Cómo la oxitocina sintética influye en la instauración y duración de la lactancia materna
Por Ángeles Cano
¿Así que la oxitocina sintética, este famoso “gotero” durante el parto, perjudica a la lactancia materna?- ¿Sorpresa?
Parece que hasta que no haya un estudio español sobre este tema la sociedad médica de este país en general no tomará conciencia. A pesar de que estudios internacionales vienen demostrando desde hace muchos años el efecto nocivo de la oxitocina sintética y de que hay libros escritos sobre este tema (ver por ejemplo Marsden Wagner “Born in the USA: How a Broken Maternity System Must Be Fixed to Put Women and Children First") donde se habla claramente del peligro de la administración rutinaria y con bajo control de dosis de oxitocina sintética y sus efectos sobre la salud del bebé, la creación del vínculo, y la lactancia materna. Pero parece que esto no va con España.
¿Tiene que haber un estudio hecho en España y, más importante aún, en castellano, para que por fin se toma nota de este tema?
Ya escribimos hace tiempo sobre esto en los artículos Leyes antidopaje ... ¿Y qué pasa con el parto? (31 de diciembre 2010) y La oxitocina, un arma de doble filo (10 de mayo de 2011); donde hablamos claramente de los efectos que tiene la oxitocina sobre madre y bebé en el parto, pero parece que es ahora cuando “se descubre” con este estudio.
Resulta que las madres nos pasamos todo el embarazo preocupadas de no ingerir medicación que pueda dañar a nuestro bebé, y luego en el hospital antes y durante el nacimiento de nuestros hijos nos pinchan para administrarnos todo tipo de medicación y drogas. La administración de oxitocina sintética, haloperidol (un fármaco antipsicótico), dolontina y otras drogas durante el proceso del parto se sigue haciendo por rutina, sin preocuparse demasiado de una verdadera necesidad, de las dosis y de la duración del “tratamiento”, a veces sin habernos informado con antelación de sus efectos secundarios y sin nuestro consentimiento expreso. ¿De qué sirve no tomar paracetamol durante el embarazo si luego horas antes de nacer nuestros bebés reciben hormonas y otros fármacos que les alteran el comportamiento?
Por todo esto, la oxitocina sintética está catalogada como uno de los once medicamentos de alto riesgo, tanto por la Asociación Americana del Medicamento (FDA), como por el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP) de España, esto significa que “si se utiliza incorrectamente existe una gran probabilidad de causar daños graves o incluso mortales en los pacientes”. Lamentablemente, en medicina se sigue aplicando la regla de que hay que demostrar que algo es malo para que se prohiba, después de haber hecho estragos durante mucho tiempo, en lugar de demostrar primero la necesidad de utilizarlo y su inocuidad. Luego hablan de ciencia. En fin.
Muy interesante también resulta que el estudio revela por primera vez datos que no suelen formar parte de las estadísticas accesibles al público. “Para la realización del estudio, los especialistas han entrevistado a más de 300 madres que dieron a luz en el Hospital Materno Infantil de Málaga en 2006 –de un total de 7.465 nacimientos-, de las que el 60% recibió oxitocina durante el parto.” ¿Por qué se entrevista a madres en vez de analizar las historias clínicas? ¿Será porque tantas veces estos datos no se apuntan? Y las madres, ¿sabrán todas si han recibido oxitocina sintética o no?
Lo que sabemos es que como mínimo el 60% de las parturientas en el Hospital Carlos Haya de Málaga recibieron oxitocina artificial. No sabemos cuántos partos fueron inducidos, ni sabemos si estas mujeres recibieron oxitocina durante todo el proceso del parto o solo al inicio, y desconocemos las dosis administradas, pero esta cifra clama al cielo. ¿El 60% de las mujeres no fueron capaces de parir por sí solas? Sin duda esta cifra demuestra las malas prácticas existentes, las consecuencias de la medicina defensiva y la falta de confianza de muchos profesionales en la capacidad de la mujer para parir.
Habría que felicitar a la SEGO por ser capaces de ver por fin lo dañina que puede ser la oxitocina sintética y desear que todos sus miembros tomen nota. A ver si así, vemos próximamente un descenso en las tasas de uso de esta hormona tal y como se usa actualmente.
Una vez que se toma conciencia de las malas prácticas parece ser más fácil actualizarse y prestar una asistencia de calidad.