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3 Abr 2010
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5 comentarios

El útero: ese gran desconocido

Por I.O. ¿Conoces tu útero? ¿Sientes su latido? ¿Sabes que es un músculo que puedes mover voluntariamente? ¿Al moverlo has notado oleadas de cálido placer que se expanden por tu cuerpo? ¿Has tenido orgasmos sin que nada ni nadie tocara (ni siquiera tú misma) ni estimulara tu clítoris ni tu vagina? ¿Es la primera vez que te haces estas preguntas? ...¿Tienes ganas de saber más? Hay quién afirma que… “Si las niñas bailasen las danzas del vientre con sus hermanas mayores, sus madres, sus abuelas, y nadasen como sirenas, crecerían sin parar de mover las caderas, la pelvis, el útero; y éste volvería ser como un pez que se mueve en nuestro vientre, tal cual lo representaban en el neolítico. Cuando se habla de recuperar nuestro cuerpo de mujer, en concreto quiere decir recuperar la sensibilidad y el movimiento uterino. Que nuestro vientre canalice y exprese nuestra emoción y nuestra alegría de vivir.”
Mediante …la práctica de la visualización, con los pétalos de la flor de loto abriéndose... o la imagen de las ranas pre-colombinas palpitando rítmicamente como un corazón... o visualizando/sintiendo una preciosa ameba que se alarga y se encoge y se vuelve a alargar, y se mueve, una onda tras otra, una ola tras otra, como los dibujos de los tentáculos de los pulpos en las vasijas neolíticas... hasta que el útero, más allá de su forma, se hace todo latido, pulso, ritmo, que irradia y expande el placer…” Comprender lo que es el útero, la caja de resonancia del placer, una bolsa de tejido muscular que late como un corazón; entender cómo funciona, extendiendo sus fibras en cada latido, abriendo su boca rítmicamente, al tiempo que extiende el placer, hace comprensibles los partos orgásmicos y placenteros que han estudiado diversos investigadores” “Hablar de la sexualidad de las vírgenes, de las danzas sexuales del vientre, de la sexualidad autoérotica compartida, y en general de la sexualidad no falocéntrica de las mujeres, requiere desde luego hablar de la sexualidad uterina.”
“El orgasmo es el latido del útero. El útero tiembla y palpita con la excitación sexual de la mujer. Las mujeres tenían y tenemos una capacidad de hacer temblar y latir el útero entrando en procesos de excitación sexual sin ninguna caricia ni manipulación ni de la vagina ni del clítoris.” “Un día, sin la ayuda de ninguna técnica, las chicas descubren ellas solas, que el gesto de apretar los muslos o las nalgas un poco más fuerte de lo habitual, les procura un orgasmo situado en alguna parte profunda de su interior....” “El orgasmo cérvico-uterino... difiere radicalmente de todos los otros placeres en intensidad, en profundidad, en calidad, en ritmo sobre todo, en extensión. Es más difuso. Termina por abarcar el cuerpo entero.” Textos de Casilda Rodrigañez Bustos, extraídos junto con las imágenes de su página web: www.casildarodriganez.org
Caridad (unverified)
7 Abr 2010
Que interesante!!!
Anonimo (unverified)
24 Sep 2012
Tengo que confesar, con el único ánimo de compartir POR lo que puedo asegurar que es cierto, que he podido sentir este tipo de orgasmo durante un momento de inmensa espiritualidad e imaginación. Lo increíble es que fue una poderosa sensación de placer que sentía sin ningún tipo de manipulación sólo imaginación y fuerte estado de conexión espiritual conmigo misma que venía desde el centro de mi útero. Fue una experiencia increíble!! Creo que esto demuestra, que las mujeres poseemos una fuerza interna desconocida aún por nosotras mismas pero que está siendo ya conocida o encontrada por muchas de nosotras...gracias a volver a mirar nuestro interior.
orietta. (unverified)
25 Abr 2014
Que interesante, yo sin llegar a ningún momento espiritual e llegado a sentirlo, solo por pequeños momentos y esa sensación es exquisita
Anónimo (unverified)
14 Jul 2014
Hola quisiera saber si tiene información sobre casos, donde una mujer al contraer su utero mientras duerme se provoque dolor sin darse cuenta despertándose con un intenso dolor, le agradeceré sus comentarios.
F (unverified)
13 Dic 2014
Supongo que en esto he tenido suerte, desde niña casi sin saber lo que era el útero he sido capaz de contraerlo a voluntad y de experimentar esas sensaciones. Hasta leer a Casilda Rodrigáñez no tenía ninguna referencia al respecto, se lo había comentado a mujeres muy cercanas, con conocimientos de ginecología y me decían que eso no era posible sin estimular el clítoris. Sabía que en mi caso no era así pero verlo explicado por y para otras mujeres es fantástico.