la 25 a la 28

A lo largo de estas semanas tu bebé mide algo menos de 30 cm (como un melón grande) y pesa entre 1.200 y 1.250 gramos.

En la semana 25 su cerebro empieza a desarrollarse con rapidez. Si pudieras verlo ahora, detectarías ya sus cejas y sus pestañas, que comienzan a salir. Ante un estímulo que lo sobresalte, como un sonido fuerte, lo verías incluso parpadear, lo que muestra que su oído ya va percibiendo sonidos dentro de ti. No es lo deseable, pero si ahora naciera tu hijo, existe la posibilidad de que sobreviviera, con cuidados especiales.

En la semana 26 tu bebé sigue ganando peso y tamaño exponencialmente. Su piel comienza a afinarse, sus órganos se encuentran prácticamente desarrollados. Los pulmones producen una sustancia necesaria para respirar después del nacimiento.

En la semana 27 tu bebé ocupa casi todo el espacio dentro del útero. Las estructuras de sus ojos ya están desarrolladas, y aunque aún no puede ver, distingue entre luz y oscuridad. Además, ya tiene pestañas y puede abrir los ojos. Éstos aún no tienen un color definido; serán marrones si tu bebé es de raza asiática o africana y azules si tu bebé es de raza caucásica; pero luego pueden cambiar. Si aún no lo tenías claro, seguro que ahora ya notas perfectamente cómo se mueve tu hijo dentro de ti; incluso es probable que sientas como unos pequeños saltitos rítmicos. Sí, es lo que intuyes: tu hijo o hija tiene hipo. Tranquila, es perfectamente normal y saludable y, por lo que se sabe hasta ahora, a él o ella no le molesta nada.

A partir de la semana 28 se va a producir un crecimiento espectacular, especialmente del cerebro y del sistema nervioso. Ya está activo el sentido del olfato y los ojos producen lágrimas. Tu bebé llegará a medir casi el doble, y a pesar casi el triple de lo que mide y pesa ahora. Su sistema nervioso central podrá dirigir las respiraciones rítmicas y controlar la temperatura de su cuerpo. A esta edad, 2 de cada 3 bebés ya están colocados cabeza abajo. Su corazón late casi al doble de frecuencia que el tuyo, acelerándose si el tuyo se acelera y latiendo más despacio si el tuyo también lo hace. Esto es importante, porque debes intentar evitar el estrés y evitar que ciertas emociones como la rabia, la angustia, los miedos, el rencor, etc., se mantengan en el tiempo, pues podrían afectar al desarrollo mental del bebé (hay una rama de la ciencia dedica a estudiar esta relación: la epigenética). Sin embargo, no te preocupes si has tenido un susto, una discusión fuerte o un disgusto puntual ya que, probablemente, esto no tenga efectos a largo plazo.

Semanas de la 29 a la 32

Ahora tu bebé pesa entre 1.800 y 2.100 gramos y mide unos 32 centímetros.

En la semana 29 los pulmones van completando su desarrollo, si bien no han alcanzado la madurez completa. El bebé está tragando líquido amniótico y también su propia orina cada día. Sus músculos se están desarrollando y la grasa corporal aumenta con rapidez. A pesar de estar rodeado de líquido, tu niño o niña oye muy bien. Los sonidos agudos le llegan amortiguados y los graves aumentados. Si ves una película con sonidos fuertes, notarás que reacciona ante ellos con movimientos bruscos; se está protegiendo. Tu bebé está despierto en torno al 10 % del tiempo. Si naciera ahora, tendría altas probabilidades de sobrevivir, aunque aún necesitaría ayuda para hacerlo.

En la semana 30 sus uñas se han extendido hasta alcanzar lo que se conoce como borde ungueal. Sus huesos están terminando de desarrollarse, pero siguen siendo blandos y flexibles. Poco a poco van agregándose capas al vérmix, que es la grasita externa que lo protegerá cuando nazca. Tu bebé va buscando la posición que tendrá al nacer, aunque aún puede cambiarla varias veces, si bien ya va encontrando cada vez menos espacio en el útero para moverse.

En torno a la semana 31, tu hijo ya almacena recuerdos en su memoria; distingue tu voz y escucha tus conversaciones. No entiende lo que dices, pero capta las diferentes entonaciones, reaccionando de forma diferente a cada una de ellas. Además, cuando nazca, podrá recordar las melodías y canciones que oiga a menudo ahora. Se cree que ya sueña, pues en las ecografías se han detectado movimientos oculares rápidos, parecidos a los de los adultos cuando soñamos. ¿Te has preguntado con qué puede soñar un bebé dentro del útero de su madre? Esto no puede saberse a ciencia cierta, pero se cree que el sueño en los bebés cumple una función fundamental en la formación de su cerebro.

Hacia la semana 32 sus uñas ya están completamente formadas. Algunos bebés ya tienen pelo; a otros sólo una pelusilla les recubre la cabeza. Tu bebé ya ocupa todo el espacio del útero, pero sigue moviéndose como siempre, aunque, al tener menos espacio, lo notarás con más intensidad. Si no ha ocurrido antes, seguro que en esta semana no sólo tú, sino cualquiera que lo observe desde fuera podrá ver cómo se mueve tu tripa con cada movimiento del bebé. Es una sensación indescriptible. Si tu bebé aún sigue sentado en tu pelvis, algunas mujeres prueban algunos trucos para persuadirlo de que cambie de posición.