¿Qué es un parto respetado?

Desde El Parto es Nuestro, defendemos este tipo de parto: un parto respetado y un nacimiento digno. Acorde con las últimas evidencias científicas, acompañadas de profesionales idóneos, en un ambiente cálido y afectuoso. El respeto que pedimos va más allá del trato cariñoso y educado hacia la mujer que está de parto. Para nosotras respeto significa también respeto a nuestros cuerpos, a nuestros tiempos, a nuestros bebés, a la fisiología de nuestros partos.

Se puede hablar de cuatro tipos de respeto:

1.- A la fisiología del parto: no hacer nada que vaya en contra de la misma, por eje: obligar a la embarazada a permanecer tumbada yendo en contra de la gravedad y dificultando por tanto el descendimiento del bebé por el canal del parto.

2.- A los deseos y necesidades de la mujer: no impedirle que coma o beba, que esté acompañada por quien ella considere oportuno en cada momento, etc.

3.- A los derechos de la mujer como usuaria del sistema sanitario: fundamentalmente su derecho a la información (existencia de complicaciones, ventajas e inconvenientes de los posibles tratamientos) y a decidir libremente.

4.- A los derechos del bebé, principalmente a estar en contacto con su madre desde el primer momento y poder disfrutar de la lactancia materna sin interferencias.

El parto seguro y respetado que reivindica El Parto es Nuestro no es un parto en casa ni un parto hospitalario. Es un parto donde la mujer ha podido elegir, se siente segura, confía en su cuerpo, y el profesional que le atiende, además de conocer y respetar la fisiología femenina, conoce los riesgos de las intervenciones y no las practica de forma injustificada. Pero es también un profesional que sabe escuchar, y detectar si hay algún problema, y si verdaderamente lo hay, sabe informar e intervenir de la mejor manera. En definitiva, conseguir un parto respetado depende más de la filosofía y mentalidad del profesional que atiende que del lugar donde el parto se desarrolle.

Por otro lado independientemente del resultado del parto, si finalmente ha habido o no complicaciones y ha sido necesario intervenir, si este ha sido respetado y la mujer siente que ha sido la protagonista del mismo, que ha participado en la toma de decisiones, que en definitiva el parto ha sido suyo y de su bebé, se sentirá más satisfecha y con más fuerza para superar cualquier tipo de dificultad posterior con la lactancia o la crianza en general.