6.- El cordón umbilical.

¿Cuándo hay que cortar el cordón umbilical?

No hay un tiempo exacto. La OMS hace hincapié en el pinzamiento tardío o no pinzamiento como procedimientos que respetan la fisiología del bebé.

Cuanto más claro está que la sangre pertenece al bebé, más cuestionamiento sobre la ética de quitársela. Nos aprovechamos de la circunstancia de la circulación fetal: esa circulación extracorpórea del bebé en el útero materno. Al nacer, no respetamos el ciclo normal de esa sangre: volver al cuerpo del bebé. Inventamos el concepto “sangre del cordón”.

Nos hemos creído de verdad que no pasa nada por quitársela. Le privamos de una sangre suya, que de estar en su cuerpo no donaría nadie: extracción de 100-140 ml de sangre de su cuerpo. Hablamos de aproximadamente 1/3 del total de su sangre.

Al darse la circunstancia de que esa sangre necesita circular por el cordón, aprovechamos para extraerla.

¿Quién extraería sangre del brazo de un bebé nada más nacer? Nadie. Porque toda la sangre que circula por su cuerpo es rica en células madre. Es exactamente lo mismo: en lugar del brazo, la cogemos del cordón, no permitiendo que vuelva a su cuerpo.

Esto en el bebé, equivale a perder sangre, producimos una hipovolemia mayor o menor. Como en una hemorragia, consentida y promovida. La biología cuenta con que esa sangre vuelve al bebé al nacer.

Esperar sólo dos minutos como dicen algunos profesionales no es adecuado porque quizás no haya dejado de latir. No sólo hay que esperar a que deje de latir, sino que también es conveniente que se haya alumbrado ya la placenta. Y una vez que la placenta está fuera tampoco hay prisa por cortar. Se puede también evitar clampar tempranamente el cordón incluso cuando el bebe nace por cesárea.

Un menor de edad NO PUEDE DONAR SANGRE. Uno de los principios universales de la Bioética es: primero no hacer daño. Esa sangre y esas células pertenecen al bebé y juegan un papel importante en su salud.

En cualquier caso, cuando se ofrece a los padres la recogida de “sangre de cordón” se les dice que esa sangre se va a ir a la basura y eso no es verdad. Esa sangre es del bebé y la opción fisiológica es que le vuelva íntegramente.

¿Cuándo deja de latir el cordón?

Sabremos que el cordón ha dejado de latir porque se queda blanco. Es posible que lo haga a los tres minutos, a los 7, 11, 15. Suele tardar entre 10 a 30 minutos.

Y es posible que si no la cortamos, después de minutos o incluso una hora vuelva a latir. El mecanismo que hace que esto sea posible no se conoce debido a la tendencia a cortar el cordón que hace que no sea posible estudiar dicho fenómeno.

Normalmente hasta que no deja de latir no se desprende la placenta, aunque hay veces que tarda un poco más. Hay que tener en cuenta que el cordón es parte del bebé, es un órgano que si late es porque está vivo y funcionando y por tanto desarrollando alguna actividad necesaria para la criatura.

¿Cuáles son los beneficios del pinzamiento fisiológico?

El cordón umbilical no debería ser pinzado antes de que deje de latir porque mientras el cordón lata, la placenta seguirá insuflando sangre en el cuerpo del bebé. Esta sangre es rica en nutrientes y proporciona una reserva de hierro al niño. Si no la recibiese el niño tendrá un déficit de reservas de hierro y puede padecer anemia, motivo por el cual se insta a las madres a comenzar con la alimentación complementaria muy pronto. Además, es una excusa perfecta para dejar al bebé sobre su madre, en lugar de cortar-provocar llanto-separar, y fomentar así el contacto piel con piel desde el primer minuto.

Además retrasando el corte, la placenta sigue con su función oxigenadora del cuerpo del bebé mientras continúe transmitiendo sangre. Y esto, en el momento inmediatamente posterior al nacimiento, es un seguro de vida contra la anoxia (falta de oxígeno) postnatal. Si no se pinza y no se corta podrá seguir proporcionando al recién nacido una segunda fuente de oxígeno.

Sus pulmones pueden tomarse su tiempo para comenzar a funcionar perfectamente. No será necesario forzarlos, ni hacer llorar al bebé, ni darle un golpe en la espalda para que respire. Lo hará poco a poco, estando durante esos minutos protegido por el oxígeno que le sigue llegando. La Naturaleza ha previsto que el nacimiento no suponga una carrera contra la muerte. Solo hay que dejarla actuar.

Los profesionales de salud que ofrecen la donación de sangre del bebé tienen la obligación de dar información completa, no sesgada, que queda reflejada en la Guía ONT 2020-2025, (Organización nacional de trasplantes). Es obligado informar de los siguientes puntos:

  • La madre, la pareja, debe saber que el pinzamiento fisiológico es beneficioso para su bebé. No es correcto explicar que esta sangre se tira.
  • Nunca se debe pinzar antes de los primeros 60 segundos (cronómetro en mano). La guía se ve obligada a incluir este apartado en el plan 2020-2025, que antes no tenía en cuenta: “Debe cumplirse con las recomendaciones y criterios definidos por la OMS, es decir, se deben respetar las condiciones de pinzamiento tardío. Siempre que la madre ha expresado la intención de donar o conservar la SCU (donar, banco público y conservar banco privado), el tiempo de pinzamiento de cordón no debe ser en general inferior a los 60 segundos tras el nacimiento”. Pág. 32.

Desafortunadamente, la guía confunde también hablando de sangre “extra” que recibe el bebé y para referirse a los beneficios les pone la etiqueta “supuestos” beneficios. Los beneficios no son supuestos, están ampliamente demostrados. Eso es, porque no somos más listos que la naturaleza. Esta sangre no es extra, el bebé la necesita en los pulmones como bien sabemos.

En cualquier caso, dejan claro que: “es necesario que las madres reciban información por escrito y sin sesgos en relación a los beneficios conocidos del pinzamiento tardío del cordón umbilical”:

• “Que se le han explicado alternativas razonables al procedimiento, como por ejemplo ser donante de sangre periférica o de médula ósea”(pág. 14 ONT). Se debe explicar que la donación de médula, de los adultos, es una buena alternativa si quieres hacer un acto altruista. ¡DONEMOS MÉDULA! En la donación de médula ósea hay una MAYOR disponibilidad de células madre (pági. 46 ONT).

• Debes saber que hay una tendencia a la baja en el uso de la sangre de bebé que se extrae de su cordón, gracias al desarrollo de nuevas terapias. Pág. 6 ONT.

Si se tiene paciencia el cordón umbilical se colapsará por si solo (dejará de latir) y una vez suceda eso si puede pinzarse y cortarse. Si se hace antes puede provocar anoxia y hasta daños irreversibles por falta de oxígeno cerebral en algunos bebés, sobre todo los que nacen con sufrimiento fetal agudo y necesitan más que ninguno que la placenta le siga pasando durante unos minutos sangre con oxígeno. Esto es igual de importante o más en el caso de los bebés prematuros, que necesitan el aporte extra de oxígeno y toda la sangre llena de nutrientes y hierro que puedan recibir.

Es cierto que en la placenta, siempre queda algo de sangre residual. Y en la propia placenta, hay mayor cantidad de células madre que en la sangre que quitamos a los bebés. De manera que, para ayudar a los demás, SIN perjudicar al recién nacido, se debe proteger el pinzamiento fisiológico y procesar las placentas que la mayoría de veces, sí van a la basura. El método no es tan fácil como extraerle la sangre al bebé, y es más caro, pero no podemos seguir ignorando la biología.

¿Qué puede ocurrir si no pinzamos o tardamos demasiado en hacerlo?

Realmente NADA, no hay problema en pinzar el cordón cuando ya ha salido la placenta. Durante un tiempo se afirmaba que el pinzamiento fisiológico del cordón podría provocar una policitemia, sin embargo en una revisión sistemática de la literatura de los estudios clínicos aleatorizados y estudios clínicos controlados de las dos últimas décadas, se concluyó que no hay evidencia científica suficiente para afirmar que el pinzamiento tardío del cordón causa policitemia sintomática.

Otras causas de policitemia mejor documentadas que el pinzamiento tardío del cordón son condiciones maternas pre-existentes, tales como diabetes, pre-eclampsia e hipertensión arterial, que aumentan el riesgo de hipoxia crónica intrauterina; la eritropoyesis resultante puede producir policitemia al nacer.

¿Qué es la policitemia?

La policitemia es un trastorno en el cual hay demasiados glóbulos rojos en la circulación sanguínea. Es el opuesto de la anemia, que ocurre cuando hay escasez de glóbulos rojos en la circulación. La policitemia también se denomina plétora (aumento excesivo de sangre). La policitemia se define como un hematocrito venoso mayor de 65% a 70% y se ha relacionado con secuelas neurológicas. La policitemia leve puede no causar problemas, sin embargo, demasiados glóbulos rojos pueden aumentar el volumen o espesar la sangre, dificultando su circulación por el sistema sanguíneo y los órganos. Los bebés pueden tener dificultad para respirar y sus corazones y vasos sanguíneos no pueden compensar la cantidad adicional de sangre.

A medida que las grandes cantidades de glóbulos comienzan a destruirse, se produce una sustancia llamada bilirrubina. El nivel alto de bilirrubina, llamado hiperbilirrubinemia, puede provocar ictericia, la coloración amarillenta de la piel, los ojos y las membranas mucosas.

En estos casos es conveniente observar la evolución del bebé, y la aparición de otros síntomas como problemas con la alimentación, letargo o respiración rápida o dificultad respiratoria.

Para eliminar la bilirrubina es conveniente que el bebé mame a menudo para que haga más deposiciones.

La asociación entre pinzamiento tardío del cordón y la policitemia se originó en un estudio descriptivo realizado en 1977 por Saigal y Usher, quienes describieron un subgrupo de recién nacidos que desarrollaron “plétora neonatal sintomática” con varios tiempos de pinzamiento del cordón umbilical. En 1992 se realizó un estudio clínico aleatorizado y no se encontraron diferencias en los resultados neurológicos a los 30 meses de seguimiento entre los niños con antecedente de policitemia neonatal comparados con aquellos sin policitemia. En la parte más extrema del protocolo, los recién nacidos a término y prematuros fueron mantenidos a 30 cm. por debajo del introito vaginal y el pinzamiento del cordón se retardó durante cinco minutos. Ninguno de los prematuros desarrolló policitemia, pero dos de los recién nacidos a término tuvieron niveles de hematocrito mayores al 70% a las cuatro horas de vida, uno de ellos se tornó sintomático. Este estudio es el único que sugiere una asociación entre el pinzamiento tardío del cordón umbilical y la policitemia, y sus resultados no han sido replicados.

Sólo se ha descrito un caso en el que podría haber riesgo de que el bebé reciba más sangre de la que debiera: en los partos en el agua, si el agua está a más de 37´5 grados y el trinomio placenta-cordón-bebé están bajo el agua se puede dar lugar a vasodilatación. Sólo hay un artículo pero no hay investigación al respecto. Se recomienda pinzar a los 5 minutos o vaciar la piscina por si acaso. Una vez el agua ya no cubre el cordón o está a menos de 37'5 ya no hay riesgo.

¿Y si yo quiero recoger la sangre para uso privado?

En cuanto a la recogida de sangre privada para uso propio, debes saber que:

La mayoría de sociedades científicas la desaconsejan.

• Muchas enfermedades tienen un componente genético y por tanto no valdrían para uso propio. Para un hermano sí podrían servir (donación dirigida), no para un adulto, ni el propio bebé de adulto pues la muestra es insuficiente.

La mayoría de supuestos beneficios, están en desarrollo y no han demostrado lo que prometían. El cuerpo de tu bebé es su mejor banco de inversión.

Según la ONT y la recogida privada:

“La conservación de la unidad se realiza para el uso autólogo eventual del propio niño o para un uso potencial para algún miembro de la familia con compatibilidad suficiente (hermano/a del niño). El principal argumento es la compatibilidad 100% de la unidad con el propio niño, la disponibilidad inmediata de la misma en caso de tener que utilizarla y una serie de supuestos beneficios en posibles terapias futuras”.

Muchos padres se plantean dudas respecto a la verdadera utilidad de la donación privada y el uso potencial de la unidad para el propio bebé, algo sobre lo que hay que aclarar lo siguiente:

  • Existen enfermedades infantiles con base genética, en las que no podría emplearse la propia sangre.
  • En el ámbito del trasplante de adultos, existe un hándicap en relación con el volumen de sangre que habitualmente se recolecta del cordón (100-120mL), y las células madre obtenidas puede no ser suficientes para un receptor adulto con un volumen corporal elevado. Así pues, la unidad almacenada en banco privado para trasplantar al propio niño en edad adulta podrá no ser suficiente, en cuyo caso será preciso emplear otra unidad de SCU almacenada en un banco público, o bien buscar un donante de médula ósea/sangre periférica adecuado.
  • En cuanto a los múltiples ensayos clínicos que se están realizando con las células madre de SCU en terapias no convencionales, así como el uso de las células mesenquimales procedentes del tejido de cordón umbilical como base en terapia regenerativa, hay una gran expectativa creada y parece que las perspectivas en este ámbito son halagüeñas, pero muchos de los ensayos clínicos actuales se encuentran en fases iniciales, con resultados inconclusos y aún con poca evidencia científica. Se precisa la continuidad de estos estudios y la verificación racional y transparente de sus resultados por parte de expertos en la materia para el beneficio y la protección de los donantes, los pacientes y la población general.
  • Podemos afirmar que el uso propio está muy restringido en la actualidad. Múltiples Sociedades Científicas y el Consejo de Europa desaconsejan el almacenamiento de SCU para uso propio eventual. Cabe destacar el informe de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) sobre el uso propio: “Hoy en día la probabilidad de que una unidad de sangre de cordón sea utilizada para trasplante autólogo es muy baja y su utilización se ha limitado a patologías en pediatría, fundamentalmente en la aplasia medular adquirida, tumores sólidos de alto riesgo (neuroblastoma, sarcoma de Ewing, meduloblastoma y tumores germinales) y de algunos linfomas no Hodgkin en segunda remisión. Actualmente no existe una evidencia clara de que estas células puedan ser utilizadas para la medicina regenerativa, o para tratar otras enfermedades en el futuro, pero hay varios ensayos clínicos iniciales para probar la eficacia de células autólogas para algunas indicaciones. Sin embargo, en la actualidad es imposible predecir los resultados de la investigación que pueden afectar el potencial uso futuro de estas células”.

La información que los bancos privados proporcionan a los padres sobre las ventajas o inconvenientes que pueda conllevar este tipo de donación, así como de los servicios que ofrecen, ha de ser veraz, clara y basada en la evidencia científica. Los padres deben ser informados sobre la baja probabilidad de usar la propia SCU para trasplante autólogo y que el hecho de guardar la SCU en bancos autólogos no es ningún “seguro de salud” para el niño o la familia, ni garantiza una terapia efectiva ante determinadas enfermedades. Así mismo deben tener presente que el uso de la SCU en terapias alternativas se encuentra en desarrollo y es preciso la continuidad de los ensayos clínicos para obtener resultados con evidencia científica. ONT 202-2025″.

Más información:

Sobre recolección de células madre de la placenta: