Equipo Blog
30 Jul 2014
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2 comentarios

El Parto exitoso de una primeriza. La historia de Maite.

De nuestra serie Relatos y Experiencias.

Fue a partir de la semana 20 de embarazo cuando empiezo a replantearme cómo quiero parir. Empiezo a devorar libros, las listas, relatos, etc. En mi mente empiezan a almacenarse palabras que no me gustan nada: inducción, anestesia, monitores, inmovilidad, dolor, miedo, oxitocina sintética, partos medicalizados, innecesarias, epidural, ... mientras otras palabras emergen con fuerza: endorfinas, oxitocina, piel con piel, acompañamiento, doula, seguridad, poder, partos respetados...

Empecé a visualizar el parto como el ascenso a una montaña, donde tengo dos opciones:

A) Dejar el coche en la base e iniciar el largo ascenso. En el camino seguramente tendré dolores, podrán salirme ampollas en los pies, sudaré y tendré frío, me mojaré y me preguntaré varias veces porque demonios no he dejado el coche casi en la cima. Total, la recompensa será la misma: unas vistas maravillosas y un buen bocata...Pronto me digo que no, el recorrido también es precioso, esto merece la pena verlo y sentirlo.

B) Subir con el coche casi en la cima, de forma que en apenas dos pasos llego a la cima.

Decido luchar por conseguir la opción A.

Leer la historia de Maite aquí.

MariaGUR (unverified)
11 Dic 2015
Gracias Maite por contar tu experiencia.Me ha recordado mucho a mi parto y a como me preparé tb para ir en expulsivo al hospital,ya que confiaba o quería confiar en mi cuerpo,y en mi hija para parir. Claudia ya tiene 14 meses,y recuerdo la dilatación en casa con mi chico,e ir al hospital en expulsivo, sintiendo que es lo que había deseado..