Comer y defecar
Barcelona, Maremagnum. Lavabo público de pago de diseño con sala de lactancia: 50 céntimos.
Por C. I.
O sea, no.
Definitivamente, hay cosas que no pueden ir juntas. Ir al baño y comer, por ejemplo.
¿Pero qué os parecería si os contara que en este súper baño hay además un bar de tapas? ¿Que una de las puertitas, en vez de conducirnos al lavabo, al abrirse descubre una mesita muy cuca, para sentarse y comer cual si fuera una terraza de verano? ¿Vaya idea, no? ¿Se tomaría usted una caña mientras en el cubículo siguiente alguien... pues ya sabe? ¿Mientras espera la cola, quizá?
- ¿Qué le sirvo señor? Disculpe los olores, ¿eh? ¡Pero tómese otra cañita!
Pues eso. Que pretenden que demos de comer a nuestros hijos en el baño (encima pagando). Como los niños no se quejan, pues eso. Da igual el dónde.
Solo podemos decir una cosa desde aquí:
¡Qué asco!
Pd: Dicen en el vídeo: “Además de WC para minusválidos también se ofrece una sala de lactancia”. En todo caso diríamos personas discapacitadas, y está muy bien que ellos tengan su WC adaptado, ya que está fijado por ley conseguir la accesibilidad universal.
Para leer más:
- Sobre la epidemia de las salas de lactancia, Blog El Parto es Nuestro, 29 de agosto de 2001
- "El mundo es mi sala de lactancia" Blog El Parto es Nuestro, 15 de agosto 2010
Verónica, hemos añadido al final del post dos links para leer más sobre este tema:
Sobre la epidemia de las salas de lactancia, Blog El Parto es Nuestro, 29 de agosto de 2001 "El mundo es mi sala de lactancia" Blog El Parto es Nuestro, 15 de agosto 2010Desde luego situaciones como la que tu has vivido se dan muchas veces, y queda bastante camino hasta que se normalizarán estas cosas.
Un saludo,
Equipo Blog