El derecho a un buen parir

Por Claudia Pariente / Texto original en su blog personal. Existen dos maneras de atender un parto: Bien y mal. 

Bien, es aquel parto atendido según la evidencia científica, asegurándonos de que la mamá y el bebé no sean puestos en riesgo de forma innecesaria. Respetando el ritmo normal de cada madre, el proceso fisiológico del parto y del nacimiento.

Atender bien un parto es hacer uso de las intervenciones y la tecnología, sólo en aquellos casos en los que es realmente necesario. Es tener claro que estos casos -los que necesitan intervención- son muy pocos y no la mayoría.

Atender bien un parto es acompañar a la mamá, su pareja y el bebé que va a nacer en uno de los momentos más importantes de su historia como familia.

Atender bien un parto es hacer caso de las recomendaciones internacionales y nacionales. Recomendaciones que son hechas y recogidas por expertos en la materia y no por cuatro señoras que se aburrían.

Cuando se atiende bien un parto la "opinología" no tiene cabida. Sólo hay espacio para la medicina basada en la evidencia y la vocación de servicio.

Atender mal un parto es jugarse la carrera. Es saltarse las normas y las recomendaciones de los expertos por irse temprano a casa. Es arriesgar la salud de la madre y del bebé que se atiende con cada intervención que se realiza por desconocimiento, comodidad o simple soberbia.  Atender mal un parto es olvidar el juramento, asistir sin vocación al milagro de la vida. Seguir protocolos desfasados y dejar claro quién "es la autoridad". Dejar todo a la suerte.

Atender mal un parto es olvidar a las mujeres de nuestras propias familias y ver en la que atendemos "un caso". Aplicar sistemáticamente lo aprendido hace treinta años: cortar, empujar, dirigir, extraer, coser... sin plantearnos jamás si lo que se hace está o no bien hecho. Utilizar máquinas, maniobras e instrumentos cuando no hay necesidad; no informar o informar poco y mal y pretender que la madre tome decisiones bajo presión, miedo o sólo conociendo "parte de la verdad".

Atender mal un parto es desconocer que existen guías y documentos con la evidencia recogida y seguir interviniendo sin necesidad.

El derecho a un buen parir es un derecho de todas las mujeres. No es una moda de madres ecológicas, no es un derecho de madres "conscientes e informadas", no es un lujo de madres ricas, no es una idea de fundamentalistas.

También las madres pobres, las que jamás se preguntaron nada ni se cuestionaron nada sobre el parto, las desinformadas, aquellas a las que el medio ambiente les da igual, las ateas y las creyentes... todas tienen derecho a un buen parir.

Independientemente del estatus o de las creencias de la madre, debería ser bien atendida. Porque parir bien no tiene que ver con el dónde se pare, con si pedir o no la epidural o con poner o no música en el parto. Sí que tiene que ver con la clase de atención recibida... y no me refiero a un parto "educado" (que es lo mínimo que se debería ofrecer) sino con una atención rigurosa, que garantice la máxima seguridad y bienestar de la madre y su bebé.  Que se deje de jugar a la ruleta rusa.

Atender bien un parto debería ser una regla y no la excepción. Y ser bien atendidas, debería ser un derecho universal y no una anécdota o tema de conversación de periodistillas mal informados.

Dejemos de hablar de partos ecológicos, de encasillar a las madres que buscan partos normales y de empezar a llamar a las cosas por su nombre.

¿Ud. qué desea: Parir bien o parir mal?

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Comentarios

Imagen de Adri

Claudia:

Estoy de acuerdo con todo.

En lo de no encasillar, en lo de que el parto respetado es más que "el capricho" de cuatro piradas...

Solo diré que no es un derecho exclusivo de madres "conscientes e informadas", pero sí que son éstas las que impulsan otra manera de hacer, las que reivindican en una comida familiar a pesar de los pesares, y le pese a quien le pese; y las que lo dejan claro en las Instituciones Sanitarias. Eso obviamente no significa que no lo hagan con el ánimo de que sea extensivo a todas las mujeres...Me consta como una labor altruista y universal, o al menos por el momento.

Pero debo confesar, y no con la intención de bajar los ánimos, ni mucho menos; sino la de ser realistas: que a día de hoy hay muchas mujeres que no quieren oir hablar del tema.

Así que, hoy por hoy, sí que parece algo asociado a mujeres con ciertas inquietudes (ya no diré información, porque ésta se obtiene si la buscas), que podríamos catalogar como "conscientes", al menos.

¿Qué lo deseable sería que constituyera un derecho para todas? En eso estamos de acuerdo, pero en el supuesto de que la mayoría impulsaran "el cambio", la situación sería otra. Y probablemente yo no estaría escribiendo estas palabras aquí y ahora.

NO nos engañemos, hace poco leí una frase muy acertada, de una comentarista de este blog, y no por lo "agradable" de su significado, sino por lo realista del asunto:

"La ayuda no es para el que la necesita, sino para el que la pide."

Lo que en el tema que nos atañe se podría traducir como:

"Un parto respetado es para la que lo desea y trabaja" (e incluso, aquí se ha comprobado, que no son requisitos suficientes para lograrlo), por supuesto independientemente de raza y religión. Es lamentable, no me gusta, pero es así.

Es así porque la opinión pública, en general (hombres, ancianitas, jóvenes, profesionales, mujeres con hijos, sin ellos...), avala, defiende y ampara al parto medicalizado e intervencionista en exceso, que ha llegado hasta nuestros días; y hemos heredado en este Gran Sistema Sanitario.

Hoy sabemos más que hace 20 años, como sociedad. Hay cosas que han quedado demostradas. Todos tenemos unos derechos, pero sólo los disfrutan aquellos que luchan por que se les reconozcan y respeten.

Todas las mujeres tienen derecho a un buen parir, SÍ; pero la realidad es que será difícil que todas lo consigan.

Ante la pregunta ¿Ud. que desea: Parir bien o parir mal?, todas te dirán que parir bien, por supuesto.

Pero sólo unas pocas sabrán lo que eso significa e implica, de la mano de una buena sesión informativa previa.

Lamentablemente un parto respetado se ha convertido en un acto que sucede, con mucha suerte, si lo conoces, deseas y planificas. (En ese orden y con mucha intensidad, hay muchas cosas en juego de por vida).

Me ha quedado un texto un poco pesimista, lo siento.

Un saludo,
Adri

Imagen de ecohumanist

coincido ampliamente con esta manera de calificar la atención del parto!
es espeluznante el enterarse de que desde que una evidencia científica es divulgada oficialmente entre la comunidad médica, las escuelas de ginecología se demoran entre 10 y 15 años en adaptar su pensum!
esto se solucionaría si en vez de dirigir las escuelas en función del prestigio del profesional, se escogieran sus dirigentes en función de la satisfacción de sus pacientes... (o tal vez la mayorùté convencida de que el héroe les salvó la vida???) (y qué pena que blogger haga IMPOSIBLE el dejar comentarios)

Imagen de amelia

Importantísimo, Claudia, dejar de encasillar a las personas que solo reclaman responsabilidad, dignidad y respeto. Naturistas, ecologistas, hippies, cuántos adjetivos más para despreciar con una palabra! El derecho a un parto digno trasciende todo eso. Es un derecho universal.

Imagen de susana

Este texto recoge la esencia de esta asociación.
Me ha emocionado ¡Gracias!

Imagen de veronicavalladolid

Da gusto leer tus palabras;simplemente aplicar los conocimientos con lógica,respeto y amor por la profesión.nada de esnobismo,el parto como siempre debía haber sido.y

Imagen de Julia AS

Yo desde luego deseo un buen parir, independientemente de la distancia y del dinero, aunque tenga que gastar ahorros. Estoy segura que ese día me dará igual lo que diga mi pareja o mi familia política. Al menos mi familia me va a apoyar.

Imagen de mamá sara

Felicidades por la CLARIDAD con la que lo has expuesto todo, como bien dices, todo se resume a UNA BUENA ATENCIÓN O UNA MALA. Por supuesto, la clasificación dentro de lo que se considera buena o mala, viene acompañada de multitud de razonamientos, pruebas, y sobre todo TESTIMONIOS, no hay nadie mejor que una madre para decidir se la han atendido BIEN o MAL.
Me encanta porque esta definición no se puede achacar ni a las madres hippies, ni modernas, ni ecológicas, ni las millones de etiquetas que nos colocan para quitarnos valor, todas las madres quieren (y deberían tener) UNA BUENA ATENCIÓN, y punto, ESTO NO ES REBATIBLE.

Imagen de Stella

Chapeau!

Imagen de Jessicafuturamama

Hola,soy nueva por aquí y estoy muy interesada en las casas de parto...hay algún proyecto a corto plazo al respecto?
Todavía no estoy embarazada pero si muy interesada ya en un parto humanizado y natural ...

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